jueves, 6 de enero de 2011

Sherlock

Hace un par de años, cuando se difundió la noticia de que Guy Ritchie realizaría una película de Sherlock Holmes, temí por un momento que su intención fuera hacer una versión modernizada para no ofender la creencia contemporánea de "lo nuevo es bueno; lo viejo es malo". Afortunadamente Ritchie respetó la era de los relatos originales, y estoy seguro de que no fui el único fan de Sherlock Holmes que respiró más tranquilo. Por eso ahora siento extraño recomendar fervientemente aquello que tanto temía: una versión moderna de Sherlock Holmes que traslada a los personajes al Londres actual. Claro que gracias a su hábil productor, lo logra sin perder el espíritu de la obra de Arthur Conan Doyle ni el tremendo ingenio de sus argumentos. Ah, y además de todo, no es una película, sino un programa de televisión.

Quienes estén familiarizados con la televisión británica sabrán que sus "temporadas" difieren significativamente de sus contrapartes norteamericanas. En vez de extenderse a 20 o 25 horas por año, es común que las series inglesas tengan entre 5 y 10 episodios. Sherlock consta de solo tres capítulos, pero cada uno dura alrededor de noventa minutos, de modo que podríamos tomarla como una inusual trilogía de películas que, en mi humilde opinión, funciona mucho mejor que otras sagas más costosas y menos satisfactorias. Cada una de estas "películas" toma como punto de partida algún relato clásico de Sherlock Holmes, modificándolo según las necesidades del mundo moderno y añadiendo nuevos elementos que no se sienten como pegotes forzados, sino como parte integral de una narrativa dinámica e inteligente, de la que (espero) Conan Doyle estaría orgulloso.

El primer episodio, A Study in Pink, está inspirado en A Study in Scarlet, y por lo tanto incluye también el primer encuentro entre Sherlock Holmes (Benedict Cumberbatch) y el Dr. John Watson (Martin Freeman), quien aún sufre problemas físicos y mentales por sus experiencias en la guerra de Afganistán. Entonces, primero como renuentes compañeros de cuarto y luego como aliados contra el crimen, el par acepta ayudar al agobiado Inspector Lestrade (Rupert Graves) para identificar y capturar a un asesino serial que está matando gente con veneno. O, mejor dicho, que está inexplicablemente provocando suicidios de gente inocente sin relación entre ellos. El segundo episodio se titula The Blind Banker (con elementos temáticos del cuento The Sign of Four), y creo que es el más flojo del trío. Su historia es razonablemente interesante, pero se siente mucho más convencional por su típico misterio sobre contrabando de arte, visitas al exótico barrio chino y una damisela en peligro en la forma de la enfermera Sarah (Zoe Telford), quien se perfila como interés romántico para el tímido Dr. Watson. Finalmente, la tercera película es The Great Game, que afortunadamente regresa al dinamismo y complejidad de la primera, manejando diestramente una historia con muchas vertientes y al mismo tiempo atando cabos que se dejaron sueltos en los previos episodios. Y, claro, estableciendo las bases para la segunda temporada de la serie en el 2011.

Por cierto, no he mencionado la principal carta fuerte de Sherlock: el escritor/productor Stephen Moffat, aclamado en el Reino Unido por su excelente trabajo televisivo, que va desde el hilarante sitcom Couplings hasta la enigmática miniserie Jekyll (otra modernización de una clásica figura literaria); y, claro, sin olvidar su trabajo actual conduciendo la exitosísima serie Doctor Who, donde quizás no ha alcanzado las expectativas de sus fans (como yo), pero al menos está mostrando más ambición y mejores ideas que Russell Davies, el previo "showrunner". En fin, el punto es que Moffat hace su propia interpretación de Sherlock Holmes respetando la obra de Conan Doyle, pero sin miedo de cambiar lo que haga falta para hacerlo más consistente con la época actual, no solo incorporando inteligentemente tecnología moderna (como se puede ver en los primeros minutos de A Study in Pink), sino tomando en consideración la evolución de la sociedad en el último siglo. En otras palabras, Sherlock no se limita a poner las historias clásicas en el Londres contemporáneo, sino que las usa como punto temático de partida para "madurarlas" orgánicamente y entregarnos un producto fresco y tradicional. Y con actores de primera línea, por si fuera poco.

Sin embargo, para no crear expectativas demasiado elevadas, debo aclarar que Sherlock no es una serie de acción (aunque hay explosiones y persecuciones), ni debe compararse con el cine moderno de aventuras, y mucho menos con la mencionada película de Guy Ritchie. Sus bases narrativas y técnicas son consistentes con la televisión británica, y aunque tenga algunos elementos estilísticos muy acertados (como los increíbles créditos iniciales), se acerca más a la manufactura de MI-5 o Life on Mars (por ejemplo) que a la de Torchwood. Igualmente aclaro que el 90 por ciento de los episodios consiste en gente hablando, gente deduciendo y Holmes pensando... así que no hay que esperar un Jack Bauer inglés. Pero si la combinación de Steven Moffat, Arthur Conan Doyle y la peculiar flema de la televisión británica suena como una combinación atractiva, Sherlock es una excelente alternativa, sobre todo para quien esté decepcionado por las series policíacas norteamericanas, repletas de efectos pero con argumentos repetitivas y carentes de ingenio. Hablando de lo cual, espero que Jerry Bruckheimer no se "inspire" en ella para hacer CSI: Baker Street, o algo parecido.
Calificación: 8.5

10 comentarios:

John dijo...

Hola Pablo

Ahora que te enfocaste en una serie de television queria preguntarte ¿que te parecio la adaptacion de The Walking Dead?


Saludos.

@lfredo dijo...

Interesante recomendación y lo voy a tomar muy en cuenta esta serie, sobre todo porque soy de esos aludidos fans del género policiaco que están hasta la coronilla de las estupideces estilo CSI, y ni hablar del esperpéntico NCIS. Ya hasta hace muchísimo tiempo que me dejó de gustar Criminal Minds también.

Pese a que me gusta no me considero fans de la obra de Doyle; lo soy de la obra policial de su amigo y rival literario Chesterton al que veo mayor calidad literaria, pese a que admito que Sherlock es más carismático que el pobre y humilde padre Brown.

Saludos.

CABC dijo...

¡Excelente recomendación Pablo!

Hace poco también vi los tres episodios de la tercera temporada y quedé fascinado con la manera en que respetando la esencia de los personajes y el ambiente victoriano, los trasladan a la época actual.

Que Watson sea un blogger y Sherlock prefiera enviar textos a hablar por su celular, son pequeños detalles que enriquecen el mundo de Conan Doyle y le otorgan un nuevo matiz.

No ha y aburrimiento, aunque es cierto que no se debe esperar acción desenfrenada. Las escenas en las que Sherlock realiza sus procesos deductivos sorprendiendo a todos, son fantásticas y realmente se sienten como una traslación a la pantalla de lo escrito por Conan Doyle. Muchas gracias Pablo por la recomendación y aprovecho para preguntarte dos cosas:

1. ¿Consideras como lo dijo un crítico que la televisión en el siglo XXI es el nuevo cine?
El argumento está en que en la pasada década la televisión vivió su etapa de oro y presentó series maduras con historias complejas que tenían una mejor oportunidad de desarrollar personajes que el cine por su duración no tiene.

2. ¿Has visto la serie Community?
Actualmente la considero una de mis series favoritas por el lenguaje meta textual y referencial que tiene de la cultura popular. De hecho hay algunos episodios casi míticos como el que parodia "Goodfellas", el de las películas de acción y el 'bottle episode', donde uno de los personajes pierde un bolígrafo.

Un saludo Pablo.

Anónimo dijo...

peculiar adaptacion que si me dejo satisfecho considerando que los relatos no son mis favoritos (he leido mas de 50 de Agatha Christie) no sabia que eras asiduo a la tv britanica, de USA yo te recomiendo the good wife esta genial, por cierto que opinas de Glee, te gustan sus covers, ya escuchaste el de Valerie, a mi me encantan esas y fringe, GG, the vampire diaries y la numero uno era Alias y luego Lost.
saludos

@lfredo dijo...

Por algún lugar Pablo puso a Glee en la lista de series que no ve, Anónimo.

Anónimo dijo...

Que hay Pablo. Viendo una película mexicana donde sale Super Muñeco (luchador AAA), me surgió la duda, ¿que paises crees que son los mejores productores de películas teniendo en cuenta la relación calidad/cantidad? menciona los primeros 5. Muchos saludos.

Pablo del Moral dijo...

John: Pues... me gustó, pero no tanto como esperaba. El drama está bueno, así como el "gore"; y desde luego me encanta la idea de que haya un programa de televisión sobre zombies con ese nivel de calidad... pero creo que mi problema está con los personajes (o quizás los actores). No encuentro uno que despierte realmente mi interés. Como sea, sin duda seguiré viéndola. Gracias y saludos!

@lfredo: Ojalá tengas oportunidad de ver Sherlock y que no te decepcione. En cuanto a Chesterton, confieso que he leído poco. Hace muchos años, cuando descubrí las maravillas de Project Gutenberg leí algunos cuentos del Padre Brown, pero honestamente no los recuerdo bien. Creo que de niño me apegué a Conan Doyle porque era uno de los autores "antiguos" que no se sentian antiguos; y hasta el momento sigo pensando que su prosa estaba sorprendentemente adelantada a su tiempo (al menos en lo que respecta a estilo). Pero bueno... no quiero salirme del tema ;-) Saludos y muchas gracias!

CABC: Que bien que coincidas con mi apreciación de Sherlock; estoy de acuerdo con todos tus comentarios, y solo queda esperar que no pase desapercibida para los fans de la buena televisión. En cuanto a tus preguntas:
1.- No creo que sea justa la comparación entre cine y TV. Creo que la fuerza del cine está en las historias que cuenta, y cómo las cuenta, mientras que la fuerza de la televisión está en los personajes. En otras palabras, si te gustan los personajes de Friends, puedes aguantar algunos episodios malos; pero si vas a ver una película y la historia es mala, difícilmente vas a mostrar la misma tolerancia. Por otro lado, está el asunto de la duración. La película tiene que establecer una historia, crear personajes y llevarnos a una conclusión satisfactoria en alrededor de dos horas, mientras que la serie puede tomarse 20 horas por temporada, por un número "x" de temporadas. Y es muy común que las series mejoren con el tiempo (una marcada excecpción sería Heroes), pues los escritores, actores y productores tardan en encontrar la "voz" y ritmo del programa (estoy pensando en The X-Files, Star Trek: The Next Generation, Xena, entre los que realmente florecieron hasta la segunda o tercera temporada). El cine no puede permitirse ese lujo; si las cosas no encajan a la primera, ya se arruinó el asunto. Entonces, resumiendo: No creo que la televisión sea el nuevo cine del siglo XXI; sin embargo, estoy de acuerdo en que generalmente recibo más satisfacción narrativa de la TV que del cine.

2.- Sí, veo Community y me gusta mucho, aunque no empezó así. Los primeros tres o cuatro episodios me parecieron irritantes, y estuve a punto de dejarla, pero noté que mejoraba conforme pasaba el tiempo, y ahora, a la mitad de la segunda temporada, es una de mis comedias favoritas. Gracias por mencionarla y muchos saludos!

Pablo del Moral dijo...

Anónimo: Gracias por la recomendación; por lo general no sigo series de abogados, pero los episodios que he visto de The Good Wife parecen tener buen balance entre leyes y drama personal. En cuanto a Glee, como @lfredo señaló, no está entre mis series regulares, aunque vi por curiosidad un par de episodios (el que dirigió Joss Whedon y el de The Rocky Horror Picture Show). La música no me parece mala, pero creo que los guiones carecen de consistencia y profundidad. Claro, estoy de acuerdo en que la "historia" es una excusa para tener los números musicales, pero creo que necesito un poco más de "gancho" para interesarme en una serie. Gracias y saludos!

@lfredo: Gracias por recordar ese detalle! Saludos!

Anónimo 2: Creo que no puedo responder tu pregunta porque incluiría una falacia matemática muy severa. Por ejemplo, digamos que el año pasado vi 200 películas norteamericanas, y considero buenas unas 20; eso quiere decir que su "tasa de calidad" es del 10 por ciento. Por otro lado, vi 2 películas suecas que me gustaron mucho; entonces su tasa de calidad sería del 100%. ¿Sería justo juzgar ambas industrias bajo esos parámetros? Además, esas dos películas suecas fueron adaptaciones de libros exitosos, mientras que el producto norteamericano incluyó obras originales tan dispares como Inception, Easy A, Black Dynamite y Buried. ¿Cómo podría comparar países con tantas muestras de uno y tan pocas de otro? Como sea, tu pregunta es muy interesante y me puso a pensar. Muchas gracias y saludos!

Anónimo dijo...

Asi es, es una cuestión dificil por las variables que mencionas, refiriendome a la la pregunta que te hice sobre los paises productores de películas. Que tal que nos esperamos a ver las versiones americanas de las cintas de Millenium, así al menos podemos hacer una competencia mas justa comparando la misma cosa. Igual gracias por el esfuerzo. En otro asunto, tu calificas películas, pero del 1 al 10 como calificas en general el trabajo como directores de Tarantino, James Cameron, Fincher, Cuarón y David Lynch. Saludos!!!!

Pablo del Moral dijo...

Anónimo: Buena idea; también me interesa el re-make de Let the Right One In, por la misma razón. En cuanto a los directores, les pondría 8 a todos, excepto a Lynch, quien recibiría un 10. Claro que es tan solo mi opinión personal, y no es un método perfecto de evaluar sus carreras. Saludos y suerte!