Paul

Nota: Publico nuevamente esta crítica por el reciente estreno de la película en cines de México. ¡Ya era hora!

Me alegra mucho que estén en auge las películas hechas "por geeks, para geeks", pero al mismo tiempo estoy conciente de que eventualmente perderán el aura de innovación, y entonces serán más evidentes sus fallas intrínsecas. Pero bueno... por el momento podemos seguir disfrutándolas tan solo por el hecho de reflejar (y hasta cierto punto validar) el estilo de vida "geek", donde el interés obsesivo por los comics y ciencia ficción se presenta como algo natural y hasta simpático, en vez de usarse para identificar personajes inmaduros y anti-sociales, como ocurría en el pasado. No cabe duda... los "geeks" triunfamos y nos apoderamos de la cultura popular... pero todo ascenso implica una futura caída.

Quizás la cinta Paul sea un presagio de esa caída. No me malinterpreten... me gustó mucho, y me hizo reír no solo por las referencias constantes a Star Wars, Close Encounters of the Third Kind y Aliens (entre muchos otros íconos culturales), sino por la química entre los protagonistas, sus entrañables actuaciones y el honesto cuestionamiento de la religión en general. Sin embargo, ignorando por un momento el factor "geek", la premisa se siente forzada, la trama sufre de tono irregular, y el uso de "villanos bufones" desinfla automáticamente toda noción de suspenso y emoción (por no mencionar credibilidad).

Dicha trama comienza con la llegada de Graeme (Simon Pegg) y su mejor amigo Clive (Nick Frost) a Comic-Con, la enorme convención de comics realizada anualmente en San Diego, a donde asisten no solo para divertirse, sino para promocionar la novela que ambos escribieron e ilustraron. La respuesta al libro no es muy buena, pero eso no detiene los planes vacacionales del par, y cuando termina la convención rentan una casa rodante para visitar sitios importantes en el folklore de OVNIs y conspiraciones, como los alrededores del Area 51 en Nevada y el pueblo de Roswell en Nuevo México. Sin embargo la peregrinación se interrumpe cuando se detienen a prestar ayuda en el sitio de un aparatoso accidente automovilístico... y encuentran a Paul (voz de Seth Rogen), un extraterrestre recién escapado del Area 51 que necesita llegar a la remota locación donde lo recogerán sus congéneres. Tras la sorpresa inicial Graeme y Clive acceden a ayudarlo, pues toda su vida soñaron con una aventura así. El problema es que el gobierno también está buscando al fugitivo, y para capturarlo enviaron al Agente Zoil (Jason Bateman), quien no se detendrá ante nada para recuperar al alien... o matarlo si es necesario para evitar su huida.

Las previas colaboraciones de Simon Pegg y Nick Frost están entre mis películas favoritas (y series de televisión). Lamentablemente esta vez no los acompaña el director Edgar Wright, y en su lugar tenemos a Greg Mottola, cuya sensibilidad pseudo-adolescente contribuyó al éxito de cintas como Superbad y Adventureland. Su estilo vulgar no siempre es compatible con el humor “geek” de Paul, pero de cualquier modo me hizo reír, y el ritmo de la cinta es tan ágil que las partes planas pasan rápidamente y se olvidan cuando llega la siguiente rutina. Además, Mottola sabe aprovechar al elenco de comediantes veteranos, explotando sus particulares talentos sin perder el centro emocional que los define como personas. Pegg y Frost se sienten como versiones maduras de sus personajes en Spaced, conservando esa profunda amistad e hilarante interacción. Kristen Wiig es perfecta como Ruth Buggs, la reprimida campesina que se une accidentalmente a la aventura, no solo para añadir un elemento romántico, sino para cuestionar sus creencias religiosas cuando enfrenta a un extraterrestre “satánico”. Por su parte, Jason Bateman sería un excelente villano si sus esfuerzos por expresar amenaza no se vieran saboteados por dos ineptos ayudantes, interpretados por Bill Hader y Joe Lo Truglio. Su trabajo es decente y cumplen decorosamente las exigencias el libreto; el problema es que su bufonería contradice el tono “realista“ de la historia y, como dije antes, arruinan el suspenso con sus payasadas de Enos y Roscoe P. Coltrane (perdón; referencia solo para viejos). Finalmente tenemos a Paul, la estrella digital que no me pareció tan creíble como Gollum o los "prawns" de District 9. Sin embargo es muy fácil aceptarlo como un personaje "real" gracias a la sutil animación del estudio Double Negative y al competente trabajo vocal de Seth Rogen, cuya interpretación aporta bastantes risas, aunque quizás humaniza más de la cuenta al alien, perdiendo la noción de su origen extraterrestre. Pero bueno… entiendo que el director no quería hacer ciencia ficción real, sino una ligera comedia “geek“

Y en ese aspecto Paul cumple su misión con una trama diseñada a la medida de su público y elevada por buenos actores, sólida dirección y notables efectos especiales. Yo la pondría por encima de Fanboys, Role Models y Free Enterprise, aunque por debajo de Scott Pilgrim Vs. the World, Hot Fuzz y la brillante Shaun of the Dead. Pero si Paul careciera de sus elementos "geek" (por ejemplo, si el alien fuera un típico fugitivo de la ley, o un mexicano tratando de cruzar la frontera), creo que la historia no bastaría para sustentar la película, y desde luego no sería tan relevante para su público objetivo. A eso me refería en mi párrafo inicial; cuando las películas "geek" dejen de ser notables por ese simple hecho, será más difícil disculpar sus fallas y disfrutarlas tan solo por sus valores narrativos. En fin… mientras eso ocurre seguiré riendo con Paul y su condescendiente uso de frases como "It was a boring conversation, anyway" y "Get away from her, you bitch!".

Calificación: 8.5