En los últimos años han proliferado las películas con tema post-apocalíptico, y creo que hay dos razones para ello: la situación mundial se vuelve cada día más alarmante e impredecible, lo cual naturalmente inspira la especulación sobre cómo será la vida en los hipotéticos días después de que nuestra civilización se derrumbe bajo el peso de sus vicios y errores colectivos. La otra razón es meramente técnica: el fácil acceso a equipo de audio y video, junto con la edición y distribución digital, hace cada vez más viable la creación de baratas películas sobre el estéril mundo futuro repleto de peligros (traducción: cada vez más aspirantes a cineastas con más entusiasmo que talento reclutan a sus amigos y graban en horas libres una semi-improvisada épica aprovechando la vieja receta de ropa desgarrada, sangre artificial y una decrépita locación prestada por algún pariente).
20 Years After pudo haber sido una de esas genéricas películas, pues su manufactura es prácticamente casera con todo lo que ello implica... actuaciones a nivel amateur, graves inconsistencias en la dirección de arte, burdos efectos especiales y un irregular estilo visual que va desde lo insípido hasta lo bizarro. Sin embargo, es justo darle crédito por evadir bastantes clichés (empezando por los zombies) y por aspirar a lograr algo más profundo, realista y meditativo sobre el mundo del futuro, donde las amenazas mortales y la esperanza de vida no están en manos de imaginarios monstruos o icónicos héroes, sino de la simple interacción humana, tan difícil entonces como hoy.
Como nos avisa el título, la trama se desarrolla dos décadas después del colapso de la civilización (por razones vagamente explicadas, pero que incluyen todos los temores modernos, desde guerra nuclear hasta eco-desastres y mortales epidemias), y se centra en un grupo de sobrevivientes que comienzan la película separados, pero que eventualmente se organizan con un propósito común y loable: proteger a Sara (Azura Skye), la primera mujer embarazada tras muchos años de esterilidad generalizada, lo cual podría señalar el renacimiento de la humanidad... o su eventual extinción.
En vez de emplear un elenco de jóvenes tratando de parecer adultos o viceversa, 20 Years After luce un interesante ensamble de intérpretes que no siempre resultan buenos actores, pero que al menos aportan diversidad y balance a la película, lo cual contribuye a hacer más placentero su burdo desarrollo. Azura Skye resultará familiar para fans de Buffy, The Vampire Slayer, donde tuvo un par de memorables apariciones; Joshua Leonard, más conocido por su histérica interpretación en The Blair Witch Project, encarna a un fatalista locutor de radio cuyos filosóficos (y pretenciosos) monólogos forjan un tenue enlace entre los sobrevivientes dispersos por la región. Pero quizás el más notable actor sea el veterano teatral Reg E. Cathay, quien se mantiene como una impredecible variable en la historia gracias a su mesiánica actitud, ambiguos propósitos y misteriosas habilidades. Ahora que lo pienso, si quisiera exagerar un poco el análisis filosófico del guión, podría especular que cada personaje representa un aspecto de la humanidad, de modo que sus conflictos durante la historia emulan los mismos problemas que hoy vivimos, desde el simplista soñador con utópicas ideas imposibles de implementar, hasta el ególatra patán ciego a la futilidad de su desmedida ambición. Quizás estoy dándole demasiado crédito a la película, pero de algún modo sentí que detrás del lento ritmo e irregular guión había sólidos conceptos y un claro propósito... incluso si el resultado final no respalda por completo esa suposición.
Cierto, el argumento suena como una versión ultra-modesta de Children of Men, y sobra decir que 20 Years After no logra ni un ápice del impacto visceral e intelectual de aquella excelente cinta. Pero es justo señalar que, dentro de sus limitadas posibilidades, pretende igualmente ponernos a pensar mientras nos entretiene. Y aunque no siempre lo logra, debo respetar al equipo técnico y creativo por haberlo intentado. En el cine de bajo presupuesto podemos encontrar fracasos ridículos y fracasos interesantes y, aunque suene como un condescendiente halago, lo hago sinceramente: no puedo recomendar 20 Years After como una buena película, pero sí como un interesante experimento fallido que puede aportar importante experiencia y válidas ideas a otros cineastas con amigos, ropa desgarrada y una fábrica abandonada que les prestó el primo de su vecino... no hagan otra película de zombies, por favor... piensen en algo más creativo y ambicioso, aunque se arriesguen al fracaso. Como muchas veces he dicho, creo que es mejor fallar por intentar algo más allá de las limitaciones propias que por ni siquiera haberlo intentado.
Calificación: 6.5
jueves, 25 de diciembre de 2008
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2 comentarios:
Hola,
Acabo de encontrar tu blog, despues de visitar por simple curiosidad la página de cinencanto. Bueno, aqui estamos de nuevo ! Que bien !
Saludos
Enrique: Muchas gracias por tu apoyo y tus amables palabras. Sólo espero que encuentres los escritos igualmente útiles. Recibe un abrazo y gracias de nuevo.
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