Posesión Satánica (The Possession)

El mini-estudio Ghost House Pictures fue fundado por Sam Raimi y Rob Tapert como una modesta casa productora especializada en cintas de terror de bajo costo y alta rentabilidad. Y si bien las credenciales "geek" de estos fundadores son impecables (tan solo por haber creado la trilogía de Evil Dead en cine, y Xena: Warrior Princess en televisión), las películas que produjo inicialmente Ghost House no fueron muy buenas; afortunadamente la situación ha cambiado positivamente en tiempos recientes con cintas directas a DVD como The Messengers 2 y The Grudge 3. Nadie las calificará como "sobresalientes", pero sin duda encontraron la manera de continuar sus respectivas franquicias con cierto grado de credibilidad artística y pericia técnica. Y ahora la tendencia se extiende a la pantalla grande con la cinta Posesión Satánica, la cual compensa su genérico argumento con sólidos actores, buena dirección y más énfasis en el drama familiar que en los sustos.

Supuestamente basada en una historia real (probablemente la misma historia que inspiró la novela Heart Shaped Box, de Joe Hill) Posesión Satánica se centra en la familia Brenek. Los ex-esposos Clyde (Jeffrey Dean Morgan) y Stephanie (Kyra Sedgwick) llevan casi un año separados pero mantienen una relación cordial y comparten la custodia de sus hijas Hannah (Madison Davenport) y Emily (Natasha Calis), quienes parecen adaptarse bien a la nueva situación familiar. Un día, visitando una "venta de garage", Emily se interesa en una extraña caja de madera labrada con caracteres hebreos, y su padre la compra a un precio muy bajo, aunque no logran abrirla. Sin embargo esa misma noche la niña descubre el secreto de la cerradura y abre la caja, dejando salir... algo. Entonces, a lo largo de las siguientes semanas, Emily empieza a mostrar extraños cambios de conducta que sus padres consideran simples caprichos adolescentes. Pero cuando los cambios se vuelven violentos, Clyde trata de investigar el origen de la caja, pues todo comenzó cuando la compraron. Y lo que descubre es un terrible secreto que podría destruir a su familia entera...

El título que la película recibió en México ("Posesión Satánica") sugiere que se trata de otra historia sobre exorcismos, de las cuales hemos tenido muchas (y muy malas) en tiempos recientes; sin embargo sería más preciso comparar esta cinta con The Unborn, ya que ambas abordan similares tradiciones judías (una religión que ni siquiera reconoce a Satanás, por cierto), junto con una mitología más abierta y flexible sobre lo que constituye una "posesión". Quizás la diferencia no sea sustancial en el aspecto práctico (después de todo la película emplea abundantes clichés como “niña hablando con voz masculina“, manifestaciones de insectos y ojos en blanco), pero de algún modo me pareció refrescante no encontrar la obligatoria iconografía católica, o al típico sacerdote dudando de su fe, o cualquiera de los otros estereotipos empleados en cintas como The Last Exorcism, The Devil Inside y Exorcismus.

Pero bueno, como dije, esas diferencias son superficiales. Lo que realmente distingue a Posesión Satánica es su esmero al construir un grupo de personajes honestos y creíbles. La relación de los padres divorciados es realista, y no se explota con fines dramáticos (bueno, quizás hay algunos celos por el nuevo "novio" de la madre, pero no me pareció excesivo). Las niñas no son inverosímiles "adultos miniatura" ni odiosas "chicas pesadas", sino hermanas con obvio afecto fraternal, aunque de vez en cuando tengan diferencias de opinión. Para dar vida a estos interesantes personajes, el veterano director danés Ole Bornedal (¡Milagro! No es un joven director de comerciales, sino un cineasta maduro y establecido) encontró actores con buena química que encajan a la perfección en sus papeles: desde su aparición en Watchmen, Jeffrey Dean Morgan ha ido en declive, y quizás por eso sentí cierta antipatía inicial con su personaje, pero gradualmente logré aceptarlo como un individuo con buenas intenciones a veces saboteadas por malas decisiones. Kyra Sedgwick tiene un papel más convencional de madre recelosa que sería un poco pesado si no estuviera balanceado por el creíble amor que siente por sus hijas. Como la hija mayor, Madison Davenport a veces parece simple relleno, pero logra contribuir emocionalmente a sus escenas. Y, finalmente, Natasha Calis es la revelación de la película, enfrentando con igual naturalidad los pasajes domésticos, las escenas de "posesión", y (lo más difícil) los momentos de transición, donde debe delimitar perfectamente dónde termina la niña y comienza el demonio... o lo que sea que habite la caja de madera.

No obstante, advierto que estos halagos deben tomarse exclusivamente en el contexto de su género; si Posesión Satánica fuera un simple drama familiar "indie" (con otro título, de preferencia) quizás sería uno más del montón, sin rasgos notables ni fallas fatales. Pero en un entorno tan mediocre como el cine "B" de terror, llama la atención su empeño por crear una historia interesante incluso antes de que aparezcan las manifestaciones sobrenaturales. Además del libreto y los actores, también aprecié la música, los sobrios efectos especiales (empleados con refrescante mesura) y la atmósfera de decadencia suburbana que está tomando popularidad en tiempos recientes, como si fuera el utópico "american way of life" de Steven Spielberg, pero visto a través de un cínico filtro entintado por la recesión económica y el colapso de los valores familiares. Entonces, Posesión Satánica me pareció una sólida cinta de terror con inusual integridad narrativa, buenos actores (empezando por su joven estrella adolescente), y algunos sobresaltos bien ganados, que en conjunto logran reducir la sensación de que ya vimos la misma historia en demasiadas ocasiones. En resumen, no pasará al salón de los clásicos, pero resultó ser mejor "terror lite" del que estoy acostumbrado a ver en la pantalla grande. Bien hecho, Sres. Raimi y Tapert. Ahora por favor no arruinen su legado con el re-make de Evil Dead.
Calificación: 7.5