Qué Esperar Cuando Se Está Esperando (What to Expect When You're Expecting)

La nueva película Qué Esperar Cuando se Está Esperando podría clasificarse en la categoría de "libros de auto-ayuda convertidos en horribles películas" (junto con He's Just Not That Into You), pero también podría encajar en la de "múltiples estrellas atrapadas en una horrible película" (donde acompañaría a Valentine's Day y New Year's Eve). Afortunadamente no importa mucho su nicho, pues a fin de cuentas el resultado es el mismo: una horrible película con muchos nombres famosos en los créditos, y muy poca historia para aprovecharlos. Por lo tanto, esta tediosa adaptación falla en todos los niveles: no tiene suficientes risas para cumplir como comedia; y tampoco respeta el espíritu del libro en el que se basa, pues no ofrece consejo alguno o inspiración a las futuras mamás (excepto: "la gente bonita también sufre").

La "trama" sigue a cinco parejas vagamente interconectadas que son afectadas de una u otra forma por el embarazo (o su ausencia): la joven Rosie (Anna Kendrick) no está interesada en tener novio, pero descubre que está embarazada tras una noche de pasión casual con Marco (Chace Crawford), su rival en los negocios. Jules (Cameron Diaz) tiene un próspero futuro como conductora en un programa de "reality", pero su carrera corre peligro cuando queda embarazada, aunque su pareja Evan (Matthew Morrison) piensa que todo será simple porque son celebridades. Por otro lado la fotógrafa de niños Holly (Jennifer Lopez) vive rodeada de bebés y ansía tener uno propio, incluso si su esposo Alex (Rodrigo Santoro) no está tan seguro de la decisión. También tenemos a Wendy (Elizabeth Banks), una supuesta experta en maternidad que no tiene hijos... y cuando queda embarazada se da cuenta de que los serenos consejos que escribe en sus libros no siempre funcionan en la vida real. Mientras tanto su dócil esposo Gary (Ben Falcone) tiene que soportar a su competitivo padre Ramsey (Dennis Quaid), quien presume por haber embarazado a su nueva novia Skyler (Brooklyn Decker), tan joven que podría ser su hija. Y así avanza irregularmente la película, dividiendo su atención entre las parejas (cuyos finales no serán necesariamente felices) y tratando de convencernos de que una colección de situaciones es lo mismo que una historia formal.

En el pasado, cuando Hollywood convertía libros en películas, al menos eran novelas, comics o biografías... algo que tuviera argumento, personajes, flujo cronológico, o similares elementos del arte narrativo. Sin embargo, "dinero llama dinero", así que cualquier libro de éxito es ahora susceptible de ser "adaptado" a una película, siempre y cuando haya guionistas mercenarios y actores famosos en busca de un cheque rápido que no requiera mucho esfuerzo. El libro What To Expect When You're Expecting ha vendido millones de copias, y ha sido de gran utilidad para que muchas familias afronten las dificultades del embarazo (o al menos eso me han dicho). Por otro lado, la película Qué Esperar Cuando se Está Esperando es un refrito de clichés melodramáticos y fórmulas de comedia romántica estructurados en una serie de situaciones con mala forma y nulo ritmo. Pero incluso eso hubiera funcionado si se notara cierto esfuerzo por parte del elenco o del director, para imprimir emociones honestas y dar credibilidad a los personajes; lamentablemente la prioridad de los productores fue llenar casi dos horas con diálogos insulsos, rostros atractivos y sentimentalismo sintético que no despierta otra reacción más que bostezos.

Honestamente no puedo pensar en un solo elemento positivo que pudiera rescatar Qué Esperar Cuando se Está Esperando, pero al mismo tiempo admito que tengo desventaja biológica y no puedo evaluar la cinta desde el punto de vista de alguien que haya vivido (o esté viviendo) el embarazo. ¿Quién sabe? Tal vez el guión que me pareció intolerable oculta valiosas observaciones y divertidas referencias para mamás y futuras mamás que se vean identificadas con los personajes de esta película (después de todo Cameron Diaz, Jennifer Lopez y Brooklyn Decker son fieles reflejos de la mujer promedio, ¿cierto?) Por lo tanto no puedo recomendarla, ni siquiera como instrumento de negociación para espectadores masculinos que acepten llevar a su novia/esposa, a cambio de obtener permiso para ver The Expendables 2, o algo similar. Y lo peor de todo es que Qué Esperar Cuando se Está Esperando establece un funesto precedente para la adaptación de más libros carentes de argumento. Si cierro los ojos puedo imaginar a un guionista en algún lugar de Hollywood tratando de escribir "Manual del iPhone: La Película"... Katherine Heigl y Ashton Kutcher son dos genios lingüísticos que se conocen jugando Words with Friends; al principio se odian, pero su rivalidad se transforma en romance; Julia Roberts y Bradley Cooper intercambian accidentalmente teléfonos en un café, y tratan de encontrarse siguiendo las citas de sus respectivos calendarios; cuando finalmente se encuentran sienten que se conocen tan bien que deciden casarse; Patrick Dempsey es un abogado que envía un inocente mensaje de texto a la juez Halle Berry, pero el "auto-correct" hace de las suyas y lo convierte en un mensaje sexualmente sugestivo; la juez lo manda arrestar, y el abogado debe defender su inocencia en la corte… aunque eso signifique revelar su amor por Berry; y finalmente, Robin Williams inicia un juicio para que el Estado reconozca su matrimonio con Siri. ¿El problema? Robin termina enamorándose de su abogada Jennifer Garner, y Siri se pone tan celosa que le hace la vida imposible. 100 millones de dólares en taquilla el primer fin de semana... garantizado.
Calificación: 4