Monsters

Uno de los grandes problemas del cine fantástico es que se ha convertido en terreno fértil para la creación de películas de bajo presupuesto que usan la falta de recursos como justificación de su baja calidad. No sé cuantos refritos baratos de zombies, fantasmas o vampiros he visto, y les aseguro que el problema no es la falta de dinero, o los malos efectos especiales, sino las horribles actuaciones, pobre dirección y carencia absoluta de originalidad o inteligencia. Al mismo tiempo, una de las virtudes del cine fantástico es cultivar películas que desafían ese cliché y toman sus limitaciones como un reto a superar por medio de ingenio y la creatividad, de modo que puedan contarnos historias ambiciosas con gran talento al frente y detrás de las cámaras. A esa categoría pertenece Monsters, realizada a muy bajo costo pero con altas ambiciones narrativas, temáticas y estilísticas. No es perfecta, pero considerando todo lo que logró con tan poco dinero, creo que es un triunfo excepcional.

Al principio de Monsters nos explican que, tras descubrir indicios de vida en algún punto del sistema solar (probablemente Europa, la luna congelada de Júpiter), la NASA envió una sonda en busca de muestras orgánicas. Pero al regresar a la Tierra la cápsula se estrelló en México, cerca de la frontera con los Estados Unidos, y las muestras que contenía infectaron gran parte del territorio norte del país. Ahora, seis años después, la infección persiste y los gobiernos de ambas naciones decidieron cercar el área afectada, donde nadie puede transitar por el enorme riesgo que representan las criaturas gigantes que la habitan. Sin embargo, gracias a la corrupción y mala vigilancia de las autoridades mexicanas hay modos de viajar a través de la zona prohibida, como descubren Samantha Wynden (Whitney Able) y Andrew Kaulder (Scoot McNairy). Ella es la hija de un millonario norteamericano, varada en México después de sufrir un accidente; y Andrew es un empleado del magnate que recibe la inesperada orden de regresar a la hija sana y salva a los Estados Unidos. Por un error humano pierden sus pasaportes y boletos para viajar por mar; entonces deberán internarse en la zona prohibida para llegar a la frontera, con todos los peligros que ello implica...

Supongo que sería fácil catalogar Monsters como una cinta de monstruos gigantes al estilo de Skyline o Cloverfield. Sin embargo, creo que su estilo realista y tono político la pone más cerca de District 9, pues también hay un mensaje (o mensajes) que respaldan la más simple historia de una pareja tratando de sobrevivir a los pulpos extraterrestres (no es un spoiler; podemos verlos desde los primeros segundos de la película). Curiosamente también me recordó la original Gojira, no tanto por las criaturas gigantes, sino porque aquella venerable cinta fue una de las primeras en usar el entorno fantástico para combinar diversión escapista y comentario social que hubiera sido difícil de asimilar en una forma más “realista“. Además, al igual que Gojira, Monsters también plantea una de las disyuntivas favoritas de la ciencia ficción: ¿Quiénes son los monstruos realmente? ¿Ellos o nosotros?

Pero esa vieja pregunta (aún válida) no es el único trasfondo de Monsters. La "infección", la zona prohibida, los extraterrestres que amenazan la frontera y los peligros que encuentran los protagonistas para llegar a los Estados Unidos pueden tomarse como metáforas de las muy diversas y complicadas situaciones que aquejan el norte de México y el sur de los Estados Unidos en el mundo real. Supongo que la comparación obvia sería el problema de inmigración ilegal. En el contexto de la película ya existe una enorme pared en la frontera para evitar la entrada de "aliens"... no hay que pensar mucho para interpretar ese detalle. Y el hecho de que sea una pareja norteamericana la que lucha por entrar a los Estados Unidos añade la clásica ironía de estar "en los zapatos del otro". Sin embargo, también me pareció detectar una analogía con el problema de los cárteles que amenazan el norte de México. Tengo parientes en aquella zona, y con frecuencia me cuentan historias de horror real sobre viajeros inocentes encontrando "retenes" de sicarios que protegen los intereses de los narcotraficantes locales. Eso me daría mucho más miedo que los pulpos jupiterianos.

Lo que no me gustó es que Monsters tiende a dejar en el aire todos estos sub-textos y metáforas. Ciertamente añaden profundidad a la historia e invitan a la reflexión, pero parecería que el director Gareth Edwards no quiere comprometerse a ofrecer respuestas ni llevar el simbolismo hasta un nivel más concreto, lo cual me decepcionó un poco. Y ya que estamos metidos en quejas, tampoco sentí muy creíble la tensión romántica entre los personajes. Creo que solo estorba y disminuye el impacto del excelente final (un poco anti-climático, pero melancólico e inevitable). De cualquier modo, con o sin mensajes políticos, creo que Monsters es una inteligente cinta de ciencia ficción con ideas detrás de sus impresionantes imágenes y sustancia que respalda el argumento. Para apreciarla mejor no hay que esperar una película de acción con gran devastación ni batallas masivas. Por el contrario, la minimalista producción enfatiza el suspenso, la humanidad de los personajes y el impacto emocional de la historia, lo cual la hace mucho más satisfactoria e interesante. Ojalá otros cineastas (tanto independientes como “de estudio”) entiendan que esas son las bases de una buena película, y no la cantidad de sangre, criaturas o efectos que puedan meter en sus películas. Hablando de eso... Parece que Gareth Edwards fue contratado para realizar otra versión norteamericana de Godzilla, lo cual me parece al mismo tiempo lógico y absurdo. Veremos cuál de los dos adjetivos gana.

Calificación: 8.5