viernes, 16 de marzo de 2012

Un Día Para Sobrevivir (The Grey)


El director Joe Carnahan se especializa en películas de acción altamente estilizadas (aunque de variable calidad), con desbordante actitud y una sensibilidad hiper-masculina que puede ir de la ridícula auto-parodia (The A-Team) hasta la sobria sinceridad (Narc). Un Día Para Sobrevivir se encuentra en el más solemne extremo de ese espectro, y si bien me costó trabajo tragar los más inverosímiles aspectos de su argumento, no cabe duda que el talento del cineasta para crear suspenso y orquestar escenas de acción (por no mencionar su buen gusto para el "casting"), convierten esta cinta en una emocionante experiencia, aderezada con bastante sangre, violencia y buenas actuaciones. Desafortunadamente no será muy agradable para fans de los perros (u otros cánidos).

La historia comienza en una planta petrolera en Alaska, donde el terrible clima y las duras condiciones de trabajo atraen individuos rudos que están huyendo de algo, o que no son "aptos para la sociedad", como nos informa el protagonista John Ottway (Liam Neeson) en su melancólica narración. Y son media docena de tales trabajadores, incluyendo a Ottway, quienes sobreviven un accidente aéreo que los deja varados en mitad del aterrador "desierto blanco", con pocas probabilidades de rescate... y rodeados de lobos hambrientos, organizados y sospechosamente inteligentes. Entonces, guiados por el ecuánime Ottway, los sobrevivientes comienzan la marcha hacia la civilización, luchando en el camino contra sus rencores personales, sus recuerdos y el inclemente clima. Y, claro, contra la jauría de lobos que quieren devorarlos...

La trama de Un Día Para Sobrevivir está basada en un cuento corto de Ian Mackenzie Jeffers, pero la sentí como una película de acción escrita por Jack London, aquel novelista norteamericano popular a principios del siglo veinte que pasó muchos años en "el Yukón", y que acostumbraba usar los gélidos paisajes y el cruel clima de Alaska/Canadá como metáforas de las luchas internas que cada individuo debe superar para conocerse a sí mismo, o como rito de iniciación indispensable para el hombre en busca de su potencial. Y, claro, sus obras más famosas tienen perros de trineo como protagonistas, así que no cuesta trabajo imaginar Un Día Para Sobrevivir como el equivalente humano de esas memorables novelas, que quizás romantizaban el peligro, pero no eludían las consecuencias de enfrentarlo. En otras palabras, esta es una cinta sobre supervivencia no solo física, sino espiritual, con peligros que amenazan nuestra vida y nuestra humanidad.

Claro que también es un thriller de hombres contra lobos... y en ese aspecto me pareció menos satisfactoria. Además de que no me gusta ver animales sufriendo (ni siquiera cuando son creaciones animatrónicas del genial Greg Nicotero), los lobos de Un Día Para Sobrevivir no se comportan como auténticos animales salvajes, sino como monstruos de alguna película de terror, lo cual termina restando credibilidad a los aspectos dramáticos del libreto, y disminuye la fuerza de sus elementos filosóficos (sí, filosóficos; nadie culpará a Carnahan por falta de ambición narrativa). Y aunque no hay mejor actor que Liam Neeson para interpretar el arquetipo del "guerrero-poeta", creo que su actuación se siente ocasionalmente forzada, quizás porque le faltó desarrollo a su personaje; mi teoría es que temieron perder el aura de misterio que lo hace más interesante que sus compañeros, quienes son típica carne de cañón. O, en este caso, de lobos.

Pero bueno... como dije al principio, Carnahan sabe manejar con igual destreza las escenas de acción, los tensos momentos de suspenso, y los respiros contemplativos donde los rudos héroes reflexionan sobre su mortalidad y lo que dejaron atrás. En lo que respecta al sub-género de "hombre contra la naturaleza" creo que hay películas más emocionantes (Jurassic Park), más verosímiles (Frozen) y más divertidas (Eight Legged Freaks); pero pocas aspiran a la densa narrativa y excelentes actuaciones de Un Día Para Sobrevivir, así que merece una recomendación, con la debida advertencia de que incluye algunas horribles escenas de maltrato animal simulado. Aunque, para ser justos, también hay suficiente sufrimiento humano para compensarlo, de modo que hasta los misántropos tenemos con qué entretenernos:
Calificación: 8

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