Splinter

Splinter no es la biografía del maestro de las Tortugas Ninja, sino un relato de los terroríficos eventos que experimenta un trío de personas atrapadas en una aislada tienda, mientras las acecha una inexplicable criatura que toma control de cuerpos humanos, deformándolos grotescamente en su intento por conseguir más víctimas.

Las personas en cuestión son Seth (Paulo Costanzo) y Polly (Jill Wagner), una pareja citadina cuyo descanso campestre se ve bruscamente interrumpido cuando recogen en el camino a Dennis (Shea Whigham) y Lacey (Rachel Kerbs), quienes resultan ser una pareja de delincuentes huyendo de su más reciente crimen. Pero el inesperado encuentro con un organismo desconocido los deja varados en una aislada tienda y cambia la actitud de las dos parejas, quienes deberán cooperar si quieren escapar con vida de la incomprensible criatura que en cualquier momento podría infectar sus cuerpos.

El eficiente guión de Splinter propone una fascinante amenaza de ambiguo origen y devastadores efectos, haciéndola mucho más temible (e interesante) que un típico "monstruo de la semana". Quizás no sea totalmente original, pues en algunos momentos evoca conceptos de The Thing, Night of the Living Dead e incluso Evil Dead 2, pero definitivamente ofrece algo distinto a las genéricas criaturas digitales con grandes dientes que usualemente acosan a los personajes en este tipo de películas. La dinámica entre los protagonistas va igualmente en contra de nuestras expectativas, pues evoluciona de manera impredecible pero realista y consistente con sus actitudes, de modo que el suspenso se genera naturalmente, sin necesidad de trucos forzados o de la estupidez espontánea que afecta a tantos personajes en muchas películas de terror.

Entre los cineastas independientes está de moda la vieja estrategia de ubicar su argumento en una sola locación, para explotar al máximo su reducido presupuesto, ahorrando tiempo y dinero en transporte, equipo y personal técnico. Sin embargo, no todos cuentan con la creatividad necesaria para conciliar esa actitud ahorrativa con una historia genuinamente interesante, que no se vea frustrada por sus limitaciones, sino que sepa aprovecharlas y convertirlas en ventajas. Me alegra decir que Splinter consigue hacerlo, pues nunca se siente claustrofóbica o restringida por su económica manufactura; su desarrollo en un edificio y el corto número de actores es lógico y no necesita más "envergadura" para contar su historia.

Las actuaciones son también superiores a las que estamos acostumbrados en el cine directo a DVD, pero el auténtico punto fuerte de la película es la dirección del británico Toby Wilkins, cuya disciplina narrativa evita inútiles divagaciones o caprichos "artísticos" que hubieran obstaculizado su implacable ritmo y precisión. Pero no por eso se abstiene de mostrar un estilo sutil y elegante, que eleva la categoría de la película sin desperdiciar recursos. Lo único que podría criticarle es la excesiva edición en las tomas del "monstruo". Entiendo que está evitando mostrar más de lo necesario los efectos especiales, pero en un par de ocasiones desmerita la narrativa al no dejar que asimilemos totalmente algunas importantes escenas. Imagino que no hay solución fácil... por un lado, los módicos efectos cumplen su función de dar vida a la exótica criatura, pero por otro lado están realizados con más ingenio que técnica, de modo que no resistirían un largo examen por parte de la audiencia. Digamos simplemente que es otro caso de "menos es más", aunque me hubiera gustado más no tener tan poco (?).

Además de su exhibición en diversos festivales y muestras cinematográficas, Splinter fue estrenada en DVD, aunque su calidad merecería un lanzamiento en cines. Es cierto que no tiene actores conocidos, ni respaldo mercadológico de algún enorme estudio, y definitivamente hubiera sido un arriesgado proyecto para alguna distribuidora mediana (como Lionsgate o Stage 6 ), pero si no hay recompensa para la creatividad de proyectos independientes terminaremos sufriendo más inútiles re-makes y blandas cintas de "terror" para el mercado juvenil. Splinter se atreve a llegar más allá, y aunque no sea perfecta cumple su cometido con sangre, estilo y sustancia.
Calificación: 8