La ciencia ficción me gusta tanto como el terror, pero tiendo a escribir más sobre cine de horror independiente porque, sencillamente, no hay muchas películas de bajo presupuesto que puedan considerarse ciencia ficción. Supongo que todo se resume a una simple verdad: es mucho más barato empapar a los actores con sangre casera que ponerlos en una futurista nave espacial. Claro, hay buenas películas de ciencia ficción estrenadas directamente en DVD que no necesitan efectos especiales para expresar audaces ideas e interesantes conceptos, pero lamentablemente es muy raro encontrar joyas ignoradas como Primer, Suspension y The Man From Earth. Sin embargo, los cada vez más accesibles efectos digitales están haciendo posible la aparición de películas que no necesariamente buscan explorar el rico legado ideológico de la ciencia ficción... sino que sólo desean empapar a sus actores con sangre casera a bordo de una nave espacial, o en un lejano planeta.
No es la situación ideal, pero tampoco soy enemigo del escapista entretenimiento que combina los más obvios aspectos de mis dos géneros favoritos. Así he disfrutado de simples pero divertidas películas como Vampire Wars, Starship Troopers: Hero of the Federation, Starship Troopers: Marauder, Alien Raiders, y ahora Screamers: The Hunting, una muy tardía y frívola secuela de la moderadamente competente Screamers, que en 1995 adaptó (de manera muy libre) el cuento corto Second Variety, del siempre provocativo Philip K. Dick. En aquella película, un grupo de soldados se trasladó a un lejano planeta minero para aplacar una vilenta guerra civil. Pero su misión se convierte en una lucha por la supervivencia cuando los robots inteligentes que el enemigo usa como arma (llamados "screamers" por el ruido que hacen) empiezan a evolucionar, extendiendo su misión hasta la extinción de toda forma de vida en el planeta... y si es posible en el universo.
Screamers: The Hunting se desarrolla varias décadas después de esos eventos. El planeta Sirius 6B ha sido abandonado y se considera deshabitado tras la infestación de screamers; pero cuando se recibe un mensaje de auxilio proveniente de aquel inhóspito mundo, un pequeño grupo de soldados y científicos terrestres parten urgentemente para rescatar a los posibles sobrevivientes, ya que en unos cuantos días un fenómeno cósmico dejará inhabitable su sistema solar. Sin embargo, el equipo es recibido con violencia por los pocos humanos que aún se ocultan en las minas; y cuando la nave de rescate es dañada por los sanguinarios robots, será necesaria la cooperación entre ambos grupos para repararla y escapar antes de que la tormenta cósmica destruya la superficie del planeta... o antes de que sean asimilados por los screamers.
En otras palabras: otro refrito de Aliens, pero con robots asesinos en vez de criaturas extraterrestres. La película tiene el mínimo suficiente de aciertos para disculpar su falta de originalidad, aunque no por ello deja de ser frustrante la irregular calidad de su guión. Por cada cosa buena que logra hacer, hay otra que desmerita sus modestos logros, de modo que al final queda una triste sensación de potencial desperdiciado, que hubiera podido evitarse (o reducirse) trabajando más en el libreto... y en los efectos especiales.
Aunque parece poco eficiente (especialmente cuando se nos indica el peligro químico omnipresente en el árido planeta minero), los robots eligen exterminar a sus víctimas con mera violencia física, y la razón de ello es bastante simple: los sangrientos efectos prácticos son abundantes y razonablemente bien hechos, elevando la energía de la película con "jugosas" decapitaciones, cercenamientos, puñaladas, y el clásico "chest-burster". Pero, como dije, por cada divertida muestra de cruenta violencia, hay otra escena con pésimos efectos digitales que nos sacan de la película y nos hacen recordar su penosamente reducido presupuesto.
Las actuaciones son buenas dentro de lo que puede esperarse, y aunque el confiable Lance Henriksen aparece prominentemente en los créditos iniciales, tarda casi una hora en aparecer. Afortunadamente cuando por fin llega, su mera presencia aporta renovado vigor a la película y casi justifica las abundantes pifias narrativas, entre las que puedo señalar: el forzado y poco creíble romance de dos personajes que literalmente acaban de conocerse; situaciones artificialmente estúpidas usadas como simple excusa para más derramamiento de sangre; y el clásico síndrome "red shirt", que revela a las víctimas y sobrevivientes desde el primer momento que aparecen en pantalla. Las locaciones "extraterrestres" (en realidad las áridas cordilleras de Newfoundland y Labrador, en Canadá) son ciertamente impresionantes, no sólo por su agreste apariencia sino por la bien lograda atmósfera de aislamiento y latente peligro tras cada roca. También, como muchas otras películas similares, gran parte de la acción se desarrolla en un complejo industrial abandonado, aunque esta vez se aprovechan un poco mejor los claustrofóbicos corredores, los húmedos laboratorios y las cavernosas bodegas que, tenuemente iluminadas, sugieren peligro inminente desde cualquier dirección.
Podríamos ver Screamers: The Hunting desde dos puntos de vista: como una mala película que accidentalmente tuvo varios aciertos, o como una potencialmente buena película saboteada por sus abundantes fallas. Debido a mis bajas expectativas hacia todo estreno directo a DVD, mi actitud fue la primera, y eso me permitió disfrutarla módicamente, ignorando sus tropiezos y divirtiéndome durante hora y media llena de sangre, robots asesinos y Lance Henriksen. Pero entenderé si alguien prefiere el más estricto (y realista) enfoque, pues no cabe duda que se desperdició una gran oportunidad de hacer cine de ciencia ficción modesto pero competente, quizás estableciendo un estándar positivo para obras venideras. En defensa de Screamers: The Hunting puedo decir que respeto su mera existencia, pero apreciaría aún más el uso de mejores guiones si es que el género pretende prosperar. Hay muchas oportunidades en él... pero pocos realizadores que sepan aprovecharlas.
Calificación: 6.5
miércoles, 18 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario