The Great Buck Howard

El Asombroso Kreskin (nombre real: George J. Kresge) fue un célebre mentalista en los setentas y ochentas, cuyas apariciones en programas de entrevistas y variedades (particularmente el de Johnny Carson) le dieron ese extraño nivel de fama, en igual proporción respetuosa y burlona, similar a la que disfrutan (o disfrutaron) excéntricos personajes como Siegfried & Roy, Richard Simmons y Liberace. En estos días la popularidad de Kreskin ha decaído considerablemente, pero el veterano vidente (que niega cualquier sugerencia de poderes "paranormales") permanece activo y, además de ocasionales presentaciones personales, también ofrece seminarios a miembros de las fuerzas policíacas para mejorar sus técnicas de investigación psicológicas y analíticas. La película The Great Buck Howard representa un sincero y afectuoso homenaje a este curioso hombre, y aunque altera muchos detalles (incluyendo su nombre), es un recuento vagamente autobiográfico del director Sean McGinly, quien trabajó para Kreskin en el ocaso de su carrera.

La trama se centra en el joven Troy Gable (Colin Hanks), estudiante de derecho presionado por su adusto padre (Tom Hanks) para graduarse como un brillante abogado. Sin embargo Troy no tiene interés en esa profesión, y abandona la universidad para seguir su sueño de convertirse en escritor, aunque necesita conseguir un trabajo para sobrevivir mientras tanto y, por azar, termina convirtiéndose en el asistente del Gran Buck Howard (John Malkovich), afable pero refunfuñón mentalista con un estricto código de conducta y un ego que tal vez exceda su talento real. A pesar de sus obvias diferencias la colaboración prospera y se desarrolla una amistad entre el veterano artista y su joven asistente. Al mismo tiempo Troy conoce a la atractiva Valerie (Emily Blunt), publicista que trata de orquestar el "gran regreso" de Buck Howard, y empieza a florecer un romance entre ambos. Pero cuando el gran evento no sale como tenían planeado, se pone en peligro no sólo la carrera de Howard, sino la relación entre los jóvenes. ¿Lograrán preservar su romance y restituir la dignidad del esotérico adivino?

Ojalá pudiera decir que el suspenso por conocer la respuesta me mantuvo interesado en la película, pero las actuaciones, desarrollo y dirección de The Great Buck Howard son tan blandos que cuesta trabajo entusiasmarse por sus flojos protagonistas. No me malinterpreten... disfruté hasta cierto punto la película, me mantuvo entretenido y disfruté su sencilla atmósfera de "farándula venida a menos". Pero la dirección de Sean McGinly carece de energía, y su apático estilo exacerba la ya pausada historia, de modo que no sentimos el empuje de la narrativa; sólo una insípida secuencia de escenas con adecuado flujo, pero pocas razones para seguirlas con atención. Las únicas ocasionales chispas de vida son generadas por John Malkovich, en otra de sus detalladas actuaciones, repleta de afectaciones pero eminentemente humana; y por Emily Blunt, quien parece desesperada por llevar su personaje más allá de los límites impuestos por el guión y la dirección. Colin Hanks posee adecuado carisma y talento (como vimos en la excelente Orange County), pero no tiene oportunidad de demostrarlo en su apocado papel, y la novedad de verlo actuando junto a su famoso padre no basta para hacer memorable la película. Lo mismo aplica a los numerosos "cameos" de gente tan variada como el mago David Blaine, los actores Gary Coleman, Tom Arnold, George Takei, Michael Winslow (con sus acostumbrados efectos de sonido), y los presentadores Jay Leno, Conan O'Brien, Jon Stewart, Regis Philbin, Kelly Ripa y Martha Stewart. ¿En serio lograron reunir tan eclécticas celebridades para desperdiciarlas en fugaces apariciones sin humor o encanto?

A fin de cuentas puedo recomendar The Great Buck Howard como un amable y excesivamente benigno melodrama que no ofenderá a nadie, y quizás deje satisfechos a los (¿escasos?) devotos del Asombroso Kreskin. Pero creo que la historia ofrecía suficiente potencial para hacer algo más agudo y animado, aunque igualmente respetuoso a la naturaleza del personaje. Quizás para su siguiente proyecto como productor Tom Hanks decida arriesgarse un poco más, y apoye material con mejor ritmo y energía. Y si decide darle de nuevo empleo a su hijo, no tengo objeción... siempre y cuando lo deje expresar su talento en vez de amordazarlo con un libreto tan ligero.
Calificación: 6.5