G.I. Joe: Resolute

De niño (y no tan niño) me gustaban los juguetes de G.I. Joe, pero incluso entonces me daba cuenta de que la homónima serie animada había sido cuidadosamente inoculada contra cualquier situación "controversial" o realista que pudiera dañar la psique de sus pequeños espectadores. Había muchas explosiones, disparos, aventuras... pero nadie salía lastimado, no había consecuencias para sus acciones y las cosas terminaban siempre en una nota graciosa que tranquilizaba al público, asegurándole que todo estaba bien. Esa cobardía corporativa me mantuvo alejado del programa, y aunque me enloquecía el detalle, diseño y creatividad de los juguetes, nunca seguí la historia de G.I. Joe, ya fuera en comics o televisión.

Quizás por eso ahora me gustó tanto G.I. Joe: Resolute, una moderna re-interpretación de la serie animada que evita todos esos errores, contando una historia sofisticada e interesante dirigida al público adolescente y adulto que creció con esta popular franquicia. Esta vez hay muertes violentas (millones de ellas, de hecho), las acciones tienen dolorosas consecuencias, y las cosas no siempre se resuelven satisfactoriamente antes de los créditos finales. El director Joaquim Dos Santos y el genial guionista Warren Ellis aplican una nueva madurez al universo de G.I. Joe, que va más allá de meros cambios cosméticos; el lenguaje cinematográfico muestra inusitada ambición, y los personajes están mejor construidos, aunque su gran número limita el desarrollo individual. Sospecho que habrá fans con profundo conocimiento sobre la continuidad de G.I. Joe que encontrarán demasiadas alteraciones en esta nueva versión; mis disculpas anticipadas por mi ignorancia sobre el tema; pero al mismo tiempo me alegra esa ausencia de conocimientos y expectativas, pues me permitieron disfrutar bastante de esta entretenida película animada.

La trama comienza con el inesperado bombardeo del portaaviones Flagg, base del escuadrón G.I. Joe, integrado por expertos en diversas disciplinas militares y con acceso a la más avanzada tecnología bélica, informática y logística para defender a los Estados Unidos de cualquier amenaza que exceda el alcance del ejército tradicional. El bombardeo daña severamente al poderoso navío, pero su hábil tripulación logra mantenerlo a flote y restaurar algunas de sus funciones, cosa muy necesaria para determinar la causa y origen del ataque. El misterio se resuelve cuando Cobra Commander emite un mensaje a las Naciones Unidas, anunciando la creación de una asombrosa arma de energía con la que podrá destruir ciudades enteras a menos que se le entregue de inmediato el control total del planeta. Y, para confirmar que no está bromeando, el maniático líder procede a destruir la ciudad de Moscú, exterminando 10 millones de personas en unos cuantos segundos.

Tal manifestación de poder deja a las Naciones Unidas inseguras y temerosas. Afortunadamente el equipo G.I. Joe ya está trabajando en el problema, y se asignan 4 equipos para combatir esa inminente amenaza. Gung Ho y Roadblock se dirigen a Alaska, donde Cobra tomó posesión del complejo HAARP para manipular la temperatura de la atmósfera; Snake Eyes (mi personaje favorito de niño, y también de esta película) se dirige a una isla del Pacífico para enfrentar a StormShadow, con quien resulta tener una muy cercana conexión personal; Tunnel Rat y varios soldados emprenden una suicida misión a la estratósfera, donde una flotilla de satélites bloquea las comunicaciones de la Tierra; y finalmente Duke y Scarlett invaden una base de misiles en Siberia que oculta el poderoso cañón destructor de ciudades. ¿Podrá triunfar G.I. Joe en tan diversos entornos para salvar al mundo de la hegemonía de Cobra? Regresamos después de estos mensajes.

Francamente no hubiera visto G.I. Joe: Resolute si no fuera por la participación de Warren Ellis como guionista. Este notable escritor (más conocido por su trabajo en comics) es capaz de generar ideas interesantes y conceptos sorprendentes, pero siempre basados en fundamentos científicos. No digo que todo lo que escribe sea real o siquiera plausible, pero puedo confiar en que sus extravagantes historias están cuidadosamente investigadas para crear una visión especulativa del futuro que no obedece a caprichos arbitrarios, sino a fundamentos presentes. Y si a eso añadimos su diestro manejo de personajes y diálogos, tenemos como resultado una película mucho mejor de lo que cualquier espectador podría esperar, incluyéndome. Las numerosas secuencias de acción muestran tremenda imaginación (creo que la más impresionante es la que se desarrolla en las capas superiores de la atmósfera), e incluso las más "simples" (como el enfrentamiento entre dos ninjas) ofrecen inesperado impacto emocional detrás sus dinámicos visuales. Tendrá suerte la próxima película "real" G.I. Joe: The Rise of Cobra si logra la misma tensión y agudeza dramática que esta modesta obra animada.

Para variar, no todo es perfecto; algunos de los intentos por reconciliar el pasado y el presente de la franquicia se sienten forzados; la extremadamente corta duración de la película apresura demasiado el ritmo y le resta peso dramático; y la conveniente conclusión sugiere cierta pereza narrativa... como si Ellis hubiera gastado toda su energía en la parte media del guión, y sólo hubiera podido endilgarnos un cómodo "deus ex-machina" durante la conclusión para salir del paso. Pero de cualquier modo puedo recomendar G.I. Joe: Resolute como una sólida cinta de acción animada (mejor que algunas que he visto recientemente en acción viva), quizás más apta para quienes no sientan particular nostalgia por la serie original. Al momento de escribir esto no hay fecha definida para su lanzamiento en DVD; el Cartoon Network la ha exhibido un par de ocasiones en horario nocturno; y desde luego se puede encontrar en YouTube como una colección de "webisodes". Como sea, si G.I. Joe: Resolute resulta ser el prólogo de un nuevo programa televisivo, definitivamente me ha inspirado a verlo... siempre y cuando mantengan a Warren Ellis envuelto en su creación. Si eso ocurre, sospecho que pronto estaré gastando dinero nuevamente en juguetes de G.I. Joe.
Calificación: 8