Mega Shark Vs. Giant Octopus

Inicialmente me gustaba ver las humildes películas realizadas por el estudio The Asylum pues, a pesar de su ínfima calidad, al menos se notaba abundante entusiasmo semi-amateur en estos improvisados cineastas que con pocos recursos y algo de imaginación trataban de hacer películas entretenidas, aunque imperfectas. Sin embargo su ambición económica prevaleció sobre la integridad "artística", y eventualmente desarrollaron una estrategia más lucrativa: filmar imitaciones baratas y rápidas de cualquier éxito de taquilla reciente con la esperanza de engañar gente distraída que no pone mucha atención en lo que renta. Y, como beneficio adicional, también venden sus bazofias a la televisión por cable, cuyas reducidas opciones de programación no permiten demasiadas exigencias de originalidad o calidad. Así es como The Asylum ha encontrado mercado para películas como 18 Year Old Virgin, The Da Vinci Treasure, Death Racers, War of the Worlds (¡dominio publico, yeah!) y Pirates of Treasure Island. Quizás parezcan divertidas en su más estúpido nivel, pero la verdad es que esas burdas copias son realmente execrables, a tal punto que me es imposible determinar si su asombrosa mediocridad obedece a la ineptitud de sus directores, actores y productores, o simplemente se debe a su indolencia, pues quizás consideran que con un buen “trailer”, diseño de portada y un engañoso título (lo suficientemente parecido al original para engatusar incautos y lo suficientemente distinto para evitar demandas) podrán vender su película, sin importar el esfuerzo que realicen al filmarla.

A pesar de esa odiosa práctica me interesó un poco Mega Shark Vs. Giant Octopus, pues al ser una rara producción "original" de The Asylum, quizás mostraría mayor dignidad e ingenio. Sin embargo la triste realidad es que mantuvo el mismo deplorable nivel de calidad que sus predecesoras, aunque hay que admitir que ofrece uno de los argumentos más espectacularmente ridículos que he visto en largo tiempo.

La cinta comienza con la exploración submarina que conduce la Dra. Emma MacNeil (Deborah Gibson... sí, ESA Deborah Gibson), en busca de un extraño fenómeno que está alterando los patrones migratorios de las ballenas en la costa de California. El fenómeno resulta ser un transmisor acuático del ejército norteamericano... que accidentalmente libera un enorme Megalodonte y un Pulpo gigante de las congeladas profundidades. Entonces los supuestamente extintos depredadores empiezan a causar estragos en aire, mar y tierra, mientras la Dra. MacNeil busca una solución para exterminar a las titánicas criaturas que amenazan las costas del mundo. Aparentemente el primero paso es examinar tubos de ensayo con líquido verde y acostarse con su asistente.

Bueno, es fácil burlarse, pero honestamente Gibson es la mejor actriz del elenco entero... lo cual no representa un gran esfuerzo. Al menos muestra consistencia de escena a escena, y el sutil sarcasmo que aplica a los diálogos revela su complicidad con la profunda idiotez del argumento. Aunque, si evaluamos las actuaciones por su intrínseco humor, definitivamente gana Lorenzo Lamas en el papel de un incongruente agente gubernamental que recluta a la Doctora para crear un rastro de feromonas que conducirá a los monstruos a su segura destrucción. Usualmente Lamas es un actor mediano, pero su trabajo en Mega-Shark Vs. Giant Octopus parecería malo incluso en el contexto de una película pornográfica. Sin embargo, en vista de la calidad del libreto, no puedo culparlo por su total falta de disciplina e interés.

De cualquier modo nadie ve una película llamada Mega Shark Vs. Giant Octopus por las actuaciones, y la pregunta decisiva es ¿qué tal están los monstruos? Desafortunadamente la respuesta es: deplorables. El potencial destructivo de un tiburón que puede saltar en el aire y derribar un avión 747 es enorme, así como el de un pulpo que destroza con poco esfuerzo una plataforma petrolera. Sin embargo el escaso presupuesto de la película sólo permite avistamientos fugaces de las criaturas, doblemente decepcionantes por la horrible edición con la que tratan de "mejorarse" tales escenas. Sospecho que el mantra del director fue "lo arreglamos en post-producción". Mala noticia, Sr. Jack Perez; el editor tal vez pueda disimular algunos errores, pero no es mago; y con material de origen tan pobre es difícil "rescatar" la película de su propia mediocridad.

Diré algo positivo sobre The Asylum... son maestros para incorporar pietaje de "stock" en sus películas, un tradicional método usado desde Roger Corman hasta Jim Wynorski para "inflar" proyectos, enriquecer el aspecto visual y simular mayor calidad de la que permite su escaso dinero. Pero por cada épica toma aérea de un barco acorazado, tenemos diez ridículas escenas filmadas en una fábrica que simula ser el puente del navío. Y por cada impresionante toma de los glaciares árticos tenemos varias nubladas y confusas escenas submarinas generadas digitalmente con nulo talento y pobre visión. Entonces, para no extenderme más, diré simplemente que no recomiendo a nadie esta tediosa e irritante experiencia. Su risible premisa promete una película "tan mala que es buena" pero, créanme, el trailer muestra sus "mejores" momentos y abrevia el sufrimiento a dos minutos, en vez robarnos hora y media con pésimas actuaciones, horrible edición y desesperantes efectos especiales. Admiro el valor de haber intentado hacer esta película, pero no supieron explotar su potencial. Mala suerte Asylum... quizás tendrán más suerte con The Terminators o Transmorphers: Fall of Man (son títulos reales... ojalá los estuviera inventando).
Calificación: 3