Dead Like Me: Life After Death

El canal de cable HBO revolucionó la televisión moderna con audaces y originales series como The Sopranos, Six Feet Under y Deadwood, las cuales sirvieron como estímulo para que otros canales de paga incursionaran en ese arriesgado mercado emergente. La cadena Showtime fue una de las que primeras que aceptaron el reto, y por alguna razón sus series me parecen mucho más interesantes y creativas que las de HBO (perdón, fans de The Sopranos... nunca vi más de dos episodios).

Entre las excelentes series de Showtime (como Dexter, Weeds, Californication y The L Word) estuvo Dead Like Me, que durante dos temporadas (comenzando en el 2003) relató las aventuras de un grupo de "parcas" (humanos que murieron pero fueron revividos con el fin de recolectar las almas de los recientemente fallecidos) cuya fúnebre labor tenía que balancearse con sus disfuncionales vidas "normales". Bryan Fuller, creador de la serie (y de otras como Wonderfalls y Pushing Daisies), se rehusó a manufacturar un simple melodrama al estilo de Highway to Heaven o Touched by an Angel, y en vez de caer en la rutina de "las parcas ayudan a alguien cada semana", nos presentó un tapiz de variadas situaciones, a veces crueles, a veces optimistas, pero siempre acompañadas por el sarcástico humor de la protagonista y su cínica visión del mundo.

Dicha protagonista era Georgia Lass (Ellen Muth), cuya inesperada muerte a los 18 años implicó un radical cambio de "vida": no sólo tiene que trabajar recolectando almas para un nebuloso poder superior, sino que debe aprender a vivir independientemente por primera vez, alejada para siempre de sus padres y su hermana menor. Durante esas dos temporadas la acompañó en sus andanzas un hábil elenco de apoyo, integrado por Mandy Patinkin (como Rube, el líder del grupo; un hombre compasivo y eficiente pero torturado por su pasado), Callum Blue (en el papel de Mason, un "perdedor" de primer nivel, drogadicto y amoral con un bajo nivel de tolerancia por la autoridad), Jasmine Guy (interpretando a Roxy, policía ruda y carente de humor) y Laura Harris (como Daisy, una frívola pero melancólica ex-actriz que falleció en el set de Lo Que el Viento se Llevó). Eventualmente Fuller abandonó el proyecto debido a sus constantes conflictos con los ejecutivos del canal, y el programa no sobrevivió por mucho tiempo. Pero ahora, gracias a la viabilidad comercial del DVD como medio para debutar películas de bajo presupuesto, tenemos una aparente continuación de la serie en la forma de Dead Like Me: Life After Death.

La trama encuentra a los personajes confundidos por la ausencia de Rube (aparentemente Mandy Patinkin declinó participar en el proyecto), y antes de que sepan lo que está pasando son reclutados por otra parca, el sofisticado y arrogante Cameron (Henry Ian Cusick, más conocido como Desmond en Lost), quien carece de la ética profesional y rectitud del desaparecido líder. Y así, Georgia, Mason, Roxy y Daisy (esta vez interpretada por Sarah Wynter), retoman sus labores con menos entusiasmo y cuidado, rompiendo reglas y siguiendo sus caprichos personales, en vez de ceñirse al estricto código que Rube les inculcó. Los resultados son obviamente catastróficos, y hará falta una rebelión interna para que las descarriadas parcas encuentren nuevamente un camino positivo en su vida después de la muerte.

Supongo que debería estar agradecido por cualquier continuación de una serie que me gustaba mucho y que se canceló prematuramente. Pero las tres principales ausencias (Mandy Patinkin, Laura Harris y el creador Bryan Fuller) cambian bastante la dinámica y hacen que la película se sienta fracturada y difusa. Creo que hay una buena razón para ello; leyendo los créditos encontré la ambigua frase "Fragmentos escritos por", lo cual me lleva a la conclusión de que Dead Like Me: Life After Death se armó con fragmentos de guiones no utilizados durante la filmación del programa, con una apresurada historia "envolvente" que funciona como marco de las aventuras individuales que experimentan los personajes. El resultado es ocasionalmente gracioso gracias a que se respetan las pintorescas personalidades de sus personajes... pero la película nunca se siente como una historia coherente y fluida de principio a fin. Por el lado positivo cabe mencionar la sub-trama dedicada a la protagonista, en la que finalmente hace algo que todos esperábamos ver durante la duración de la serie; también disfruté la interacción entre Muth y Christine Willes (en el papel de Delores Herbig, obsesionada con los gatos y con su eficiencia laboral). Pero el resto de los personajes sufren severamente por la torpeza del guión, que los convierte en aburrido relleno, y no en parte integral de la trama.

No obstante, como dije, agradezco esta continuación y, aunque no resultó tan satisfactoria como yo esperaba me inspira optimismo para el futuro. ¿Quién sabe? Tal vez Dead Like Me: Life After Death se venda lo suficientemente bien para demostrar el interés por este tipo de material, y con suerte una segunda película podría elaborarse con más respeto para los fans y para los personajes. Vaya... no suena muy realista esa idea, ¿verdad? En fin, el tiempo dirá si esta interesante serie continúa viviendo o si necesita la atención de una parca para entregar el alma. Bryan Fuller, por favor deja de perder tiempo con el cadáver de Heroes y regresa a Dead Like Me. La muerte te necesita.
Calificación: 6.5