El título original de Infieles es "Married Life" (Vida de Casados), pero está inspirada en la novela Five Roundabouts to Heaven (algo así como "Cinco Atajos al Cielo"), cuyo nombre es más representativo de la historia: cinco personas conectadas de muy diversas maneras, cuyas relaciones afectan profundamente la felicidad y futuro de los demás. Si no hubiera aparecido el nombre del libro en los créditos iniciales, habría supuesto que se basa en una obra teatral, pues el minimalista elenco, las escasas locaciones y la atención puesta en la laberíntica red de emociones me recordó los puntos fuertes del teatro, que lamentablemente no son tan comunes en los guiones modernos de cine.
La historia se desarrolla a fines de los 1940s, y entre las cinco personas mencionadas están el soltero Richard (Pierce Brosnan), mejor amigo y confidente de Harry (Chris Cooper), quien se siente atrapado en su matrimonio con Pat (Patricia Clarkson), una buena mujer que sin embargo no lo ama. Por eso Harry buscó afecto real en la más joven y atractiva Kay (Rachel McAdams), honesta y devota viuda que no está del todo complacida con ser la amante de un hombre casado. Por eso Harry decide abandonar a su mujer... pero en vez de un doloroso divorcio que dejaría a Pat sumida en la depresión y humillación social, el piadoso hombre decide asesinarla para evitarle tal pesar...
Con un argumento así podríamos esperar un intenso thriller hitchcockiano, o una sofisticada comedia al estilo de Billy Wilder. De hecho, puedo imaginar esta historia filmada en los cuarentas, quizás con Tyrone Power, Bette Davis, Katharine Hepburn y Cary Grant (para quienes no reconozcan los nombres, pueden concebir por algo así como la serie televisiva Mad Men, pero con menos cinismo y ninguna referencia "pop"). El problema es que el escritor y director Ira Sachs decidió seguir un camino más plano y monótono... un simple drama con excelentes actuaciones pero con emociones demasiado reservadas. Supongo que ese enfoque resulta apropiado para representar la bien conocida represión emocional de aquellas décadas, cuando una vida de infelicidad era una carga aceptable para evitar el escándalo social o la censura comunal. No quiero (ni puedo) dictar el impulso creativo del cineasta, pero siento que un tono más vehemente hubiera inyectado nueva vida y energía a los actores y la ingeniosa historia.
A pesar de esa excesiva sutileza, disfruté los múltiples aciertos de Infieles, y creo que será más apreciada por fans del cine clásico, pues en muchos sentidos duplica la atmósfera y actitud de aquella época, sin apelar a trucos estilísticos "retro" ni anacronismos artificiales. Si eso suena como una recomendación o una advertencia, deberá decidirlo cada espectador. Aunque también conviene recordar que Infieles se estrenó en DVD a mediados del 2008, y no ha recibido gran publicidad desde entonces, por lo que no hay que esperar una joya oculta, sino simplemente una interesante historia bien contada, pero seca y medianamente satisfactoria. Sonará raro, pero desearía que Infieles hubiera sido un re-make... para poder buscar la original y disfrutarla en un contexto más apropiado a su frío tono.
Calificación: 7
domingo, 13 de septiembre de 2009
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