Daydream Nation

No acostumbro hacerlo, pero ocasionalmente cedo a la tentación de ver una película de dudosa calidad solo porque me gusta su actriz principal; esta vez fue Daydream Nation, con Kat Dennings. Sin embargo podría defenderme diciendo que me gustan las comedias juveniles, y aunque por lo general termino decepcionado, siempre estoy buscando la siguiente "joya oculta" que pasó desapercibida por el público en general (ejemplos pasados incluyen Easy A, Fired Up y St. Trinian's). Sin embargo Daydream Nation no resultó ser una comedia en el estilo vulgar y barato de American Pie o sus secuelas, sino una típica cinta "indie" de tema juvenil con pretensiones y virtudes similares a Igby Goes Down, Assassination of a High School President o The Chumscrubber. En resumen, supongo que podría ser recomendable para seguidores del moderno cine independiente... y para fans de Kat Dennings. Por lo demás, no me pareció una "joya oculta", pero tampoco un fracaso absoluto.

La trama sigue a la joven Caroline Wexler (Kat Dennings) durante la introducción a su nueva vida en un pequeño pueblo, a donde se mudó con su padre tras el fallecimiento de su madre. El cambio de entorno resulta difícil para Caroline, pues encuentra a sus compañeros de escuela profundamente estúpidos, y a los adultos invariablemente aburridos. La única excepción es el apuesto Profesor Anderson (Josh Lucas), con quien empieza un romance ilícito; y para desviar las sospechas de los demás estudiantes, Caroline finge interés en su amigo Thurston (Reece Thompson), tímido y con buenas intenciones, pero repleto de inseguridades y problemas emocionales, por no mencionar su rampante drogadicción. Entonces vemos el gradual desarrollo de este bizarro triángulo amoroso en el marco de un triste pueblo en decadencia con un incendio industrial que nunca se apaga, y con un asesino serial acechando a las mujeres de la comunidad. ¿Habrá felicidad para alguien en este desolador lugar?

Comprendo que no toda la gente traga este pretencioso cine independiente que a veces parece escrito por adolescentes caprichosos y enojados con la vida. Sin embargo yo lo tolero con gusto porque, debajo de los idealizados diálogos y afectado estilo, he encontrado válidas exploraciones de la condición humana, personajes interesantes y acertadas denuncias de los vicios sociales contemporáneos, desde la obsesión con la imagen física, hasta el reemplazo de ideas originales por clichés forjados en los medios de comunicación. No quiero decir que Daydream Nation ofrezca tanto contenido, o sea muy profunda; pero al menos se gana su lugar en el cine “indie” gracias al genuino mensaje detrás de su pre-fabricado estilo. Y si a eso añadimos buenas actuaciones y un libreto denso e impredecible (hasta cierto punto), tenemos una película con algunas fallas que pueden ser disculpadas por sus magros logros.

En el plano técnico me gustó la atmósfera de decadencia rural evocada por la cinematografía y el diseño de producción, combinando exteriores realistas con interiores cálidos y coloridos, los cuales reflejan el estado emocional de sus habitantes. Los actores hacen un buen trabajo hasta en los papeles menores (me partió el corazón Katie Boland en el papel de Jenny, la estudiante "fea" con patéticas ideas de romance), y los actores adolescentes están en el rango de edad apropiado. Hablando de lo cual, me gustó ver a Rachel Blanchard en un papel adulto (profesora de educación física). Su apariencia sigue siendo tan juvenil como hace una década en la serie Clueless, pero la madurez le dio más sustancia dramática, y con suerte encontrará más trabajo en esta etapa de su carrera (aunque temo que sea como "MILF"). El único que desentona un poco es Josh Lucas, cuya innegable apariencia de estrella de cine lo hace menos creíble como profesor de pueblo. Sin embargo compensa esa inconsistencia con una excelente actuación, logrando que el inmoral profesor no se convierta en villano, sino en otra víctima vulnerable ante las maquinaciones de la joven Caroline. Finalmente Kat Dennings repite su típico papel de chica demasiado lista e implacablemente pragmática, con niveles de cinismo que rebasan su joven edad. Su desempeño es bueno, aunque el libreto termina poniéndola en segundo plano para centrarse en las reacciones de sus "galanes", la cual es una de varias sorpresas que nos depara el final, al mismo tiempo sombrío, optimista y conveniente.

Entonces, para no extenderme más, diré que Daydream Nation es otra decente película independiente sobre vidas frustradas en un pueblo pequeño, con malos efectos digitales (el humo del incendio se ve terriblemente falso), competentes actores y algunas buenas ideas esparcidas en una confusa historia con excesivas sub-tramas, y una interpretación del romance muy anti-romántica que me gustó tal vez porque se ajusta a mi ideología particular (aunque variarán los resultados con cada espectador). Ah, y se filmó en Canadá, así que tiene el encanto adicional de actores diciendo "aboot" (en vez de "about"). Como dije al principio, Daydream Nation no es una joya oculta, pero tampoco fue una mala experiencia, y quizás será más apreciada por estudiantes de cine buscando ejemplos de cine semi-biográfico que no parezca un berrinche infantil, sino una genuina historia al mismo tiempo entretenida y con significado para el público. A fin de cuentas prefiero esto que otra secuela directa a DVD de American Pie.

Calificación: 7