viernes, 7 de noviembre de 2008

Originalmente Pirata (Be Kind, Rewind)

Una vez más el director Michel Gondry nos ofrece su frustrante mezcla de genio visual y torpeza narrativa.

A lo largo de dos décadas, el francés Gondry ha ganado su lugar en el selecto club de directores que lograron elevar a arte el video musical, tradicionalmente una herramienta mercadológica que en manos de esta selecta elite (que quizás incluye a Tarsem, Chris Cunningham y Mark Pellington entre otros) recupera la magia que alguna vez generaron estas modestas rebanadas de música con una elástica narrativa conducida por una canción o artista. En ese aspecto Gondry sobresale, tanto si está trabajando con modestos artistas independientes como para legendarias estrellas del rock. Pero cuando Gondry trata de aplicar esa misma magia a un libreto, el resultado no es tan atractivo, como lamentablemente hemos visto en sus películas, ricas en estilo y creatividad, pero cortas en ideas y emociones.


La excepción es obviamente Eternal Sunshine of the Spotless Mind, cuyo sólido guión sobrevivió la manipulación estética de Gondry. Pero el resto de su filmografía (The Science of Sleep y Human Nature) es ciertamente entretenida, pero no deja de producir una vaga apatía que impide considerarlas como satisfactorias experiencias cinematográficas. En otras palabras, será mejor acostumbrarse a ver sus películas para admirar las ideas visuales del director, y no su pericia conduciendo una narrativa tradicional.


Toda esta letanía es, obviamente, para poner en contexto mi desencanto con Be Kind, Rewind. Un casi perfecto elenco, un tema simpático y la desbordante creatividad de Gondry nuevamente tropiezan al tratar de alcanzar el potencial de un fascinante proyecto. La trama sigue a dos bizarros "slackers" que accidentalmente borran los videocassettes de un decrépito video club. Entonces, para evitar la ira del dueño y la desilusión de sus escasos clientes, la pareja decide recrear en forma casera e hilarante las películas que destruyeron. Paralelo a este brillante concepto tenemos también la lucha de los habitantes del vecindario por preservar un edificio histórico, en memoria de un legendario músico de blues que inició su carrera en el humilde inmueble. Por supuesto ambas historias se mezclan, dando nuevo propósito a los incipientes cineastas y nueva esperanza al anciano que con más pasión defiende el prestigio histórico de su edificio.


Ambas ideas son simpáticas y podrían haber formado el eje de sendas películas, pero su combinación en un sólo libreto se siente excesivo y arbitrario. No cabe duda que Be Kind, Rewind vale la pena verse por sus abuntantes "gags" visuales y los ocurrentes modos como se duplican con recursos caseros escenas de RoboCop, Ghostbusters, Die Hard y una docena más... pero también debo añadir que se pueden ver casi todos esos videos en YouTube y en la página oficial de la película. O, para decirlo de otro modo, todo lo que vale la pena de la película se puede ver gratis sin ir al cine. Esto me hace respetar la integridad de los cineastas... y cuestionar su sentido comercial.


Claro que Gondry es un artista real, y quizás por eso considera sus películas como triunfos en un nivel que otros no aprecian. La verdad encontré el final predecible y empalagoso, pero admiré profundamente el ingenio de la realización, su mensaje global y la sencilla dirección, al mismo tiempo pulida pero carente de afectación. También me gustó la presencia de Jack Black, Danny Glover y Mia Farrow, aunque aún no acabo de tragar a Mos Def como actor. Su participación no es tan irritante como en 16 Blocks, y ese es el mayor halago que puedo darle.


Entonces, sólo queda recomendar con gran entusiasmo partes selectas de Be Kind, Rewind (aquellas partes que pueden verse gratuitamente en Internet) y advertir contra las frecuentes fallas del guión. Si el vaso está medio lleno o medio vacío dependerá de la percepción de cada espectador. A fin de cuentas se trata de una película acerca del amor por el cine (y otras artes), y muchos cinéfilos encontrarán su mensaje válido y conmovedor... pero también encontrarán frustrantes sus fallas y malas decisiones. No obstante, como siempre he dicho, prefiero ver una película que falló al intentar algo original, que un producto más pulido pero carente de innovación. Y, bajo esa simple condición, creo que Be Kind, Rewind merece nuestra atención.

Calificación: 7

3 comentarios:

Gabi saquenmedeaquí dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alvaro dijo...

A mí me apreció un poco extraño el final...Me pareció demasiado triste y nostálgico en comparación con el tono ligero del resto de la película.

Respecto a lo que dices, sobre los directores de videoclips que dan más importancia a lo visual que a la narrativa, me gustaría mencionar "The Fall" la segunda película de Tarsem Singh, completamente predecible pero muy buena visualmente (y también muy entretenida, es muchísimo mejor que "The Cell")

Pablo del Moral dijo...

Álvaro: No he podido ver The Fall, pero te aseguro que tengo muchas ganas, para ver si Singh se redime o si vuelve a confiar demasiado en las imágenes para cubrir las fallas de su libreto. Por lo que dices, sí fue una mejoría; espero verla pronto.