Fui a ver Entre la Vida y la Muerte (Appaloosa) pensando que sería un re-make de la cinta The Appaloosa, de la que honestamente no recuerdo mucho, excepto que Marlon Brando se peleaba por un caballo de esa raza. Pero resulta que esta nueva cinta no es un re-make, sino la adaptación de una novela publicada en esta década, y aunque obviamente rinde homenaje a los arquetipos del tradicional western, no aporta mucho al género... lo cual no impide que sea una buena película "como las hacían antes".
La trama sigue a Virgil Cole (Ed Harris) y su amigo Mitch (Viggo Mortensen), dos rudos pero honestos hombres que son contratados para limpiar el pueblo de Appaloosa, sojuzgado por la violencia e ilegales manejos del malvado granjero Randall Bragg (Jeremy Irons). Sobra decir que la inmediata tensión entre héroes y villano resulta en variadas peleas y balaceras (¿cómo esperar otra cosa?); pero la situación se complica con la llegada de la atractiva viuda French (Renée Zellweger), cuya presencia despierta emociones latentes en Virgil y Mitch... y al mismo tiempo pone en peligro la seguridad del pueblo entero.
Nací un par de décadas tarde para haber experimentado el western en su momento más fuerte pero eso no me ha impedido disfrutar muchas recientes obras del género, y reconozco que los temas, ritmo y desarrollo de Entre la Vida y la Muerte siguen la pauta establecida desde los inicios de este tipo de cine: simples fábulas morales ubicadas en el viejo oeste norteamericano con personajes que reflejan la nostalgia por una existencia a la vez más simple y más complicada, marcando un período de transición entre el barbarismo del “salvaje” y la naciente cultura social, que requiere cada vez menos honor e ingenio, y más subterfugio, hipocresía y paranoia para sobrevivir en un nivel totalmente distinto. Entiendo el atractivo y en muchos aspectos lo comparto. Pero habiendo visto similares historias durante tanto tiempo, también necesito una trama más interesante de donde puedan desprenderse todos esos mensajes.
Desafortunadamente Entre la Vida y la Muerte no aspira a tanto, y se limita a ser un refrito de los bien conocidos clichés: los héroes rectos y honorables pero poco refinados; el villano cruel y avaro que desprecia la ley y de algún modo controla a su vasto ejército de genéricos y desechables esbirros; la modesta pero coqueta viuda que se interpone entre dos hombres... y, desde luego, las balaceras a caballo en los agrestes paisajes de la pradera y la montaña. Puedo señalar que algunos westerns modernos que me han gustado mucho encontraron el modo de añadir un elemento innovador, o al menos inesperado en su bien conocida fórmula: la filosofía en Unforgiven, el surrealismo visual de The Quick and the Dead, el humor de Silverado, la increíble estética narrativa de The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford... en fin, hay muchos que lograron conciliar la nostalgia con una moderna sensibilidad más apreciable por audiencias modernas.
Pero, como dije, Entre la Vida y la Muerte no es mala, y tiene muchos elementos positivos; el guión es ágil y cuenta con un excelente principio y conclusión (aunque puede sentirse algo lenta durante su parte media); Ed Harris dirige su segunda película con aplomo y madurez (después de la competente Pollock), aunque su punto débil es el aspecto visual que resulta meramente funcional. No obstante, su timidez gráfica se compensa con el detalle prestado a las actuaciones. No hace falta decir que Harris y Mortensen están perfectos en sus papeles, aunque la mayor sorpresa fue Jeremy Irons como el forajido Bragg. No pongo en duda el inmenso talento de este actor, pero no pensé encontrarlo tan creíble como granjero, cuando lo hemos visto tantas veces en papeles aristocráticos y sofisticados. Y supongo que Renée Zellweger cumple su función, aunque el guión no le da mucho material que requiera algo más que su simpática presencia, inocente sonrisa, o gritos de damisela en peligro.
A fin de cuentas Entre la Vida y la Muerte representa una sólida adición al western moderno, pero no resulta particularmente memorable. Quizás sea más atractiva para los aficionados que reconozcan el estilo y temas del género, y aprecien los lacónicos personajes, la parsimoniosa narrativa y el "cocimiento a fuego lento" de la tensión, explosivamente culminada por la obligatoria balacera. Ciertamente puedo recomendarla (tan sólo por sus actuaciones y personajes), pero al mismo tiempo debo añadir que hay mejores películas que no sólo han funcionado como homenaje del clásico western, sino que han logrado trasladarlo exitosamente al nuevo siglo. Y no todas incluyen a Clint Eastwood.
Calificación: 8
domingo, 14 de diciembre de 2008
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3 comentarios:
Pablo : ¿ Por qué mencionás que Unforgiven te gustó mucho cuando en el blog habías mencionado que no te había parecido una maravilla ?
Por Cierto, me da mucho gusto ver la resurrección de Cinencanto en este formato, así podemos volver a disfrutar de tus excelentes críticas.
Gracias y saludos.
Pablo : Soy el que escribió el comentario anterior. Aclaro por las dudas que el blog al que me refiero en la pregunta es el de Cinencanto y no éste.
Anónimo: Gracias por tu apoyo y por leer el blog. En cuanto a tu pregunta sobre Unforgiven, mencioné que no me parece una maravilla, pero aún así le puse 8 en el blog; definitivamente me gustó, aunque no la considero perfecta. Además, como en la crítica de Appaloosa estaba escribiendo colectivamente sobre otros buenos westerns, no quise ser demasiado específico, para no nublar el propósito de la frase, e incluí a Unforgiven sin aclarar que la consideraba ligeramente inferior al resto de los westerns que mencioné. Espero haber resuelto tu pregunta (y no haber confundido más con esta revuelta explicación). Muchos saludos y gracias de nuevo por tu visita.
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