domingo, 15 de noviembre de 2009

Amelia

De niño tuve la fortuna de crecer en una casa repleta de libros, y a lo largo de mi infancia encontré varios que leí y re-leí obsesivamente. Entre ellos estaban Las Aventuras de Tom Sawyer, Robin Hood... y una biografía de Amelia Earhart, cuyo autor desafortunadamente he olvidado (buscando en Amazon encontré demasiados con el simple título de "Amelia Earhart", y no reconozco sus modernas portadas). Lo que sí recuerdo es que estaba escrito para el lector juvenil, más interesado en las hazañas de aviación de esta legendaria mujer, y no tanto en su importante papel como proto-feminista, celebridad y promotora de la aviación comercial. Quizás por eso me decepcionó un poco la nueva película Amelia, pues pone en segundo plano su vida como aviadora, para centrarse en su turbulenta personalidad, los efectos positivos y negativos de la fama y el triángulo romántico que mantuvo con dos hombres que quizás la amaron en distintos niveles. Pero aún con ese amplio ángulo narrativo, la directora Mira Nair apenas logra esbozar a la persona real detrás de la leyenda.

La película
Amelia presta poca atención a la infancia de Amelia Earhart (Hilary Swank), con apenas un par de funcionales "flashbacks" para ilustrar su temprano interés en la aviación. Cuando comienza realmente la historia, Earhart se prepara para realizar su famoso vuelo trasatlántico. Pero su amigo y promotor George Putnam (Richard Gere) la decepciona con la noticia de que, por razones publicitarias y financieras, ella sólo será pasajera en el vuelo, acompañando al piloto oficial y al navegante. Desde luego eso no le gusta mucho a la obstinada mujer, pero accede porque sabe que abrirá oportunidades futuras para ella (y para todas las mujeres) que de otro modo perdería. Y vaya si surgen nuevas oportunidades. Con su implacable voluntad y talento como piloto, Earhart rompe récords y barreras, no sólo en el aire, sino en la sociedad de los años treintas, sumida en la depresión... y en la represión del sexo femenino. Y así vemos cómo su carrera atrae fama y fortuna que ella apenas tolera como condición para seguir volando. Pero nunca es suficiente, y eventualmente Earhart planea el viaje alrededor del mundo que cambiaría su vida para siempre...

La directora Mira Nair tiene talento para generar emociones potentes y honestas en sus películas; por eso me sorprende que después de la excelente The Namesake realice ahora la tímida biografía de una mujer famosa por su pasión e intensidad. Quizás Nair reconoció que su fuerza está en el melodrama y no en la aventura, y su influencia desbalanceó en la película, minimizando los más significativos atributos de la historia que nos cuenta. De cualquier modo nos ofrece varias recreaciones de los vuelos que realizó Earhart, pero no logran expresar la dificultad, tensión y peligro que realmente representaron. Hay majestuosas tomas aéreas, competentes efectos especiales y maravillosa cinematografía... pero muy poca sensación de la libertad y júbilo que impulsaron a Earhart en su afición y oficio.

Sin embargo, me inclino a recomendar Amelia simplemente por el gran trabajo que desempeña el elenco principal. Hilary Swank no sólo se parece físicamente a Earhart, sino que expresa a la perfección el encanto rural que cautivó a sus seguidores y dificultó su forzosa integración en la "alta sociedad" donde apenas encajaba. Sin duda es una actuación sobresaliente atrapada en una película mediocre. Por su parte Richard Gere resulta sólido y consistente como George Putnam, incondicional apoyo de la aviadora y pareja romántica... al menos en la limitada proporción que lo permitía la progresiva mentalidad de esta gran mujer. Ewan McGregor y el genial Christopher Eccleston tienen papeles cortos pero memorables que ganan mucho con el peso dramático de ambos actores; y aunque sólo tiene un par de escenas, me gustó muchísimo la participación de Cherry Jones (más conocida como la presidente Taylor en la previa temporada de 24) en el simpático papel de Eleanor Roosevelt, otra proto-feminista atrapada por las costumbres de su época.

Hace varios años se estrenó una película para televisión llamada Amelia Earhart: The Final Flight, con Diane Keaton en el papel principal, y creo que profundizó de manera más efectiva en los orígenes de la aviadora, y la motivación de su obstinado impulso aventurero. Sin embargo, Amelia la supera en valores de producción, calibre dramático y fidelidad histórica. Ninguna de las dos cintas es perfecta, pero juntas forman una más completa imagen de Amelia Earhart... aunque ninguna fue tan sustancial y entretenida como aquel libro de mi infancia. O tal vez sea sólo la nostalgia. Como sea, Amelia es una funcional biografía impulsada por la excelente actuación de su actriz protagónica y adornada por un robusto elenco secundario que no es muy bien aprovechado, pero definitivamente apreciado. Me gustaría pensar que el futuro nos depara una mejor película sobre esta aviadora, pero me temo que su caducidad cultural está por expirar, y este fue el último esfuerzo por contar su vida en la pantalla grande. Como tal, desearía que hubiera sido mejor, pero la verdad no es mala... simplemente blanda e insípida. Aunque no quiero descartar la posibilidad de que inspire a algún espectador (o espectadora); ese sería el mejor tributo posible para Earhart.
Calificación: 7

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