En ocasiones es interesante ver cómo un cineasta independiente puede re-interpretar las clásicas fórmulas del cine comercial, descubriendo inesperada profundidad o intensas emociones donde parecía no existir nada nuevo por mostrar. La cinta Trucker cae en esa rara categoría, y aunque no me pareció del todo innovadora o satisfactoria, muestra suficiente sinceridad para hacerla recomendable, además de tres excelentes actuaciones que me hubiera gustado ver acompañando un libreto más ingenioso o provocativo. Pero bueno... de cualquier modo no me arrepiento de haberla visto.
La fórmula a la que me referí previamente es la clásica "adulto irresponsable cuida a un niño y ambos terminan aprendiendo sobre sí mismos". Este cliché por lo general impulsa predecibles comedias como The Game Plan, Uptown Girls y Raising Helen, cuyo desarrollo sigue el bien transitado camino que todos conocemos. Desde luego Trucker no es una comedia, aunque sigue una similar rutina narrativa; afortunadamente sus detallados personajes, su cruda intensidad y honesta intención aportan el realismo del que aquellas películas carecen, y le da una fuerte base dramática para contar de manera fresca una historia antigua.
El adulto irresponsable en cuestión es Diane Ford (Michelle Monaghan), conductora de camión que lleva una vida simple y solitaria, recorriendo las carreteras, entablando fugaces relaciones con desconocidos y descansando en casa con su buen amigo Runner (Nathan Fillion). Sin embargo, la libertad de Diane tuvo un elevado precio, pues hace diez años abandonó a su esposo Leonard (Benjamin Bratt) y a su pequeño bebé para seguir sus impulsos vagabundos. Y ahora, cuando Leonard contrae una grave enfermedad, su nueva esposa Jenny (Joey Lauren Adams) le pide a Diane que se encargue temporalmente de su hijo Peter (Jimmy Bennett), quien ya tiene 11 años. Diane acepta con muchas dudas, pues carece del instinto maternal que la sociedad le exige; y, claro, de inmediato chocan su fría actitud con la rebeldía del niño. No obstante, comienza a forjarse un extraño lazo entre madre e hijo, que no los cambiará fundamentalmente, pero quizás logre suavizar sus ásperos espíritus.
Ojalá hubiera algo más sustancioso en Trucker. El primerizo director y guionista James Mottern captura a la perfección la errante vida de Diane, y tácitamente sugiere el vacío emocional que la llevó a ese estado de aislamiento y melancolía. Sin embargo Mottern se muestra vago sobre el origen de la situación, y quizás esa falta de motivación hace difícil compenetrarnos con el personaje durante la primera mitad de la película. Eventualmente la trama cobra fuerza, cuando se enfoca de lleno en la evolución que Diane experimenta al interactuar con su hijo, y me gustó la química que se desarrolla entre ambos, así como las creíbles y abiertas interpretaciones de Joey Lauren Adams y Benjamin Bratt (a quien usualmente no trago).
Sin embargo, la gran virtud de Trucker radica en su trío de actores principales. Podría pensarse que Michelle Monaghan aceptó este papel para conseguir una de esas actuaciones dramáticas "feas" y libres de glamour que tan bien funcionó para Charlize Theron en Monster. Sin embargo no pretendo ser tan cínico, pues Monaghan ya había probado su capacidad en la sobresaliente Gone Baby Gone, y en esta ocasión simplemente confirma su talento como actriz dramática, explorando oportunidades que sus usuales papeles en cintas de acción (Eagle Eye, Mission: Impossible III) o comedias (The Heartbreak Kid, Made of Honor) no le ofrecen. Excelente trabajo que no me atrevería a llamar "merecedor del Oscar" (¿a quién le importan, de cualquier modo?), pero sin duda razón suficiente para ver esta película. También destacan Nathan Fillion como Runner, el vecino de Diane que sufre en su infeliz matrimonio y ve en ella un posible escape, pero sin atreverse a romper el frágil balance de su amistad. Y finalmente tenemos al niño Jimmy Bennet, en ocasiones irritante, pero sin duda buen actor que mantiene su posición incluso frente a la implacable Monaghan. Además, me gustó que no hubiera grandes escenas dramáticas... todo se mantiene sutil y realista, con las emociones bajo la superficie y perfectamente moduladas para llegar al espectador sin abrumarlo.
Entonces, Trucker resultó ser una de esas películas cortas en imaginación e ingenio, que son rescatadas por el talento de sus actores y las emociones que imprimen en el poco lucidor libreto. Puedo recomendarla como adecuado entretenimiento de mediano calibre, aunque no la considere una joya oculta del cine independiente. James Mottern tiene potencial como director, y ojalá mejore su forma narrativa en futuras películas. Por su parte, Michelle Monaghan ha probado que tiene rango para cualquier género y buen criterio para escoger proyectos que la aprovechen (no siempre, pero casi). Esperemos que Trucker sea un buen impulso para su carrera, y lo mismo aplica a Nathan Fillion... no puede mantenerse tan sólo con la buena voluntad de los fans de Firefly y Dr. Horrible...
Calificación: 7
jueves, 14 de enero de 2010
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2 comentarios:
Pablo: quería agradecerte por haber recomendado en Cinencanto Training Day. La vi ayer siguiendo tu recomendación, y me pareció una gran película.
Saludos y gracias de nuevo.
Anónimo: Me da mucho gusto escuchar eso, pues ese fue exactamente el propósito de Cinencanto y ahora de Imagen en Negativo. Un abrazo y feliz fin de semana!
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