Poderes Ocultos (Red Lights)

El director español Rodrigo Cortés me impresionó hace un par de años con la notable cinta Buried, donde contó una historia interesante y aprovechó al máximo su minimalista elenco (de una sola persona) sin salir de una de las más pequeñas locaciones imaginables. Ahora, con Poderes Ocultos, Cortés regresa con una historia más convencional aunque igualmente ambiciosa en el aspecto intelectual; y si bien me pareció que incluye demasiados exabruptos dramáticos (por no mencionar un final altamente divisorio), creo que también hay mucho que admirar, especialmente para fans del género fantástico que busquen una sobria "deconstrucción" del tema paranormal.

La trama se centra en la Dra. Margaret Matheson (Sigourney Weaver) y su asistente Tom Buckley (Cillian Murphy), cuyo trabajo en la facultad de Psicología de la Universidad de Toronto incluye la ocasional investigación de fenómenos paranormales, los cuales tienen invariablemente explicación, ya sea como engaños o interpretaciones erróneas de fenómenos naturales. Su labor también incluye colaborar con la policía para atrapar psíquicos fraudulentos que obtienen dinero ilícitamente con sus "poderes" extrasensoriales. Entonces, uno de los psíquicos más famosos del mundo, llamado Simon Silver (Robert De Niro), decide salir del retiro y hacer una gira nacional. Tom se emociona, pues sabe que tendrán la rara oportunidad de desenmascarar uno de los más exitosos fraudes de la historia; pero, curiosamente, la Dra. Matheson se rehúsa a investigar el caso, pues ya tuvo un encuentro en el pasado con Silver. Entonces Tom empieza a obsesionarse y comienza su propia investigación... y sobra decir que lo que encuentra podría cambiar su vida para siempre.

Antes que nada, conviene aclarar que Poderes Ocultos no es una película de terror (como yo suponía inicialmente). Sería más preciso describirla como un drama académico con tintes sobrenaturales, pues gran parte de la narrativa sigue el debate entre ciencia y superstición, exponiendo los métodos que emplean los supuestos "psíquicos" para hacer sus milagrosas lecturas, y explicando la propensión humana a aceptar respuestas irracionales siempre y cuando los dejen satisfechos en el nivel emocional. Sin embargo, como dije al principio, en muchas ocasiones se incrementa bruscamente el nivel del drama, invitando a que los personajes traicionen su carácter y se comporten de manera contradictoria con lo que se había establecido. El guión también usa exageraciones para “elevar las apuestas”, aunque terminan restando credibilidad a la narrativa (por ejemplo, la fama de Silver parece excesiva para un mentalista retirado desde hace treinta años... ¿a alguien le importaría hoy si regresara Uri Geller?). Y ya que estoy encaminado en las quejas, también mencionaré la edición, realizada por el mismo Cortés. El riesgo de ser director/guionista/editor es mostrarse demasiado complaciente y rehusarse a cortar lo que sobra. Poderes Ocultos sufre de este "síndrome de autor", extendiendo escenas más de lo necesario y prolongando la "exposición" hasta niveles abrumadores, cuando tal vez hubiera funcionado mejor un enfoque ágil y conciso que nos hiciera pensar más. Algunos directores tienen una visión muy específica, y sienten que solo ellos podrían hacerle justicia; pero a veces la colaboración es una valiosa herramienta para eliminar la "ceguera subjetiva" que sufre cualquier persona que trabaja durante meses en un mismo proyecto.

Hablando de colaboración, me gustó mucho el ensamble de actores reunido por Cortés, no solo por su obvio talento, sino por la excelente química que comparten. Sigourney Weaver emplea su habitual intensidad para expresar enorme pasión interna, apenas controlada por su lado racional. Cillian Murphy es el principal culpable de los "exabruptos dramáticos" que mencioné antes, pero aún así mantiene una evolución realista que lo lleva de la objetividad científica a la obsesión personal casi sin darse cuenta. Robert De Niro regresa con buena forma y nos ofrece una actuación misteriosa y cargada de subtexto, balanceando los aspectos de individuo inescrutable con dudosa intención, y el excéntrico "showman" adorado por multitudes que creen en sus curaciones milagrosas. Elizabeth Olsen tiene una corta participación como estudiante que se incorpora a la investigación; su personaje sirve para introducirnos a la dinámica de Matheson y Buckley, y para crear un poco de tensión romántica con este último, pero a fin de cuentas pierde relevancia y se le ignora durante largos pasajes de la cinta. Ojalá hubiera tenido más que hacer.

Sin embargo el debate más grande viene al final, cuando llega un "twist" sin duda inesperado, pero no necesariamente satisfactorio. Estimo que la reacción dependerá de las creencias e interpretación de cada espectador... y personalmente me pareció una trampa. Eso sí, muy ingeniosa, pero a fin de cuentas una trampa para tratar de complacer a todos sin violar la lógica interna de la película. Por otro lado, cualquier otro final hubiera resultado predecible, así que admiro el valor e ingenio de Cortés para encontrar esa inesperada tangente... incluso si me hizo sentir defraudado. Entonces, a pesar de sus ocasionales digresiones dramáticas y extraño final, creo que puedo recomendar Poderes Ocultos simplemente por la energía de su ejecución, por la fuerza de su argumento y el excelente trabajo de sus actores. Más importante, esta cinta demuestra que Buried no fue un accidente, y revela a Rodrigo Cortés como un interesante cineasta cuya carrera convendrá seguir; obviamente tiene convicción en sus ideas y talento para respaldarlas, lo cual siempre se agradecerá en la cada vez más estéril industria cinematográfica.
Calificación: 8