Héroes (Push)

Cuando vi los anuncios de Push me pareció uno de esos baratos proyectos realizados a bajo costo para explotar las temporadas bajas de la industria cinematográfica (digamos, cuando ya pasaron las "películas evento" del verano pero antes de que lleguen las cintas de prestigio en el otoño). El hecho de que pasó casi desapercibida tras su estreno en los Estados Unidos confirmó esa percepción; pero mi curiosidad se despertó cuando leí que su director fue Paul McGuigan, cuya previa cinta Lucky Number Slevin me pareció un dinámico, competente y muy entretenido refrito de la fórmula popularizada por Lock, Stock and Two Smoking Barrels y sus incontables imitadoras.

Contra mi expectativa finalmente se estrenó Push en mi país y, aunque dista mucho de ser perfecta, me pareció un modesto y sólido thriller que derrama estilo en cada cuadro sin descuidar su ingenioso libreto y sus coloridos personajes.

Usualmente considero mala señal cuando las películas comienzan con una detallada narración de lo que debemos saber para entender la trama... en algunos casos está justificada, pero en muchos otros se utiliza como un barato truco para cubrir la pereza del guionista. Push cae en un punto intermedio cuando nos revela la existencia de seres humanos con poderes psíquicos esparcidos por todo el mundo, gracias a los experimentos de científicos nazis que durante la Segunda Guerra Mundial trataron de crear súper-soldados con habilidades especiales. Así tenemos "empujadores" que pueden implantar ideas en la mente de otras personas; "sangradores", que pueden causar daño con la voz; "vigilantes" que perciben el futuro, en constante caos; "movedores" con poderes telekinéticos... la lista es bastante larga. El punto es que una misteriosa organización llamada División persigue a estos individuos superdotados para estudiarlos en siniestros laboratorios donde se intenta mejorar y controlar sus habilidades. Pero los planes de Divisón se frustran cuando la joven Kira (Camille Belle) escapa del laboratorio con una droga que podría cambiar para siempre el experimento. Entonces la niña vidente Cassie (Dakota Fanning) recluta al telekinético Nick (Chris Evans) para encontrar a Kira, pues en sus visiones proféticas ha visto que la fugitiva guarda la clave para terminar con la opresión de División... o para darles el triunfo final.

Aunque la mayor parte de los actores son norteamericanos, la historia se desarrolla en Hong Kong; creo que fue una excelente decisión filmar en esa ciudad, pues su exótico sabor enriquece la película y disminuye las obvias comparaciones que seguramente recibirá con la serie televisiva Heroes (empezando por el estúpido y obvio título que recibió Push en México). Acentuando ese sabor está la estilizada dirección del mencionado Paul McGuigan, repleta de energía y dinamismo, pero con la suficiente disciplina para reconocer cuando la trama requiere una mano más sutil y controlada. Ese simple atributo da credibilidad adicional a la narrativa, junto con el sobrio uso de efectos especiales como auténticos auxiliares de la historia. Incluso me gustó que algunos de esos efectos fueran realizados por tradicionales medios prácticos, evitando la saturación de genéricos trucos digitales que otras películas emplean como muletas para sostener su tambaleante historia.

Podemos apreciar igual moderación en el elenco, compuesto por actores competentes, de mediano reconocimiento, pero sin "estrellas" que rompan el balance o distraigan la atención. Chris Evans continúa su carrera de papeles que combinan "actitud" con madurez; Dakota Fanning deja atrás su rebuscado estilo de mini-adulto para transformarse en una hábil actriz juvenil; Djimon Hounsou es un excelente substituto de Samuel L. Jackson; y Ming Na, tan guapa como siempre (¿nunca pensará envejecer?) se luce en un raro papel de acción que muestra su considerable rango histriónico.

Hace un momento mencioné el programa de televisión Heroes, y aunque hay ciertas similitudes con Push (personas con súper-poderes huyendo de la siniestra organización que los persigue), debo decir que esta película me gustó más que las dos últimas temporadas de aquella serie televisiva (lo cual no es un gran halago, pues incluso en sus mejores momentos Heroes me pareció un sobrevaluado refrito de The 4400 - o del comic X-Men, para el caso). Tan sólo la notable dirección y cinematografía de Push merecerían una leve recomendación, pero con la adición de buenos actores y un ingenioso libreto, resulta ser una inesperada y agradable sorpresa que quizás me gustó más por las bajas expectativas que tenía. Al final tiende a caer en absurda exageración, y concluye en una nota ambigua y poco satisfactoria, pero aún así espero que encuentre a su público aunque sea en DVD, ya que no tuvo mucha suerte en los cines de su país. No es nada espectacular o trascendente, pero creo que lo merece.
Calificación: 7.5