Hobo With a Shotgun

Hace algunos años los directores Quentin Tarantino y Robert Rodríguez hicieron un concurso entre cineastas aficionados para seleccionar un "trailer" que sería incluido como parte del proyecto Grindhouse. El trailer ganador fue Hobo With a Shotgun, que desafortunadamente solo fue exhibido en la versión canadiense de Grindhouse, aunque desde luego está disponible en Internet para deleitar a los fans del cine de explotación con su ridícula premisa y sangrientas imágenes. Ahora, siguiendo los pasos de Machete, nos llega un largometraje inspirado por aquel fugaz chiste cinematográfico... y me alegra decir que Hobo With a Shotgun no decepciona, pues expande inteligentemente su argumento y no escatima una gota de sangre, ni un ápice de morbo para rendir homenaje al cine "grindhouse". Y lo mejor de todo es que ofrece grandes dosis de humor negro sin burlarse del género, y manteniendo total respeto por su trágico protagonista.

El título describe perfectamente el argumento, pero el encanto está en los detalles. Al principio de la película presenciamos la llegada del Vagabundo (Rutger Hauer) a Hope Town, una inmunda ciudad sumida en el crimen y la depravación. Hay prostitutas en cada esquina, pedófilos disfrazados de Santa Claus secuestrando niños; amorales "videógrafos" que filman peleas entre indigentes; y desde luego ladrones de todo tipo. Pero los líderes del mundo criminal son Drake (Brian Downey) y sus hijos Slick (Gregory Smith) e Ivan (Nick Bateman), cuyas violentas atrocidades mantienen a la población "normal" tan asustada que nadie intenta defender la ciudad. El Vagabundo trata de ignorar la situación y evitar problemas, pues su única ambición es comprar una podadora de césped para buscar trabajo y alcanzar una vida más digna. Pero cuando defiende a una prostituta llamada Abby (Molly Dunsworth) de los abusos de Drake, el Vagabundo es brutalmente golpeado y mutilado. Agradecida, Abby le da refugio en su humilde casa hasta que se recupera. Entonces el desolado hombre comprende lo que tiene que hacer... y en vez de comprar la podadora adquiere una escopeta, con la que empieza a impartir justicia entre los malvivientes de Hope Town. Desde luego eso no le agrada a Drake, quien diseña un plan para eliminar al Vagabundo y poner a la ciudad entera en contra de la población indigente...

En cierto modo Hobo With a Shotgun parece una película ochentera de Troma Films, pues tiene un "sabor" amateur engañosamente real. Sin embargo hay obvio talento profesional en su saturada cinematografía ("Color by Technicolor"), sólidas actuaciones y excelente dirección, bien balanceada entre momentos dramáticos y escenas de grotesco "gore" que ignoran cualquier noción de "buen gusto" para regodearse en crueldad tan extrema que se convierte en humor negro. En otras palabras, no hay nada "tabú" para Hobo With a Shotgun, al menos en lo que se refiere a la violencia; pero es tan ridículamente exagerada que parece una demencial caricatura imposible de tomarse en serio. Sirva esto como advertencia para el público que no esté acostumbrado a las perversas delicias ofrecidas por el clásico cine de explotación. Después de todo, ese fue siempre el propósito de esta corriente cinematográfica, y sería difícil culparla por cumplir su misión con indomable entusiasmo... por desagradable que el resultado pueda ser para algunas personas.

Habiendo dicho eso, no sería justo clasificar Hobo With a Shotgun como otra simple película “directa a DVD” que solo ofrece sangre y violencia (a decir verdad se exhibió en cines norteamericanos y canadienses, pero no nos enredemos en detalles). Tampoco quiero decir que tenga grandes aspiraciones intelectuales (¿o quizás sí?), pero gracias a la excelente actuación de Rutger Hauer la historia toma una dimensión distinta, más grave y realista, haciéndonos partícipes del dolor y desilusión del protagonista; de este modo el director logra generar auténtico suspenso y preocupación por el destino de los personajes. Igualmente inesperada fue la conexión que el Vagabundo forja con la joven Abby, interpretada por Molly Dunsworth con una mezcla de fortaleza interna y vulnerabilidad que trasciende el cliché de "prostituta con corazón de oro". Su arco dramático es similar al del Vagabundo, inicialmente abatida por la vida hasta que "toca fondo" y se da cuenta de que la redención no vendrá del exterior, sino de lo que pueda lograr por su propia voluntad. Es tan raro encontrar esta profundidad narrativa en el cine de horror independiente (o cual sea el nicho en el que quieran ubicar a esta cinta) que incluso con ciertas fallas, clichés y ridículas exageraciones histriónicas (por parte de los villanos) uno se queda con la impresión de que el director Jason Eisener se acerca más al legítimo "arte cinematográfico" que muchas pretenciosas cintas "serias" tan preocupadas por parecer exquisitas que ignoran la satisfacción emocional del espectador.

Desde luego no es una película para todos los gustos, y de ningún modo culparía a quienes no quieran ver niños quemados con lanzallamas, decapitaciones con alambre de púas y escopetazos en los genitales. Solo hay que tomar en cuenta que Hobo With a Shotgun es un homenaje al cine de explotación, y no se disculpa por abusar de la violencia para entretener al público que aprecie sus excesos; por otro lado, tampoco descuida el profesionalismo de su manufactura (a pesar del bajo presupuesto) ni pierde la oportunidad de dejarnos un mensaje social, quizás poco novedoso pero más memorable por los extremos a los que llega para expresarlo. Entonces, recomiendo con gran entusiasmo Hobo With a Shotgun... únicamente para personas que sepan lo que les espera. Este es el tipo de películas que deberían verse en el cine, pero bueno... al menos logró escapar de su nativa Canadá para distribuirse en DVD por el resto del mundo, y quizás será descubierta por suficientes personas para escapar el nicho de "culto" y revelarse como un moderno clásico "neo-grindhouse" que no solo emula un estilo, sino que captura el brutal espíritu de una época. Y de paso revive la carrera de un gran actor que debería trabajar más seguido.

Calificación: 9