Los Viajes de Gulliver (Gulliver's Travels)

Ahora sé que la novela Los Viajes de Gulliver, escrita por Jonathan Swift en 1726, fue originalmente una aguda crítica social y política contra las contradictorias costumbres del gobierno inglés, pero cuando la leí de niño me pareció un estupendo relato de fantasía con imaginativas situaciones y fascinantes aventuras. Obviamente lo mismo pensaron los productores de la nueva pélícula Los Viajes de Gulliver, pues desde el mismo principio establece que no será otra cosa que una comedia familiar fundamentada en las bufonadas de Jack Black, cuyo estilo usualmente disfruto. Y Black ciertamente se esfuerza por inyectar gracia en película, pero por más que lo intente no logra rescatar el libreto de su mortal falta de originalidad o ingenio. Pero bueno... al menos se preocupa por explorar extensamente la interacción entre los fluidos corporales de un gigante y un mundo de gente minúscula.

Esta modernizada versión de Los Viajes de Gulliver se centra en el perdedor Lemuel Gulliver (Jack Black), empleado de bajo nivel en un diario neoyorquino, que sueña con convertirse en escritor a pesar de sus inseguridades. Pero su vida parece mejorar cuando la atractiva editora Darcy (Amanda Peet), de quien Gulliver está secretamente enamorado, le asigna la tarea de entrevistar a un ermitaño en Las Bahamas con supuesta información sobre el Triángulo de las Bermudas. Feliz por esta “importante” misión, Gulliver emprende el viaje en bote, pero por supuesto se extravía en aquella misteriosa zona, y termina en la costa de Lilliput, una extraña isla con una población de gente diminuta, que de inmediato lo capturan por ser espía de una isla rival. ¿Logrará el gigante probar su inocencia?

¿El mejor modo para demostrar que Gulliver no es un espía? Apagar un incendio con orina. Y ese es generalmente el tono de Los Viajes de Gulliver. Claro, hay una sub-trama de intriga política en la corte de Lilliput, y el obligatorio mensaje de tolerancia y "no juzgar por las apariencias", pero a fin de cuentas el libreto es una colección de chistes simplones basados en los contrastes entre el protagonista y sus "anfitriones", no solo en lo que se refiere a su enorme tamaño, sino también en su condición de "pez fuera del agua". En otras palabras, cuando el humor no gira en torno a los fluidos corporales de Gulliver, se centra en su incapacidad para encajar en la estricta y refinada corte de Lilliput. Y mejor no mencionar el ridículo final que se sale de control y saca de la nada un robot gigante (en serio). Pero bueno... no puedo decir que haya sido peor que otras cintas familiares recientes. Y al menos incluye una canción de Kiss.

Quien no tenga interés en los habituales desfiguros de Jack Black, ni en arbitrarias referencias a Star Wars, Titanic y las letras de Prince, puede admirar los efectos especiales, no siempre realistas (los peores momentos son cuando Gulliver está en el mar) pero bien diseñados para mostrar la interacción del gigante y la gente pequeña. Usando ingeniosas combinaciones de 3D, modelos y composición digital, Los Viajes de Gulliver realiza la visión de Jonathan Swift mejor que cualquier otra de sus adaptaciones cinematográficas (con la posible excepción de Castle in the Sky). Sin embargo, como dije antes, pierde el agudo filo satírico de la prosa, alterando la historia para adaptarse a las genéricas fórmulas de aventuras y romance contemporáneos. Y aunque soy enemigo de usar la excusa "qué importa, es para niños", no me parece imposible que Los Viajes de Gulliver resulte divertida para el público infantil que quizás disfrutará las vulgares (pero a fin de cuenta inofensivas) tonterías de Jack Black en el mundo de miniaturas. Entonces, no recomiendo esta película como buen cine, pero puede ser aceptable entretenimiento para quien haya encontrado Las Crónicas de Narnia demasiado seria y Megamente demasiado "meta" (aunque me pregunto si los niños apreciarán un número musical basado en una canción "motown" de 1969). Y claro, Los Viajes de Gulliver será imprescindible para quien tenga interés en ver el trasero de Jack Black en 3D.

Calificación: 6 (si en vez de Jack Black el protagonista hubiera sido Adam Sandler -por poner un ejemplo- quizás le hubiera puesto 4)