Pesadilla Jurásica (The Dinosaur Project)

Uf... otro pseudo-documental de terror basado en el formato del "video casero". Pero... ¡un momento! Esta vez los aterrados personajes no tratan de grabar fantasmas o fenómenos paranormales sino... ¡dinosaurios! Ese simple detalle basta y sobra para despertar mi curiosidad, pero aún hay más: la película Pesadilla Jurásica se centra en mi "críptido" favorito: Mokele Mbembé, el dinosaurio (o manada de dinosaurios) que supuestamente desafió la extinción y aún vive en las ignotas profundidades de la selva del Congo. Y, para cerrar con broche de oro, se trata de una producción inglesa, así que esperaba encontrar personajes menos antipáticos que los del "cine B" norteamericano, quizás con un mínimo de inteligencia y sentido común.

Sobra decir que la película resultó ser un desastre, no solo por mis elevadas expectativas sino por su vergonzoso desperdicio de tantos elementos positivos.

Aunque el tema sea distinto, la mecánica del libreto es prácticamente igual a la de todas las películas de este estilo; Jonathan Marchant (Richard Dillane) es el director de la "Sociedad Criptozoológica Británica", y está organizando expedición por el Congo en busca de evidencia que demuestre la existencia de Mokele Mbembé, un monstruo acuático que vive en los más remotos ríos de aquella región. Sus acompañantes incluyen a la guía local Amara (Abena Ayivor), la Dra. Liz Draper (Natasha Loring), el camarógrafo Dave (Stephen Jennings) y otros "red shirts" que prácticamente tienen la palabra "víctima" tatuada en la frente. Su hijo adolescente Luke (Matt Kane) quiere acompañarlos, pero su padre lo prohíbe por el alto riesgo de la región; sin embargo, como niño entrometido de comedia antigua, Luke se introduce de polizón en el helicóptero donde se trasladarán los exploradores... y es descubierto de inmediato por su padre, pero ya es demasiado tarde para regresar. Entonces el helicóptero sufre daños tras chocar con una extraña criatura voladora (¿Pterodáctilos? ¡Imposible! ¡Se extinguieron hace millones de años!), y la tripulación queda varada en mitad de la selva, sin otra opción que caminar hasta encontrar ayuda. Afortunadamente las cámaras sobrevivieron el choque, y así vemos cómo Marchant y su equipo encuentran múltiples peligros, conflictos personales... y quizás la evidencia que buscaban.

Desde los primeros segundos de Pesadilla Jurásica se nota que el director Sid Bennett (veterano de documentales televisivos) no tiene interés real en la leyenda de Mokele Mbembé, pues su "experto" protagonista lo describe como un monstruo acuático con aletas (similar a "Nessie"), cuando en la realidad (o “realidad”) las tribus locales tienden a identificar a Mokele Mbembé como una criatura cuadrúpeda similar a los saurópodos (por ejemplo el brontosaurio). Es como si una película sobre Sasquatch lo calificara de hombre lobo, o algo así; en el mejor de los casos, se trata de un revisionismo arbitrario que no beneficia en nada a la narrativa; en el peor de los casos, refleja una vergonzosa ignorancia sobre el tema que la cinta pretende cubrir. Pero bueno... licencia dramática... vamos a pasarlo por alto. El problema real surge de la flojísima dirección, el blando libreto y los anónimos personajes carentes de vida o energía. La película es bastante corta (un poco menos de noventa minutos, incluyendo créditos), y aún así se siente lenta y cansada, con ocasionales momentos de suspenso y pseudo-terror para romper la monotonía de las discusiones entre padre e hijo, y de ese clásico cliché del cine B... caminatas por el bosque. Bueno, en este caso es la jungla, pero para el caso da lo mismo. Relleno barato para tapar los múltiples huecos de la historia.

De los actores mejor ni hablar; y tampoco mencionaré la patética estupidez de los personajes, ni la inverosímil tecnología que emplean para grabar en la jungla. Lo único rescatable (además del ingenioso póster) es el trabajo del estudio Jellyfish, encargado de realizar los complicados efectos especiales. La animación de las criaturas me pareció bastante buena, y su integración con el "video casero" es casi siempre creíble y consistente con las condiciones del entorno. Lástima que tanto esfuerzo se haya vertido en una película tan mediocre y poco satisfactoria. Entonces, para no perder más tiempo, diré que encontré algunos momentos interesantes en Pesadilla Jurásica, los cuales podrían justificar la experiencia (siendo muy, muy indulgentes); pero le hizo falta la visión de un director más agudo y capaz (como Matt Reeves en Cloverfield, o André Øvredal en Troll Hunter) para hacerle justicia a este sólido concepto, que podría haber sido una "re-imaginación" de The Lost World para audiencias contemporáneas. De hecho, ni siquiera necesitaba tanto... hasta Roger Corman nos ha dado dino-historias más divertidas con menos recursos, pero mucha más energía y convicción. No puedo creer que esté diciendo esto, pero Dinocroc y Carnosaur me entretuvieron más que Pesadilla Jurásica. Moraleja: De nada sirven los dinosaurios si no hay vigor en su presentación.
Calificación: 6