miércoles, 19 de enero de 2011

Los Realizadores (What Just Happened)

Tenía buenas expectativas sobre Los Realizadores porque Barry Levinson y Robert De Niro trabajaron previamente en Wag the Dog, una de mis comedias políticas favoritas, y me entusiasmaba la idea de verlos satirizando la industria cinematográfica. Desafortunadamente la película resultó demasiado blanda y superficial para tomarse como una denuncia real de Hollywood, y cuando mucho funciona como una insípida comedia cuyas buenas intenciones no bastan para justificar su falta de energía o aburrido desarrollo (ni la demora de tres años que tomó para llegar a las pantallas de México). De cualquier modo hay un par de momentos graciosos, un poco de indulgente auto-burla y actores con suficiente talento para sentir que no perdimos el tiempo (aunque las opiniones podrán variar).

Los Realizadores sigue aproximadamente una semana en la vida de un poderoso productor llamado Ben (Robert De Niro), a lo largo de la cual lo vemos tratando de controlar las catástrofes que ocurren en su trabajo y en su vida personal. Para empezar, el desastroso "test screening" de su más reciente película lo pone en conflicto con su jefa Lou Tarnow (Catherine Keener), quien quiere alterar el final de la cinta para que no sea un fracaso económico. Pero el iracundo director británico Jeremy Brunell (Michael Wincott) se niega terminantemente a comprometer su visión artística. En el lado doméstico, Ben trata de reconciliarse con su segunda esposa Kelly (Robin Wright Penn), quien quizás sostiene una relación secreta con alguien más en la industria del cine; y su hija adolescente Zoe (Kristen Stewart) también guarda un par de sorpresas para desestabilizar la caótica vida del productor. Ah, y por si todo eso fuera poco, Bruce Willis se rehúsa a afeitarse la barba.

Es fácil burlarse de Hollywood porque, aceptémoslo, desde afuera parece una industria absurda que castiga la originalidad al mismo tiempo que promueve la mediocridad y el conformismo. Sin embargo, yo hubiera pensado que Art Linson, el escritor de Los Realizadores, tendría más cosas que decir sobre el tema, sobre todo después de haber trabajado durante varias décadas como un poderoso productor con cintas como Heat, Fight Club y The Runaways en su filmografía. Y creo que ese es el problema principal con esta cinta; no llega tan lejos como debería, reduciéndose a reciclar los mismos chistes y situaciones que hemos visto en mejores sátiras de la industria cinematográfica; y no solo me refiero a la obvia comparación con The Player, de Robert Altman, sino a series de televisión como Extras, Entourage y hasta 30 Rock, donde se hace inteligente parodia de los excesos, hipocresía y contradicciones de la farándula.

Claro, lo que tiene a favor Los Realizadores es un sólido elenco de actores que con gran gusto interpretan a los clichés de Hollywood, desde Stanley Tucci como el caprichoso guionista hasta el genial Michael Wincott como el director-artista obsesionado con su "visión", sin olvidar a Catherine Keener como la inflexible y mercantilista directora del estudio y John Turturro como el traidor agente que solo está interesado en su próxima comisión. Y no olvidemos los cameos de Bruce Willis y Sean Penn, mostrando buen sentido del humor sobre su propia imagen de estrellas "rebeldes". Sin embargo lo mejor de todo fue Robert De Niro; no digo que sea un gran papel, pero me gustó verlo en una actuación real, expresando astutamente el tumulto de emociones que debe mantener bajo control para no arruinar su carrera, o su vida familiar (me refiero al personaje... ¿o también al actor mismo?). Aún así no estoy seguro de que las escasas risas que provoca la cinta o las actuaciones bastan para compensar su general falta de vigor e impacto. Los Realizadores pudo ser delirantemente subversiva y controversial; un genuino manifiesto en contra de las prácticas que arruinan nuestras experiencias en el cine; sin embargo prefirió ir por el camino seguro sin ofender (demasiado) a los sujetos de su análisis. Ni hablar; supongo que ninguno de los actores, productores, escritores, ni el director Barry Levinson están listos para destruir sus propias carreras; no puedo culparlos, pero siento que nos engañaron. Otra vez.
Calificación: 6

4 comentarios:

zombidromo dijo...

Como tu dices desde The player a Hollywood le gusto autoparodiarse porque honestamente las estrellas solo saben hacer cosas de "estrellas" no de gente real, muchos de ellos dejaron de ser trabajadores de cuello rojo (o de sol a sombra como se les diga en español) hace mucho tiempo, ojala los guionistas estuvieran mas adentrados y cercanos con el mundo real, pero como hollywood es, prefieren la evasion a la confrontacion, a proposito me gustaria saber que te parecio This film is not rated yet, el documental, se me hizo interesante el tema, saludos...

Koolebra dijo...

Vaya, Pablo, veo que los dos tenemos gustos diametralmente distintos... a mí me gustan los finales felices hollywoodenses, y no por ello me siento menos inteligente que tú.
¿Por cierto, qué calificación le darías a la película inglesa "Billy Elliot"?

Anónimo dijo...

Koolebra: Pablo escribió lo siguiente sobre Billy Elliot en el blog de Cinencanto: "Billy Elliot: 7 (simpática, pero redundante después de todas las blandas comedias inglesas que surgieron después de "The Full Monty")"

Saludos!

Pablo del Moral dijo...

Zombidromo: Gracias por tu acertado comentario; sin duda describe muchos de los problemas del Hollywood moderno. En cuanto a This Film is Not Yet Rated, me gustó, pero al mismo tiempo siento que debieron profundizar más en el tema de la censura contra la "auto-regulación". Como sea, una fascinante mirada al lado político de la industria del cine. Saludos!

Koolebra: No estoy en contra de los finales felices, siempre y cuando los justifique la película. Pero quizás tengas razón, y muchas veces el "final feliz" se usa como chivo expiatorio de una mala película, cuando no siempre es el único problema que tiene. En cuanto a Billy Elliot, el buen ANÓNIMO ya se tomó la molestia de buscar la calificación. Gracias a ambos y saludos!

ANÓNIMO: Perfecto cierre de una sesión de respuestas ;-) Otro abrazo y muchas gracias!