domingo, 18 de septiembre de 2011

Una Sola Noche (Last Night)

Como individuo con poca experiencia (o interés) en asuntos "del corazón" (y no me refiero a mis palpitaciones), encuentro generalmente aburridos los dramas románticos, pues además de que suelen abusar de los mismos clichés una y otra vez, su intención de conmovernos o hacernos llorar se siente aún más forzada y deshonesta cuando no está bien manejada, lo cual ocurre en la mayor parte de los casos. Sin embargo, decidí ver Una Sola Noche porque me pareció interesante su elenco, además de que prometía una perspectiva distinta a la clásica premisa de "matrimonio en problemas" (por no mencionar que me encontré en el cine con un poco de tiempo libre). Para mi sorpresa, la película terminó gustándome por su detallada narrativa, y porque se atreve a plantear interesantes preguntas sobre el matrimonio, la fidelidad, y las responsabilidades de la pareja. Cierto, estos son temas que he tratado de evadir durante toda mi vida, pero como experimento mental me pareció fascinante y digna de recomendación. Veamos por qué.

La trama se centra en Michael (Sam Worthington) y Joanna Reed (Keira Knightley), una pareja felizmente casada, aunque se encuentran en el punto donde ya terminó el enamoramiento inicial y empiezan a aflorar los clásicos problemas de la rutina marital. Una noche, durante una fiesta de negocios, Joanna nota que Michael está conversando con Laura (Eva Mendes), una atractiva compañera de trabajo, y hay algo en su lenguaje corporal que despierta sospechas de infidelidad. Y lo peor es que al día siguiente Michael y Laura saldrán en un viaje de negocios; pero Joanna trata de controlar sus celos para evitar una pelea. Sin embargo, los papeles se invierten cuando Joanna encuentra casualmente a Alex (Guillaume Canet), con quien tuvo una intensa relación años atrás, cuando vivía en París. Y así vemos cómo ella pasa el día en compañía de su "ex", mientras que Michael tiene una cena casual con Laura. Es obvio que la pareja casada siente atracción por sus respectivas tentaciones, y durante esa fatídica noche tendrán que decidir hasta dónde están dispuestos a llegar...

El "gancho" narrativo de Una Sola Noche es hasta cierto punto el suspenso de "¿lo harán o no lo harán?", pero más allá de eso me gustó que el libreto (escrito por la directora Massy Tadjedin) no se queda en el simple nivel de una fábula moralista, sino que nos envuelve gradualmente en el juego de emociones, circunstancias y decisiones que influirán en el destino de la pareja. El ritmo de la película tiende a ser lento, y quizás dejará insatisfechos a los espectadores que prefieren el desbocado melodrama que vimos en cintas como Closer o Eyes Wide Shut. Por el contrario, Una Sola Noche prefiere fijar su atención en los pequeños detalles... la expresión de Joanna cuando imagina el rumbo que pudo tomar su vida si se hubiera quedado en París; las furtivas miradas de Michael a la escultural Laura, quien a su vez parece disfrutar la atención... Con esto quiero decir que Una Sola Noche no es un catártico dramón de telenovela, sino un metódico e inteligente estudio de caracteres que encontré más satisfactorio por razón de su minimalismo emocional y su claridad temática.

Pero, como siempre, el guión no sería nada sin los actores, y en este caso resulta particularmente importante la contribución de Keira Knightley y Sam Worthington. Desde luego no es sorpresa que Knightley sea una excelente actriz, pero aún así me dejó asombrado la convicción y aplomo que muestra como "mujer casada". No estoy seguro, pero este podría ser su primer papel genuinamente adulto (y no me refiero a su edad, sino a la madurez de su interpretación). Por su parte, Sam Worthington demuestra un rango dramático muy superior al que le hemos visto en sus múltiples roles de acción, y espero que lo tomen en cuenta para futuras películas que no incluyan necesariamente robots post-apocalípticos, humanoides azules o dioses griegos. Los actores secundarios también tienen lo suyo, pero definitivamente este es "El Show de Sam & Keira". Excelente trabajo de estos a veces menospreciados actores.

Tomando en cuenta que los dramas románticos generalmente me hacen pensar "¿faltará mucho para que termine?", me pareció notable que Una Sola Noche lograra capturar mi atención de principio a fin, y me dejara pensando un buen rato después de salir del cine. Por lo tanto estimo que será aún más provocativa y relevante para gente casada, pues podría incitar interesantes (o incómodas) discusiones sobre ¿cuál es peor: la infidelidad física o emocional? ¿Es alguna vez justificable? ¿Podrían existir circunstancias atenuantes? E incluso, ¿podría beneficiar a la pareja? Claro que en posición de "loser" soltero (solterón) mi percepción podría ser distinta pero, independientemente del estado civil, Una Sola Noche me pareció un fascinante drama bien escrito, mejor actuado y precisamente dirigido por una cineasta que obviamente tiene amplia comprensión de la condición humana. Será interesante ver si continúa por el camino "artístico", o si ésta fue su "carta de presentación" para entrar a Hollywood y enfocarse en material más ligero y comercial. Como sea, me gustaría ver el resultado.
Calificación: 8

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ojo con las palpitaciones... y mas con la hipertension arterial jeje

Pablo del Moral dijo...

Anónimo: De hecho, tengo las dos... ¡gané! ;-) Saludos!

Anónimo dijo...

La película está excelente... tenía muchísimo sueño cuando mi esposo me invitó a verla (en la casa) pasadas las 11 de la noche... pensé que me dormiría y cual fue mi sorpresa... me atrapó de principio a fin... y claro que discutimos sobre cada acción o reacción de cada uno de los personajes y sobre la indiscutible pregunta de que es peor la infidelidad física o la mental... buenísima!

Pablo del Moral dijo...

Anónimo: Qué bueno que te gustó; me da gusto que aún la estén descubriendo. Su estreno en cines fue demasiado limitado y corto; la película merece tener mejor suerte en DVD y TV. Saludos y gracias!