Inicialmente pensé que gracias al entretenido y económicamente exitoso trabajo de Michael Moore (dejemos a un lado su dudosa objetividad), los documentales generarían renovado interés, y sería más frecuente su exhibición en cines. Lamentablemente no fue así y, como siempre, los mejores exponentes de ese menospreciado género se ven relegados a ocasionales festivales de cine o el obligatorio mercado del DVD. Es una pena, pues las nuevas generaciones de cineastas interesados en filmar la realidad (aunque sea filtrada a través de su visón) han ayudado a la evolución del documental, haciéndolo más accesible, dinámico y entretenido que muchas películas de ficción. Entre los mejores documentales que han escapado la atención del gran parte del público puedo señalar The King of Kong, Anvil, Global Metal y, obviamente, Man on Wire.
Esta excelente película dibuja en amplios trazos la vida del artista Philippe Petit, famoso por sus audaces e ilegales actos de alambrismo en lugares públicos, como las torres de la iglesia de Notre-Dame, en París; los pilares del puente de la bahía de Sydney, en Australia... y la caminata entre las torres del World Trade Center, en Nueva York. Este inigualable evento ocupa la mayor parte del documental, mostrando la meticulosa planeación y realización de la hazaña con entrevistas contemporáneas, pietaje histórico y recreaciones con actores. Y aunque participaron en el proyecto una docena de personas, no hubiera sido posible tener éxito sin el increíble empuje y visión de Petit... auxiliado por asombrosas dosis de buena suerte.
Obviamente esta proeza tuvo lugar hace treinta y cinco años, cuando las torres estaban en las etapas finales de su construcción, y el cuerpo de seguridad estaba acostumbrado a ver trabajadores con extraño equipo subir hasta los pisos superiores de los edificios. Aún así el relato es fascinante y con más suspenso que cualquier película sobre robos bancarios o fugas espectaculares... incluso si sabemos cómo terminará. Pero más allá del aspecto mecánico de la caminata, parece más importante la preparación mental y espiritual del artista y sus cómplices, así como las consecuencias que posteriormente tuvo en su dinámica personal. También hay lugar para el humor en esta extraordinaria historia, no sólo por la grácil y locuaz actitud de los entrevistados, sino por las traviesas referencias a la cultura norteamericana vista a través de la sensibilidad francesa. Sutiles frases como "...para disfrazarme de norteamericano puse muchos bolígrafos en mi bolsillo", y las entrevistas a policías y oficiales reaccionando al evento, pintan una vívida imagen del espíritu social y corporativo de los Estados Unidos en los setentas, lo cual no les impide reconocer la belleza y potencia de la hazaña de Petit.
Supongo que Man on Wire no es un documental de gran ambición o elevada intención. No cambiará al mundo y no busca crear conciencia sobre el genocidio en África o similares atrocidades. Simplemente trata de compartir el asombro y emoción de un evento perdido en la historia que merece una segunda mirada para ayudarnos a ver el mundo contemporáneo con nuevos ojos, y quizás soñar con el día en que sean nuevamente posibles hazañas de ese calibre, realizadas sin patrocinios de bebidas deportivas ni filmadas para un "reality show". Y quizás para recordar con nostalgia un momento del tiempo en el que media docena de franceses y australianos lograron introducir una tonelada de equipo a un rascacielos sin levantar sospechas ni ser acusados de terrorismo. En resumen, Man on Wire no cambia al mundo, pero retrata el mundo que ya cambió.
Calificación: 9
jueves, 11 de junio de 2009
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6 comentarios:
Hola Pablo
Disculpa: ¿Alguna vez escribiste una reseña sobre Begotten?, la busque en tus dos paginas pero no halle una, quisiera saber si la viste y que opinas.
En cuanto a documentales Conociendo a los Friedman me gusto mucho es muy interesante como al final no sabemos de la culpabilidad de los miembros de la familia, el sistema judicial no nos da respuestas, saludos.
Vick: No, nunca escribí sobre Begotten. Me da pena decirlo, pero no he logrado verla completa... no porque me perturbara demasiado, sino porque me pareció un poco aburrida. Pero no digo que sea mala, y en cuanto pueda trataré de verla completa. Por otro lado, el documental de los Friedman defintivamente es perturbador, aunque muy bien armado. Gracias por recordármelo. Muchos saludos!
Pablo : ¿ Qué calificación le darías a Wisconsin Death Trip ?
Gracias y saludos.
Anónimo: Creo que le daría un 8 a Wisconsin Death Trip. Me gustó mientras lo veía, pero al final me quedé esperando una conclusión más fuerte o concisa. Aún así disfruté su sombrío tono y la sugerencia del mal que cayó en el pequeño pueblo. Gracias y saludos.
Pablo, no conoces algun sitio de internet donde pueda ver esta pelicula subtitulada? te lo agradeceria mucho.
Saludos.
Anónimo: Lamento no poder ayudarte; yo la vi en DVD, e ignoro si existe una versión subtitulada en Internet. Como sea, espero que logres verla y muchos saludos!
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