jueves, 22 de noviembre de 2012

Bachelorette

Mi primera impresión de Bachelorette fue que intentó ser una imitación barata de la exitosa cinta Bridesmaids, y hasta cierto punto es verdad. El tema es casi el mismo ("damas de honor" planeando la boda de una amiga), hay abundante humor subversivo, e incluso ambas películas comparten una misma actriz secundaria (Rebel Wilson); sin embargo, después de verla, creo que Bachelorette se gana una posición en la "nueva comedia femenina" (por llamarle de algún modo) gracias a la potente mezcla de humor y honestidad que le permite encontrar risas hasta en los más patéticos momentos de sus defectuosos personajes. Habiendo dicho eso, su trama me pareció suficientemente forzada e inverosímil para desmeritar sus esporádicos atributos melodramáticos.

La cinta comienza con la noticia de que Becky (Rebel Wilson) aceptó la propuesta matrimonial de su novio, y ahora necesita que su mejor amiga Regan (Kirsten Dunst) le ayude a organizar la boda. Regan acepta con gusto, pero secretamente se siente molesta al ver que la obesa y ordinaria Becky se va a casar, mientras que ella, más atractiva y sofisticada, no logra encontrar una pareja decente. Y lo mismo les ocurre a sus dos amigas Gena (Lizzy Caplan) y Katie (Isla Fisher). Las tres solían burlarse de Becky en la escuela preparatoria, y ahora sienten que "perdieron" la carrera hacia el altar. Entonces, tras meses de preparación, finalmente llega el día de la boda... y la obligatoria "despedida de soltera", donde todas las emociones, resentimientos y dudas internas de las cuatro amigas llegarán a su punto máximo, poniendo en peligro su felicidad futura.

Como dije al principio, el tema de rivalidades y envidias femeninas parece obvio material humorístico, pero el libreto escrito por la directora Leslye Headland usa la comedia tan solo como un aderezo esporádico, poniendo el énfasis en el drama personal de las amigas, cada una sumergida en su particular infierno personal. Regan tiene novio (o dice tenerlo), pero obviamente hay mucha distancia entre ellos (física y emocional), lo cual contagia de amargura todas sus demás relaciones. Gena vive en un círculo vicioso de alcoholismo y fugaces encuentros sexuales que solo incrementan su frustración y sus deseos de beber. Y Katie está tan acostumbrada a usar su cuerpo como herramienta de avance social que no parece quedar mucho cerebro en su cabeza. Entonces, aunque hay muchas escenas "graciosas" con malos entendidos, vulgaridades y un vestido de novia roto, me atrevo a decir que lo mejor de la película fue la evolución de estos antipáticos personajes hasta llegar al punto de catarsis que revela el origen interno de los problemas que atribuían a circunstancias externas. No es un mensaje nuevo, pero pocas veces lo he visto expresado con esta implacable honestidad.

Para variar, quizás estoy sobre-analizando una simple comedia de bastante mediocre manufactura. Si no fuera así, probablemente estaría echando pestes contra su cruel argumento y los predecibles chistes que tratan de escandalizar pero solo aburren (jo, jo, mujeres hablando de sexo... ¡qué controversial!) No obstante, me pareció detectar algo más profundo en las actuaciones del elenco entero, y preferí enfocarme en ello para rescatar la experiencia. Lizzy Caplan tiene quizás el papel más desgarrador, y me sorprendió su capacidad para expresar inmenso dolor interno detrás de la cínica sonrisa en su rostro. Isla Fisher parece reciclar su típico papel de chica boba, pero añade una pizca de desesperación que nos invita a compadecerla. Y Rebel Wilson trasciende el material gracias a su rango histriónico, incluso en un rol pobremente escrito como chiste viviente. Sin embargo, en mi humilde opinión, Kirsten Dunst se adueña de la película. En muchas ocasiones he alabado su trabajo, pero después de verla desperdiciada en cintas como All Good Things y Melancholia, fue un placer re-descubrirla en una etapa más madura, donde no teme sacrificar su aura angelical para conservar la profunda disfunción del personaje. Ignoro por qué Dunst no trabaja más seguido; y me gustaría pensar que Bachelorette cambiará esa tendencia, pero en verdad lo dudo.

Finalmente me atrevería a decir que, si no tuviera actrices famosas y sin el fantasma de Bridesmaids acechando en cada escena, Bachelorette podría haber sido un semi-éxito "indie" gracias a su insolente tono y su contradictoria, pero interesante, yuxtaposición de humor y tragedia. Lamentablemente la mayor parte de la gente la verá como una comedia fallida (y supongo que hay algo de cierto en ello), así que mi cauta recomendación debe ir acompañada por una advertencia aún mayor: Bachelorette no es una comedia "feel good" para disfrutar con amigos, sino un despiadado estudio de carácter que quizás hace reír de vez en cuando por su audacia y brutalidad; pero, como el tradicional traje de novia, oculta algo más oscuro y perturbador a largo plazo. O al menos así quise interpretarla para no sentir que perdí mi tiempo. Como sea, aprecio todo aquello que refuerza mi decisión de eterna soltería.
Calificación: 7

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"pero, como el tradicional traje de novia, oculta algo más oscuro y perturbador a largo plazo." Jaja que quisiste decir con esto

Pablo del Moral dijo...

Anónimo: Era un "mitad chiste mitad en serio". Creo que no funcionó bien. Saludos y mis disculpas!