Repo! The Genetic Opera

Aunque no soy gran fanático de las películas musicales, entre las que me gustan están algunas "óperas rock", como Jesus Christ Superstar, Evita, Tommy y The Wall. Por eso esperé con cauto entusiasmo Repo! The Genetic Opera; no sólo usa rock pesado para contar su historia (mi género musical favorito), sino que tiene un interesante elenco... por no mencionar abundante sangre, vísceras y violencia. El resultado es impresionante en muchos aspectos, pero deficiente en otros, haciendo la experiencia entretenida pero a fin de cuentas poco satisfactoria.

El argumento es un pastiche destilado de la tragedia y melodrama existente en muchas óperas clásicas, y se desarrolla en un pesadillesco mundo futuro donde una epidemia de vaga descripción hace indispensables los trasplantes de órganos para la supervivencia. La poderosa empresa GeneCo vende a crédito tales órganos, pero los desafortunados pacientes que no pueden pagar reciben la visita del "Repo Man" (Anthony Stewart Head), quien simplemente "recupera" los órganos... con la muerte del deudor como inevitable consecuencia. Pero la trama se complica cuando nos enteramos de que el médico-asesino tiene una doble vida como Nathan, el cariñoso y sobre-protector padre de la joven Shilo (Alexa Vega), quien resulta tener una misteriosa conexión con Rotti Largo (Paul Sorvino), presidente de GeneCo y patriarca de la familia más importante del mundo. A su vez, Largo tiene problemas con sus tres hijos caprichosos e inestables, en los que no confía como herederos de su imperio genético. Y de algún modo implicada en la trama está Blind Mag (Sarah Brightman), famosa cantante que conoció a la madre de Shilo, y fue testigo de un triángulo romántico cuyos efectos repercutirán desde los altos estratos de GeneCo hasta los peligrosos callejones donde se vende una poderosa droga extraída de cadáveres.

Como se puede apreciar, la bizantina trama evoca los álgidos dramas de la ópera tradicional, con romances prohibidos, peligrosos secretos y cataclísmicas revelaciones familiares. El problema es que (como en otros musicales), la historia sacrifica flujo y coherencia para acomodar las canciones, de modo que la narrativa sufre tropiezos e interrupciones que hacen su ya complicada historia ocasionalmente incoherente. Si las mencionadas canciones fueran excepcionalmente buenas, creo que podría disculparse la fracturada trama. Pero (dependiendo del gusto personal), creo que no todas funcionan bien, ni en el aspecto musical ni en el narrativo. Y lo peor es que el problema no es exclusivamente del compositor, sino también de los intérpretes y actores, donde también encontramos serias irregularidades.

Paul Sorvino sorprende con su potente voz y precisa actuación, que logra apreciarse incluso a través de los operáticos excesos del guión, diseño de producción y dirección. Anthony Head, otro veterano del teatro musical (aunque es más conocido como Giles en Buffy, The Vampire Slayer), brilla también en el tortuoso papel titular; un anti-héroe cuya violenta y amoral "profesión" contrasta con su vida privada, en la que funciona como sufrido padre de Shilo, tratando de protegerla del feroz mundo exterior... y de su pasado. Hablando de Shilo, la revelación de la película es sin duda Alexa Vega, a quien conocimos en la trilogía de Spy Kids; pero ahora, superada su adolescencia, demuestra muy buena presencia, excelente voz y férrea convicción para cargar bizarras escenas que no requieren exactamente "actuación", sino exagerada reacción.

Por el lado negativo tenemos a los tres hijos del villano, los cuales considero el punto más débil de la película. El desempeño de los actores (Bill Moseley, Nivek Ogre y Paris Hilton) es más exagerado de lo necesario, y creo que no encontraron el balance apropiado entre aspavientos y actuación, a diferencia de los más veteranos actores (Sorvino, Head y Brightman). Pero eso no es todo... siento que su presencia sale sobrando, y aunque entiendo su función como generadores de conflicto, se exceden tanto en ello que resultan sumamente antipáticos. La historia hubiera funcionado mejor reduciendo sus papeles o eliminándolos por completo, junto con la sub-trama que gira en torno a la sucesión de GeneCo.

Repo! The Genetic Opera tiene el obvio propósito de convertirse en una cinta de culto instantáneo, y por ello se siente pedante y forzada cuando debería ser espontánea y vivaz; en otras palabras, aspira a ser como The Rocky Horror Picture Show, aunque termina pareciéndose más a Rent, con su falsa sensibilidad artística ocultando su artificio mercadológico (perdón, fans de Rent). Aún así admito que fue una experiencia cinematográfica única y provocativa, con buena música, excelentes cantantes y sólidos actores atrapados en una historia mediocre pero dispuesta a todo con tal de entretenernos. Esta es una de esas películas divisivas, que unos aclamarán como sublime revelación y otros como tortura sensorial, según su personal gusto. Como sea, en mi humilde opinión Repo! The Genetic Opera tiene suficientes elementos positivos (Vega, Head, Sorvino y sangre, sangre, sangre) para atenuar los negativos (el trío de hermanos, la irregular historia) y hacerse merecedora de una recomendación. Será interesante ver cómo es recibida esta subversiva obra de difícil clasificación en un entorno monopolizado por plásticos musicales corporativos como High School Musical, Camp Rock y demás instancias de "rebeldía" juvenil perfectamente inocua y controlada por emporios multinacionales. Imagino que será ignorada, pero ¿quién sabe? Podría ser adoptada como estandarte musical de la sub-cultura goth, o por quienes ya dejaron atrás la blanda "genialidad" de Hannah Montana o los Jonas Brothers. Disculpen la comparación.
Calificación: 7