Gritos de Rabia (Dog Pound)

En muchos aspectos Gritos de Rabia cumple su cometido: darnos una cruda e intensa mirada a un "centro de detención juvenil" en los Estados Unidos, supuestamente dedicado a la rehabilitación de jóvenes delincuentes, cuando en realidad es un es entorno sádico y brutal que fomenta crueldad, intolerancia y la violencia como solución a todos los problemas. El director francés Kim Chapiron (cuya previa cinta, Sheitan, me pareció un interesante experimento en el género de terror) hace un buen trabajo con escasos recursos, y aprovecha la ausencia total de "estrellas" para hacer más realistas las situaciones y personajes de la cinta. Sin embargo, el argumento es casi inexistente, y se reduce a una serie de viñetas que siguen las experiencias de tres internos de reciente ingreso. A través de sus ojos nos vamos enterando de los conflictos entre distintas pandillas, los trucos del tráfico de drogas y la constante lucha de voluntades entre los presos y los guardias, cuyas buenas intenciones de ayudar no duran mucho en ese lugar.

Pero lo peor es que Gritos de Rabia no aporta mucho al "cine carcelario"; y después de haber visto recientemente algunas sobresalientes cintas del mismo género, como Un Prophéte y Celda 211, me costó trabajo mantener el interés en esta interpretación más genérica de los mismos clichés. Por el lado amable, el trabajo de los actores es bastante bueno; y ninguno pertenece a la categoría de "modelos/actores" que vemos en otros dramas juveniles, lo cual ayuda bastante a sumergirnos en la historia; en otras palabras, agradezco que no hayan contratado a Channing Tatum, Cam Gigandet o Michael Cera. El único problema con el elenco es que la mayor parte se ve demasiado viejo. Si hubieran seleccionado actores que realmente parecieran de quince o dieciséis años, quizás Gritos de Rabia sería más impactante y subversiva... algo así como Lord of the Flies tras las rejas, con abundante "shock value" para compensar su simplicidad narrativa. Pero no; dejaron ir esa oportunidad.

Honestamente no tengo mucho que decir sobre Gritos de Rabia. Me entretuvo; tiene un buen mensaje; está razonablemente bien actuada y la dirección de Chapiron es ágil y eficiente, con énfasis en la claridad y libre de distracciones estilísticas. Puedo recomendarla por sus virtudes intrínsecas, pero para fans del género carcelario hay muchas mejores opciones, incluyendo (además de las ya mencionadas) algunos clásicos como American History X, Midnight Express y, desde luego, Bad Boys, mucho más impactante y entretenida (aunque no sea tan realista). Pero bueno... si Gritos de Rabia ayuda a cambiar la actitud de un solo adolescente, habrá valido la pena. Además, si realmente quieren ser criminales, aspiren más alto y entren a la política o finanzas.

Calificación: 7.5