lunes, 22 de diciembre de 2008

Rest Stop: Don't Look Back

Hace un par de años la cinta de bajo presupuesto Rest Stop tuvo cierto éxito en su lanzamiento en DVD, a pesar de contar con un confuso argumento que relataba las experiencias de un grupo de turistas atrapados por extraños eventos paranormales en un área de descanso localizada en mitad del desierto (si me preguntan, diría que tuvo más influencia en ese modesto éxito los anuncios del DVD, que mostraba a la guapa actriz Jamie Alexander en ropa interior). En lo personal, me pareció que la película tuvo algunos buenos momentos e ideas, pero en general la sentí aburrida y repleta de esas repetitivas e inconsecuentes escenas que revelan la desesperación de un director que trata de "inflar" la película, ya sea para extender su duración a la de un largometraje, o para simular drama que los vacuos personajes no pueden generar. Y ahora la película Rest Stop: Don't Look Back pretende funcionar como secuela/precuela, continuando la historia y a la vez mostrando los eventos que provocaron la maldición en ese extraño lugar. Creo que sólo los distribuidores, con signos de dólares en los ojos, sintieron la necesidad de extender la mitología de una anémica película que parecía no tener nada más que ofrecer.

Pero bueno... Rest Stop: Don't Look Back comienza con un violento prólogo ubicado en 1972, en el que conocemos a una bizarra "familia" que viaja en su casa rodante, y vemos el sangriento resultado del encuentro que tienen con un granjero en busca de ayuda mecánica a la orilla de la carretera. Entonces nos trasladamos al presente, donde el cabo Tom Hilts (Richard Tillman), en licencia de su destacamiento en Irak, pretende buscar a su hermano, extraviado un año atrás durante los eventos de la primera película. Y así, en compañía de su novia Marilyn (Jesse Ward) y de su "simpático" amigo Jared (Graham Norris), el joven militar recorre la ruta que siguió su hermano un año atrás... para encontrar los mismos fenómenos paranormales y al mismo fantasmal conductor que maneja una siniestra camioneta amarilla...

Al igual que la primera película, Rest Stop: Don't Look Back parece un deforme híbrido del terror asiático y el moderno cine de tortura. Por un lado tenemos al misterioso villano que atormenta a un grupo de jóvenes en un aislado lugar; por otro tenemos manifestaciones de melancólicos fantasmas, lugares marcados por un evento violento y una narrativa lerda y cansada que parece haberse casi improvisado, pues no genera exactamente terror, sino impaciencia. Peor aún, la cinta trata de sorprendernos con el cansado truco de mezclar fantasía y realidad, de modo que no sabemos si la escena que estamos viendo es real o imaginaria, eliminando así el escaso suspenso que podría crear.

Como siempre ocurre, una película de este calibre debe apoyarse en personajes profundamente estúpidos, que no se comporten como seres humanos sino como títeres del guionista, cometiendo todo tipo de errores para impulsar la mediocre trama. La cinta no puede tolerar el uso de sentido común o decisiones inteligentes, pues terminaría en diez minutos. Desafortunadamente eso no ocurre, y en vez de ello tenemos hora y media de malas actuaciones, personajes irritantes, algunas sangrientas escenas y un "misterio" que no presenta interés alguno para resolverse. En resumen, es mi propia culpa haber visto la secuela de una película que ni siquiera me gustó (hablando de decisiones estúpidas...), y sólo me queda recomendar que nadie más cometa el mismo error. Además, por si fuera poco, el final de la cinta amenaza con endilgarnos otra secuela... y desafortunadamente no puedo garantizar que me abstendré de verla. Calificación: 3

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