miércoles, 19 de noviembre de 2008

The Hive

Es bien sabido que los avances en tecnología digital han permitido el florecimiento del cine independiente de terror y ciencia ficción, que en décadas pasadas no hubiera aspirado ni a una fracción de los efectos especiales que hoy disfruta. Pero el lado malo de este fenómeno (algunos dirían que no hay lado bueno) es que, al igual que ha ocurrido con el costoso cine hollywoodense, muchas veces los efectos dejan de ser una herramienta y se convierten en un fin por sí mismos. Entonces resulta interesante (al menos para un nerd como yo), observar la evolución paralela de efectos especiales y películas de terror de bajo presupuesto, y examinar la relación entre sus libretos y las herramientas informáticas que se ponen al alcance de estos humildes cineastas.

Unos diez años después de la genial innovación de Jurassic Park se volvió factible la creación casera de criaturas reptiloides, lo cual impulsó muchas películas "B" como Boa Vs. Phyton, Basilisk: The Serpent King, Loch Ness Terror ... en resumen, cualquier monstruo sin pelo (un problema que aún tomaría años para resolverse parcialmente). Después se hicieron accesibles las simulaciones de fluidos para crear líquidos y nubes, lo cual nos dio cintas como Baal: The Storm God y NYC: Tornado Terror; al mismo tiempo se facilitó la creación de fuego digital (Fire Serpent), lava (Magma: Volcanic Disaster) y colisiones (Deadly Skies). Y ahora, el avance en control de partículas que vimos empleado en Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull llega al horror de bajo presupuesto en la forma de The Hive, otra película sobre insectos atacando a la humanidad, lo cual no es nada original por sí mismo... pero al menos resulta ser una muy entretenida película con interesantes ideas y un hábil elenco que no toma muy en serio la historia, pero sí su desempeño.


La trama, para no variar, comienza con ataques de un inmenso hervidero de hormigas sobre la selva brasileña; y para auxiliar en la crisis, la misteriosa empresa "Thorax" envía un grupo de exterminadores con alta tecnología para combatir la invasión. Pero lo que encuentran no son típicas hormigas movidas por instinto, sino por extrañas manifestaciones de inteligencia que los especialistas se rehúsan a aceptar... hasta que los increíblemente organizados insectos empiezan a tomar rehenes y a comunicarse matemáticamente con la humanidad. Pero lo mejor es que detrás de ese comportamiento hay un misterio aún más increíble, que probablemente no sea de origen terrestre...


Aunque la película no sea particularmente buena desde el punto de vista convencional, debo aplaudir su valor para combinar ideas y presentar conceptos tan ridículamente exagerados que se vuelven hipnóticos y, sin importar la calidad de las actuaciones, el realismo de los efectos o la coherencia del argumento, me obligaron a verla hasta el final, pues no quería perderme lo demás que se les ocurrió a los cineastas para divertirnos.


Además de esa audacia narrativa, la película es generalmente mediocre, y sigue los estándares de producción, elenco y distribución a los que nos tienen acostumbrados empresas como Dimension Extreme, Genius y RHI Entertainment: filmada en algún "paraíso fiscal" (esta vez Tailandia) por un director primerizo sin ínfulas de gran artista, un par de actores medianamente conocidos (en este caso Tom Wopat -de The Dukes of Hazzard- y Elizabeth Healey -de la serie británica The Fugitives-), una guapa chica eternamente vestida con un escotado "top" (Jessica Reavis), efectos especiales marginalmente apropiados para una serie de televisión, pero muy distantes a su versión cinematográfica; y un estreno directo a DVD, quizás pasando antes por la obligada función sabatina en el SciFi Channel. Muchas personas detestan (o ignoran) este tipo de películas, pero debo admitir que yo las devoro con entusiasmo debido a que, por azar o enfermedad, me complacen excesivamente sus marginales logros y tiendo a ignorar sus enormes fallas.


Entonces, con esa clara advertencia recomiendo The Hive para quien comparta mi complaciente actitud. No será una joya de la cinematografía, pero logró llenar con humor, incredulidad y una pizca de ingenio la hora y media que gustosamente cedí en un aburrido fin de semana. Además, en el peor de los casos, es imposible no sentir afecto por la película que nos regala la asombrosa frase "¡No negociamos con hormigas!".

Calificación: 6.5

2 comentarios:

El jinete de la perdición dijo...

Personalmente no me gustan estas películas...con la calificación que le diste a "Feast II" decidí darles una oportunidad y no me llevé una sorpresa muy agradable, ni la acabé de ver, me pareció una oda al mal gusto desde el comienzo (aunque quizás era esa la intención, pero para mi se pasó del límite)...
Sé que para gustos hay colores, pero no me veo disfrutando una de estas cintas.
No obstante, me confieso culpable de disfrutar cosas como Resident Evil (la película) o AVP: Requiem :(
Siempre hay dos caras en la moneda.

Pablo del Moral dijo...

Jinete: Mis disculpas por la recomendación de Feast II; como dices, cada quien tiene su nivel de tolerancia por este tipo de cine, y muchas veces pienso que, como los adictos, cada vez necesito más y más para recibir la misma satisfacción. Pero bueno, para bien o para mal me sigue gustando mucho el género de terror y por eso he aprendido a apreciar obras de muy dudosa calidad. Trataré de ser más específico la próxima vez.