Happythankyoumoreplease

La curiosamente titulada película Happythankyoumoreplease recibió sobresalientes críticas en varios festivales de cine (especialmente Sundance), y luego de haberla visto es fácil adivinar la razón de tanta hipérbole: es otro afectado melodrama "indie" sobre gente bonita viviendo vidas bohemias en Nueva York, cuyas historias entrelazadas nos ofrecen incisivas observaciones acerca de la soledad, el amor, la amistad y demás facetas de la experiencia humana que se prestan este tipo de cine, y que además combinan bien con canciones de quejumbroso folk-rock. Supongo que el entorno urbano bastó para impresionar a los jueces de dichos festivales, pues ciertamente es una agradecida variación de los incontables melodramas "indie" ubicados en pueblos pequeños que hemos visto recientemente. Y desde luego, como buen snob, en general me gusta este pretencioso género, así que terminé disfrutando Happythankyoumoreplease... aunque no tanto como a los críticos que la aclamaron como "la nueva voz de su generación" (advierto que ya pasaron más de diez años desde que estuve en esa generación).

Los habitantes de Nueva York que protagonizan estas historias entrelazadas son: Sam Wexler (Josh Radnor), joven escritor frustrado porque no ha logrado vender su primera novela. En camino a otra fallida reunión con un editor, Sam encuentra un niño extraviado en el tren subterráneo, y trata de ayudarlo. Pero el niño se rehúsa a revelar su domicilio, y Sam termina llevándolo a su casa, donde empieza a formarse una inesperada amistad entre ambos... la cual podría arruinar el incipiente romance entre el escritor y la mesera Mississippi (Kate Mara). Al mismo tiempo vemos como Mary Catherine (Zoe Kazan), la prima de Sam, pasa por un difícil momento en su relación con Charlie (Pablo Schreiber), quien recibió una oferta de trabajo en Los Ángeles. Mary no quiere mudarse al otro lado del país, pero tampoco quiere bloquear la carrera de su novio; sin embargo, hay factores inesperados que harán más fácil (o difícil) la decisión. Finalmente conocemos a la mejor amiga de Sam, llamada Annie (Malin Akerman), quien sufre un desorden genético llamado Alopecia. La joven vive una vida normal a pesar de su enfermedad, aunque tal vez ha creado barreras emocionales que le impiden ver las buenas oportunidades románticas que tiene enfrente. Y así, a lo largo de hora y media vemos cómo estas personas enfrentan sus particulares dificultades, encuentran soluciones (no siempre verosímiles) o se adaptan a ellas; como sea, las experiencias enriquecerán sus vidas y les enseñarán cosas nuevas sobre sí mismos y sobre el mundo que los rodea.

Suena aburrido y predecible, pero admito que el director/escritor/actor Josh Radnor sabe explotar el moderno concepto de la "familia postiza". Como es bien sabido, algunas personas (especialmente jóvenes) tratan de reemplazar sus disfuncionales familias "reales" con un conjunto de amigos y conocidos que los respaldan emocional y físicamente. O al menos así interpreté yo este tapiz de situaciones y personajes intensamente unidos por lazos que no son necesariamente románticos ni amistosos, sino algo más parecido a la voluble dinámica que identifica las conexiones familiares. Y lo mejor es que Radnor no ofrece explicaciones innecesarias, ni exagera el sentimentalismo de la historia. Desde luego hay momentos conmovedores de alegría o tristeza, pero nunca los sentí estorbosos o forzados para satisfacer fórmulas comerciales. En otras palabras, Happythankyoumoreplease no es una comedia romántica (aunque hay romance y comedia), ni un drama familiar (aunque hay tensión y secretos familiares), ni un tedioso ejercicio de "mumblecore", sino una combinación de todas estas corrientes filtradas por la clara visión de su director y filmada con sorprendente seguridad para un cineasta novato.

Quizás Josh Radnor sea más reconocido por su trabajo en el sitcom How I Met Your Mother, el cual no acostumbro ver. Entonces, no sé si los excesivos aplausos que recibió Happythankyoumoreplease hayan venido de fans de esa serie, pues aunque me pareció bien escrita, dirigida y actuada, a fin de cuentas se mantiene dentro del cómodo nicho del cine "indie" que en ocasiones peca de repetición y falta de ambición narrativa. Lo que la distingue es su sinceridad emocional, su carencia de ironía o cinismo, y la realidad de los personajes, tan palpitantes y creíbles que dan la impresión de estar inspirados en pasajes auto-biográficos del director (aunque afortunadamente no hay letrero de "basada en hechos reales"). De todos los melodramas independientes que he visto recientemente (más por azar que por gusto propio), creo que Happythankyoumoreplease es el que me ha gustado... lo cual merece una recomendación con la acostumbrada advertencia de que no será apreciada por quienes no tengan la paciencia o disposición para tolerar estos "caprichos de escuela de cine", interesantes en el momento de verlos, pero ligeros en ideas que se queden con el espectador a largo plazo (claro que eso aplica a la gran mayoría del cine contemporáneo, así que ¿de qué me quejo?). Y, bueno, con un nombre como Happythankyoumoreplease, creo que el resultado pudo ser peor. Veremos si Radnor logra mantener este éxito como director, o si resulta ser otro Zach Braff que surge gloriosamente de la televisión para impresionarnos en el cine… y luego se apaga tras su brillante debut.

Calificación: 8