domingo, 15 de marzo de 2009

Héroe del Centro Comercial (Paul Blart: Mall Cop)

Gran parte del humor de Héroe del Centro Comercial gira en torno al mismo concepto: la humillación del obeso protagonista. La lógica parece ser ésta: si un hombre borracho hace el ridículo en la pista de baile, puede ser gracioso; pero si el hombre es además mórbidamente obeso, ¿no es lógico pensar que será doblemente hilarante? Francamente yo lo dudo, y créanme que no lo digo por estar firmemente afiliado a ese tipo de estructura corporal, sino porque el guión es tan flojo y predecible que ni con hermanos siameses gordos, homosexuales, con astas de venado y nariz de Groucho resultaría gracioso. Y en caso de que los chistes sobre obesidad no funcionen, podemos confiar en la presencia de exageraciones étnicas, referencias a los ochentas y, como último recurso, al ancianito soez que se burla del protagonista. Algo debe funcionar...

El epónimo protagonista de la película es Paul Blart, obeso guardia de seguridad (¿mencioné que está gordo?) de un anónimo centro comercial, donde pasa su vida profesional patrullando en su Segway, tratando de mantener el orden a pesar de no inspirar respeto alguno ni en los compradores ni en sus colegas. Su vida privada es igualmente frustrante, pues aunque se muestra estoico frente a su madre y su hija, secretamente lamenta no tener pareja romántica. Pero cuando las cosas parecen mejorar (incluyendo la incipiente relación con una vendedora de cabello artificial), Blart tiene que enfrentar un problema mayor: la invasión de un grupo de criminales que pretenden asaltar el centro comercial. Entonces el guardia deberá evitar el audaz crimen y capturar a los ágiles delincuentes... que han tomado como rehén a su hija.

Creo que hay potencial humorístico en una febril exageración del arquetípico guardia de centro comercial, pero siento que Kevin Smith capturó con mayor acierto esa alquímica combinación de prepotencia e impotencia en Mallrats, donde los guardias eran personajes periféricos que servían como aderezo de la comedia. No obstante, pongo en duda la inteligencia de una película basada completamente alrededor de esa débil premisa. Oh, pero lo olvidé... ¡además de todo es gordo! Jo, jo... ¡Eso lo arregla todo!

Sobra decir que Kevin James se ajusta perfectamente a los requerimientos físicos del personaje; además, en sus rutinas como "stand up" ha demostrado agudo humor y acertadas observaciones sobre la cultura popular. Por eso me pareció una decepción su interpretación de este bien intencionado pero torpe guardia, papel que no aprovecha su instinto para la comedia, sino su tolerancia a las humillaciones que le endilga el guión. Pero supongo que todo se compensa con el jugoso cheque que seguramente recibió. Como títeres complementarios del libreto tenemos también a Keir O'Donnell como un traicionero colega; a Bobby Cannavale en el papel de un rudísimo oficial de S.W.A.T.; y a Heather Graham como la guapa vendedora que se interesa románticamente en el protagonista. ¡Un momento!... No es Heather Graham, sino su imitadora Jayma Mays. Supongo que Graham declinó participar en esta farsa, y por un costo menor Mays aporta un similar estilo estético y humorístico. También funcionó de manera aceptable como reemplazo de Anna Faris en Epic Movie... quizás Mays tiene enfrente una lucrativa carrera como oportuna suplente. Mis respetos; trabajo es trabajo.

Entre los pocos puntos positivos de la película están las acrobacias de los criminales, adeptos en parkour y lucidores acrobacias en patineta, bicicleta y otros modos de locomoción. También me gustó la corta pero irreverente actuación de Bobby Cannavale en su más cínico modo. Y debo admitir que me entusiasmó escuchar en el cine la canción Detroit Rock City (¡por segunda vez en un mismo año!). Pero fuera de eso me irritó el flojo libreto, que no hizo el menor esfuerzo por llegar más allá del más burdo y obvio humor. Claro que fue mi error esperar otra cosa cuando al principio de la película podemos ver el logo de la temida casa productora Happy Madison, origen intelectual de tantas películas forjadas por la fama y "talento" de Adam Sandler, cuyo nombre aparece orgullosamente como co-productor de Héroe del Centro Comercial. Quise evitar prejuicios, pero los prejuicios me encontraron por sí solos. No puedo recomendar esta película ni como oda a la gordura ni como simple comedia... Prefiero ver un par de episodios de The King of Queens y ahorrarme la influencia sandleriana. Pero no descarto que los aficionados a ese estilo de humor encuentren mayor atractivo por esta película. Después de todo, risas son risas.
Calificación: 4

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pablo:
Me acabo de enterar (con estupor) que MALL COP recaudó más de 146 millones de dólares sólo en EEUU (¡!) Parece que las profecías de IDIOCRACIA (filme gracioso que a duras penas fue exhibido en su país de origen) se cumplirán paulatinamente. Después de todo, dentro de 500 años, el film ASS ganará ocho oscares y será el más taquillero del año.

Saludos a todos.

ATTE: EL SORPRENDENTE HOMBRE SPAM

Pablo del Moral dijo...

Hombre Spam: Pero quizás la secuela "Ass 2: The Bottom" no será tan buena como la original ;-) Saludos y suerte!

Pablo del Moral dijo...

gmansi: Muchas gracias tu amable comentario; me alegra que el artículo te haya sido útil. Saludos y gracias por la visita!

Anónimo dijo...

Acertadísimo comentario. Una película pobre, desde todo punto de vista. Y si tiene el sello de Sandler, se entiende. Ese tipo es un fenómeno inexplicable para mi, no entiendo los motivos de su éxito.

Pablo del Moral dijo...

Adriana Leindekar: Totalmente de acuerdo... no lo odio, pero tampoco entiendo su inexplicable popularidad. Veremos si el tiempo la confirma o tira su castillo de naipes ;-) Saludos y gracias por tu comentario!