Búsqueda Implacable 2 (Taken 2)

A pesar de ser una de esas huecas y genéricas cintas de acción producidas por Luc Besson, la original Taken (del 2008) tuvo inesperado éxito económico debido a la sólida interpretación de Liam Neeson, cuyo habitual talento añadió profundidad a una sencilla historia de "búsqueda y rescate" (me abstendré en señalar que por aquella época era muy popular la serie televisiva 24, y Neeson básicamente hizo el papel de Jack Bauer, pero en la pantalla grande). Ahora, cuatro años después, nos llega la secuela, Búsqueda Implacable 2; y si la primera parecía mediocre, la segunda empeora la situación con un libreto increíblemente flojo, dirección insípida y algunas de las más aburridas escenas de acción que haya visto en tiempos recientes (y recuerden que vi Knight and Day...)

Como todo el mundo recuerda (sarcasmo) en Taken vimos al experto en seguridad privada Bryan Mills (Liam Neeson) emprendiendo una implacable cacería de los traficantes humanos que secuestraron a su hija Kim (Maggie Grace); sobra decir (¿spoiler?) que logró rescatarla y todos vivieron felices para siempre... excepto la decena de villanos que Mills mató y torturó para recuperar a su hija. Ahora, varios años después, el padre de uno de esos criminales busca vengar a su hijo muerto; y su plan incluye el secuestro a Kim y a Lennie (Famke Janssen), la ex-esposa de Bryan, mientras los tres pasan unas vacaciones en Turquía. ¿Logrará el rencoroso criminal eliminar al experto en seguridad y a su familia? ¿O se repetirá la historia dejando todavía más muertos y perpetuando el círculo de violencia?

Al igual que su personaje, Neeson hace su mejor esfuerzo por rescatar Búsqueda Implacable 2, elevando hasta las más ridículas escenas con la seriedad y convicción de un auténtico actor profesional que tiene confianza en el libreto... o que al menos sabe fingirla. Por lo demás, la cinta es una colección de forzado melodrama doméstico (Kim no ha logrado obtener su licencia para conducir; Bryan desconfía del nuevo novio de Kim; Lennie tiene problemas con su nuevo esposo; etc.) y secuencias de acción confusas y absolutamente carentes de energía e impacto. Casi me estaba durmiendo durante la persecución automovilística por las estrechas calles de Estambul; y las peleas están editadas en micro-tomas de menos de un segundo, de modo que casi nunca se entiende lo que está pasando, ni podemos apreciar los supuestos "talentos especiales" de Bryan Mills para "hacer lo que mejor sabe hacer" (¿Le copió esa frase a Wolverine, o a alguna compañía aseguradora?).

Lo peor de todo es que Búsqueda Implacable 2 perjudica retroactivamente a Taken, pues los villanos parecen ser tan ineptos que nos hacen dudar sobre la habilidad del héroe. Quizás solo fue suerte encontrarse con una pandilla de idiotas que lo dejan solo durante largos períodos de tiempo para darle oportunidad de escapar; permiten amablemente que haga llamadas telefónicas mientras lo tienen encañonado con sus pistolas; y, desde luego, se ponen a "monologar" interminablemente cuando deberían estar cobrando la venganza que tanto les gusta mencionar. En cuanto a la violencia y "gore", olvídenlo. Búsqueda Implacable 2 es estrictamente material "PG-13"; Neeson usa balas mágicas que siempre dan en el blanco, pero sin derramar una gota de sangre; por el contrario, los villanos usan balas que se disuelven inofensivamente en el aire, o cuando mucho solo funcionan en paredes. Resultado: escenas de acción libres de emoción y suspenso para llenar noventa minutos que se sienten como tres horas por la pereza del director Oliver Megaton. Admito que me gustó su cinta previa (Colombiana), pero esta vez cayó tan bajo que será difícil confiar en sus futuras obras.

Los únicos que podrían disfrutar parcialmente Búsqueda Implacable 2 son los más fieles "padawans" de Qui Gon Jinn, o los que no han descubierto un adecuado reemplazo de 24 en la pantalla chica (algunas sugerencias: Strike Back, Flashpoint, Homeland). Para el resto de la gente, sugiero abstenerse de sufrir esta desvergonzada muestra de esterilidad creativa y apatía narrativa. No vaya a ser que Búsqueda Implacable 2 tenga éxito y nos receten una tercera parte, donde Liam Neeson debe buscar implacablemente la taza de café que dejó sin querer en el techo de su automóvil (invitada especial: Marisa Tomei como la voz de la taza). A estas alturas ya no me extrañaría cualquier ridiculez que parezca viable para Luc Besson y su fábrica de mediocridad cinematográfica. Qué lejos quedó de Léon y Nikita...
Calificación: 5