Tetsuo: The Bullet Man

Cuando vi por primera vez Tetsuo: The Iron Man allá por principios de los noventas (¡en LaserDisc!) , quedé impresionado por la fuerza de sus imágenes, la abrumadora energía de su dirección... y la impenetrable naturaleza de su narrativa. Eventualmente descifré algunas de sus metáforas (creo) y entendí mejor el mensaje del director Shinya Tsukamoto (tal vez), pero a fin de cuentas nunca la he considerado una película “real“, sino una especie de agresivo "performance" artístico más valioso por su forma que por su fondo. Después llegó Tetsuo II: Body Hammer, la cual básicamente recicló el argumento en color y con mayor violencia visual; incluso Tsukamoto mencionó alguna vez que la secuela fue simplemente un segundo intento realizado con más tiempo y mejor apoyo financiero. Pero ahora nos llega Tetsuo: The Bullet Man en DVD de Región 1 (dos años después de paseo por festivales de cine) y, para bien o para mal, es una auténtica secuela de la cinta original, un poco más coherente y quizás menos impactante, pero al mismo tiempo más satisfactoria. O menos, dependiendo de lo que busque cada espectador.

Podemos confirmar esa coherencia viendo la naturaleza lineal de Tetsuo: The Bullet Man: el "salaryman" Anthony (Eric Bossick) y su esposa Yuriko (Akiko Mono) sufren inmenso dolor cuando su pequeño hijo es atropellado (intencionalmente) por un misterioso "hacker" (Shinya Tsukamoto), quien luego los tortura vía Internet con amenazas de violencia. Yuriko quiere buscar venganza de inmediato, pero Anthony trata de mantener sus emociones bajo control… lo cual se vuelve imposible cuando sufre una extraña metamorfosis, transformándose gradualmente en un monstruo metálico capaz de matar a cualquier persona que se interponga en su camino. El confuso hombre no sabe lo que está pasando, pero sus nuevas habilidades resultan útiles cuando su familia es atacada por varios mercenarios contratados por la misteriosa empresa donde trabajaba su padre... quien quizás conozca la razón del cambio sufrido por Anthony...

Con apenas 71 minutos de duración, Tetsuo: The Bullet Man se mueve a ritmo vertiginoso, atacándonos con imágenes surrealistas y escenas bizarras que bien podrían ser pesadillas colectivas de David Lynch, William Gibson y David Cronenberg. El diseño de audio es igualmente feroz (e incluye una excelente canción de Trent Reznor). La frenética cámara está en continuo movimiento, contagiándonos el vértigo y confusión experimentados por el protagonista al descubrir la gradual fusión de carne y metal, la cual podría ser una manifestación física del dolor de perder a su hijo, o el legado de un experimento realizado por sus padres años atrás. Sin embargo, conviene aclarar que Tetsuo: The Bullet Man no pertenece a la corriente "gore" tan popular en el cine asiático contemporáneo. Definitivamente hay sangre, mutilaciones y violencia, pero no hay que esperar los ridículos chorros de sangre de Tokyo Gore Police, ni las humorísticas perversiones bio-mecánicas de Robo-Geisha, y mucho menos el humor "camp" de Alien Vs. Ninja. Por el contrario, la narrativa de Tetsuo: The Bullet Man se inclina más hacia el drama, mientras que su presentación pretende ser más "artística", de modo que el impacto no está en lo que vemos, sino en lo que nos hace sentir con su delirante estilo visual.

Pasando a lo malo, empezaré diciendo que me pareció un error "anglificar" la etnicidad de los personajes y usar diálogos en inglés. De algún modo esa decisión (seguramente comercial) hace las actuaciones demasiado rígidas e insípidas, cuando deberían ser intensas y emotivas. Los únicos que se salvan son Akiko Monou como la vengativa esposa y Tsukamoto mismo como el misterioso "hacker" con un maléfico plan de destrucción masiva... que no entendí por completo. Supongo que necesitaré ver la cinta un par (o docenas) de veces más para asimilar ciertos ambiguos y contradictorios aspectos del libreto. Y aunque al principio me desagradó el uso de ciertos clichés "sci-fi" para explicar el origen del personaje, eventualmente tuve que aceptarlos porque, después de todo, son consistentes con la premisa de la primera película, y además introducen una versión del "científico loco" al mismo tiempo tradicional e innovadoramente depravada. Perdón por ser tan evasivo, pero no quiero revelar las pocas sorpresas narrativas que fundamentan esta maniática obra.

Entonces, terminaré diciendo que Tetsuo: The Bullet Man me pareció una sólida continuación de la demente cinta original, ofreciendo inesperada retro-continuidad y explicaciones tal vez innecesarias, pero con una grotesca lógica muy apropiada para unificar la saga completa. Su obvio objetivo es complacer a los fans de las dos primeras cintas, y honestamente ignoro el efecto que pudiera tener en espectadores casuales que solo busquen un poco de acción con sabor asiático. Pero lo que puedo garantizar es que no se ha hecho una obra similar en mucho tiempo; y ya sea que la odien o la amen (o simplemente la toleren), merece su lugar como un volátil híbrido de horror, ciencia ficción y expresión artística pura, conjugados en una historia coherente y al mismo tiempo suficientemente abierta para que saquemos deducciones basadas en nuestra ideología personal (traducción: prepárense para un final confuso). Sólo lamento que nadie vaya a hacer juguetes basados en una cinta tan "underground". Me encantaría tener una miniatura de Tetsuo en su etapa final, pues satisface simultáneamente mis fantasías cyberpunk y lovecraftianas. Raros ingredientes que se combinan mucho mejor de lo que imaginé.

Calificación: 8.5 (solo para fans)