La Tierra Media y El Tesoro del Dragón Solitario (Outlander)

Nota: ¿¡EN SERIO!? ¿"La Tierra Media y El Tesoro del Dragón Solitario" fue el mejor título en español que encontraron para "Outlander"? Ugh. En fin... al menos se estrenó en cines de México esta entretenida película, cuya crítica escribí hace varios meses y ahora publico de nuevo para comodidad de los lectores.

Para variar, encontramos más de lo mismo. Otra película sobre vikingos contra aliens. Un momento... ¿vikingos contra aliens? No recuerdo haber visto eso antes. ¿Podrá Outlander ofrecernos algo realmente nuevo? Bueno, quizás no sea totalmente nuevo, pero tiene suficientes detalles frescos para hacerla interesante, muy entretenida y hasta profunda.

La cinta comienza con la caída de una nave espacial a la Tierra; específicamente en Noruega durante el año 700, cuando la sociedad vikinga domina los países nórdicos con su ruda pero honorable cultura. El único sobreviviente del accidente es Kainan (James Caveziel), quien se dispone a explorar el agreste entorno cuando es capturado por Wulfric (Jack Huston) y sus soldados vikingos. Por desafortunada coincidencia, los feroces guerreros investigaban la destrucción de un pueblo vecino, y de inmediato asumen que el recién llegado es culpable del ataque. Sin embargo, cuando Kainan logra comunicarse con sus captores, revela una historia increíble: el culpable de la masacre es un "dragón" que anda suelto, y es urgente que los guerreros cooperen con él para exterminarlo. Los vikingos, primitivos pero no estúpidos, se burlan del absurdo relato. Pero cuando el "dragón" ataca su propia comunidad se dan cuenta de que Kainan decía la verdad y, al principio con desconfianza, deciden seguir su consejo para organizarse y destruir la criatura... que en realidad es un monstruo extraterrestre liberado accidentalmente cuando se estrelló la misma nave espacial.

La historia es simple y un poco predecible, pero está muy bien desarrollada por los co-guionistas Howard McCain (también director) y Dirk Blackman. Los personajes son arquetípicas figuras heroicas en la línea de las tradicionales épicas nórdicas; de hecho, la historia tiene muchos paralelos con Beowulf (el poema, no la mediocre película animada), y podría tomarse como una traviesa "precuela" de tal obra. Algunos actores imprimen demasiado entusiasmo a sus ásperos personajes, pero en general parecen divertirse con la abundancia de testosterona exhibida en sus diálogos y acciones. James Caveziel cumple decorosamente con su función de ser el extraño, no sólo por su procedencia extraterrestre, sino por su cauta y sensible actitud, cuya integración gradual al salvaje estilo de vida vikingo podría funcionar incluso como alegoría del despertar tecnológico y cultural que experimentaron las sociedades primitivas en su lento camino a la civilización.

Para variar, estoy sobre-analizando una película cuyo principal atributo son las emocionantes batallas entre humanos y monstruos extraterrestres. En ese simple nivel Outlander funciona fantásticamente bien, gracias a la diligente dirección del mencionado McCain, a las sinceras actuaciones del elenco, y a la creíble dinámica entre los bien dibujados personajes. Como dije, hay más de un cliché en el libreto, desde la fría mujer guerrera que desarrolla sentimientos por el protagonista, hasta el sabio y tolerante líder vikingo; pero cuando tales clichés están interpretados por actores tan sólidos como la guapa Sophia Myles y el guapo (ahem) John Hurt, se disculpa su falta de originalidad por la elocuencia de su trabajo.

Los efectos especiales son de variable calidad, pero cumplen su función aunque no siempre sean del todo realistas. El más obvio elemento digital es la criatura, de extraordinario diseño y apariencia, aunque no hay que ignorar el invisible trabajo de ambientación que recrea maravillosamente el poblado vikingo, dándole a la película una ambiciosa envergadura que no traiciona su mediano presupuesto.

Al principio mencioné la supuesta profundidad de Outlander; quizás no sea un postulado filosófico, pero merece crédito por ofrecer conceptos que llegan más allá de los simples requerimientos de la historia. Como ejemplos puedo mencionar la concisa pero adecuada explicación sobre la apariencia humana de Kainan; o la sorprendente revelación sobre la motivación del monstruo, que añade un interesante nivel narrativo a la cinta. En resumen, Outlander no busca competir con películas de ciencia ficción de mayor perfil, pero resulta mucho más satisfactoria y entretenida que muchas de ellas. Es una pena que no haya tenido mayor éxito durante su exhibición en cines de los Estados Unidos, pero confío en que su lanzamiento en DVD logrará que encuentre al público correcto que aprecie sus simples pero considerables atributos. Incluso creo que ese público podría rebasar el esperado segmento de fans del género, pues el emocionante y accesible relato cuenta con el potencial de llegar a audiencias no necesariamente interesadas en aliens y naves espaciales. Esperemos que así sea, porque esta es una de esas joyas ocultas, no muy valiosa pero bien pulida, que sirve como recompensa por tantos bodrios que buscan nuestra atención sin merecerla.
Calificación: 8.5