Wake Wood

Creo que he repetido con irritante frecuencia lo mucho que influyeron las películas del estudio Hammer Films en mi formación (o deformación) como cinéfilo. Tras años de ver el cine de horror y ciencia ficción como "cosa de niños" (gracias a la programación matutina de ciertos canales de televisión), descubrí en las obras de Hammer un aspecto más maduro del género fantástico, donde los temas adultos y el drama podían co-existir armoniosamente con vampiros, lobos y toda suerte de criaturas malévolas... incluyendo al hombre mismo. Supongo que esa transición ideológica es un fenómeno esencial para cualquier adolescente, y sin duda puede explotarse como "nostalgia" en la edad adulta. Sin embargo, quiero pensar que el moderno "renacimiento" de Hammer Films (aunque estrictamente hablando nunca "murió") no busca simplemente evocar recuerdos juveniles y promover nuevas ediciones de sus cintas clásicas, sino crear nuevos hitos del género fantástico. El problema es que ninguna de sus recientes películas ha sido particularmente buena... hasta ahora. Bueno, quizás exagero, pues si bien Wake Wood posee el distintivo "sello" de Hammer y cuenta una historia bastante interesante, tiene algunos problemas narrativos que le impiden quedar al nivel de sus ilustres predecesoras.

Wake Wood comienza con la brutal muerte de la pequeña Alice (Ella Connolly) durante el ataque de un perro salvaje. Devastados, sus padres Patrick (Aidan Gillen) y Louise (Eva Birthistle) buscan refugio en el pequeño pueblo de Wakewood, donde él trabaja como veterinario para Arthur (Timothy Spall), el magnate local de ganado; mientras que Louise atiende una pequeña farmacia. Sin embargo ninguno de los dos se ha recuperado de la tragedia. Al mismo tiempo la pareja empieza a notar cosas inusuales en el pueblo; algunos habitantes se comportan de manera extraña; una adolescente revela detalles de Alice que no debería conocer. Y cuando el automóvil del matrimonio sufre una descompostura en las afueras del pueblo, son testigos de un bizarro ritual en una remota granja. Reconociendo las sospechas de los recién llegados, el patriarca Arthur decide confiar el secreto del pueblo: mediante un complicado ritual pueden resucitar a los muertos, pero solo durante tres días, después de los cuales los cuerpos deben regresar a la tierra. A pesar de su escepticismo inicial, Patrick y Louise tienen tantos deseos de ver a su hija que aceptan las difíciles condiciones y el alto precio del ritual. Sin embargo, lo más difícil será dejar ir a la niña cuando transcurra el tiempo establecido...

El argumento de Wake Wood tiene los clásicos rasgos del cine gótico; además, los temas de melancolía y contrición que maneja son universales, haciendo la película atemporal, pues si bien se desarrolla en el moderno Reino Unido, podría igualmente ser un relato "retro" sin perder un ápice de su fuerza narrativa y profundidad emocional. Los actores encajan a la perfección en sus papeles; Aidan Gillen y Eva Birthistle son creíbles como la doliente pareja cuya tristeza justifica las malas decisiones que toman (empezando por tratar de resucitar a su finada hija), y cuando las cosas salen mal (como inevitablemente sabemos que ocurrirá) ambos actores expresan sin palabras las contradictorias emociones que sienten hacia la pequeña Alice. Por cierto, la novata actriz infantil Ella Connelly hace un buen trabajo en el difícil papel de "mini-Lázaro", el cual exige un delicado balance entre inocencia y suspicacia por su inesperada situación. No sé cuántos actores adultos hubieran logrado conjugar una dulce mirada con la sombría actitud de haber estado "del otro lado". Desafortunadamente el tono general de la película cambia hacia el final, cuando llega la violencia y el consiguiente "gore", lo cual hace las actuaciones más burdas y reactivas. Pero aún así los actores se mantienen firmes en sus papeles y nadie traiciona el carácter de sus respectivos personajes. En particular me gustó el gran Timothy Spall en un papel reminiscente de Christopher Lee, noble y sincero, pero con un subtexto de amenaza imposible de definir.

Hablando de lo cual... es imposible negar que Wake Wood tiene muchas similitudes con la ultra-clásica The Wicker Man (versión original de 1973 - qué triste es pensar que cuando hagamos alusión a esa monumental obra del cine británico, debemos añadir una pertinente aclaración para no confundirla con el vomitivo re-make del 2006). Y la ironía es que The Wicker Man ni siquiera fue una cinta de Hammer Films. Pero bueno... de cualquier modo encontraremos muchos elementos en común: el pueblo que oculta un secreto pagano; el patriarca preocupado por el bienestar de la comunidad, pero inflexible cuando hay que usar violencia sobre sus habitantes; los recién llegados que se enredan accidentalmente en asuntos más allá de su comprensión... Sin embargo, esas similitudes no deben considerarse como un defecto, sino como aciertos que contribuyen a darle una atmósfera densa y espiritual a Wake Wood, que la separan de cualquier otra cinta de "horror rural" (sub-género que, por cierto, me está gustando cada vez más... cuando está bien ejecutado).

Después de esta elogiosa verborrea sobre Hammer Films, The Wicker Man, bla, bla, bla, debe venir el duro regreso a la realidad. Wake Wood me gustó mucho por compararse favorablemente con los clásicos del horror británico, pero también hay que reconocer su modesta manufactura, lento ritmo e irregular libreto, que al final abandona los cuestionamientos morales y el drama familiar para sumergirse en los clichés del cine "slasher". Entiendo que la trama requiere un clímax fuerte y visceral, pero creo que pudo manejarse con mayor sutileza, de modo que no "chocara" tanto con el resto de la película. Por otro lado, encontré fascinante el entorno pastoral combinado con la típica desolación de pueblo pequeño. El "ritual de resurrección" me pareció notablemente bien planteado, pues combina la simpleza artesanal del trabajo de granja, con misteriosas fuerzas ocultas de inescrutable intención. Digamos que nunca había asociado magia pagana con grúas y montacargas. En cuanto al mencionado "gore", me alegra decir que casi todos son efectos prácticos, realizados en cámara. Hay un par de excepciones digitales que se sienten fuera de lugar, pero no tanto para arruinar la película. Y, finalmente, no me gustó para nada ver una operación cesárea bovina, pero eventualmente comprendí el propósito de esa escena... y el "pay-off" fue al mismo tiempo perturbador e ingenioso. Entonces, puedo recomendar Wake Wood como una sólida cinta de terror bastante distinta del típico producto directo a DVD, aunque advierto que gran parte de mi entusiasmo viene de encontrar por fin una película de Hammer Films digna de portar el nombre del estudio. Sé que poca gente compartirá esa emoción (o interés en el asunto entero), pero siento que a largo plazo el género de terror se beneficiará con la "resurrección" de este legendario estudio inglés. Esperemos que no sea un caso de “ten cuidado con lo que deseas..:”

Calificación: 8.5