sábado, 1 de septiembre de 2012

Abraham Lincoln, Cazador de Vampiros (Abraham Lincoln, Vampire Hunter)

El director ruso Timur Bekmambetov se dio a conocer internacionalmente con la notable cinta Night Watch (2004), sorprendiéndonos con una manufactura de alta calidad, personajes interesantes y una compleja mitología que contenía material suficiente para varias secuelas. La primera de éstas fue Day Watch (2006), quizás menos satisfactoria en el aspecto narrativo, pero mucho más pulida en lo referente a conceptos creativos y efectos especiales. Sin embargo Bekmambetov no terminó la trilogía, pues prefirió probar suerte en Hollywood, donde aplicó su estilizada dirección y característica sensibilidad en la cinta Wanted (2008), una aventura entretenida (basada en un comic de Mark Millar), pero demasiado hueca para convertirse en un "parteaguas en el cine de acción" (como quiso venderla Universal Pictures). Y aunque Bekmambetov sigue trabajando ocasionalmente en Rusia (¡¿en comedias románticas?!), regresó a Hollywood (o, más precisamente, Nueva Orleáns) para filmar Abraham Lincoln, Cazador de Vampiros... donde vuelve a caer en los mismos problemas de antes, aunque esta vez sin la ayuda de actores de alto perfil que rescaten la experiencia.

Basada en una popular novela de Seth Grahame-Smith, Abraham Lincoln, Cazador de Vampiros devela la "historia secreta" del famoso presidente norteamericano comenzando desde su niñez, cuando su madre murió a manos de un corrupto esclavista llamado Jack Barts (Marton Csokas). Años después, cuando llega a la edad adulta, Abraham Lincoln (Benjamin Walker) busca a Barts para vengar a su madre... pero durante la confrontación se da cuenta de que su enemigo es un vampiro, y Lincoln apenas sobrevive gracias a la intervención de Henry Sturges (Dominic Cooper), un misterioso hombre con la inflexible misión de exterminar la infestación vampírica. Entonces, a lo largo de una década, Lincoln se entrena en la disciplina del combate con hachas, y aprende los secretos que necesitará para continuar la cruzada. Sin embargo, lo que comenzó como venganza toma una dimensión más profunda cuando Lincoln se da cuenta de que los vampiros no solo quieren beber sangre de víctimas aisladas, sino que preparan una conspiración con funestas consecuencias para la joven nación de los Estados Unidos... ¿bastarán un par de hachas de plata para eliminar esta amenaza, o tendrá Lincoln que tomar el camino de la política para salvar su país?

El concepto es intencionalmente absurdo, y podría haber servido muy bien como base de una comedia de acción que aprovechara al máximo la febril visión de su director; desafortunadamente Bekmambetov aborda la historia con tanta seriedad que termina tropezándose con el material al tratar de conciliar armoniosamente los aspectos históricos (la Guerra Civil, la abolición de la esclavitud) con los temas fantásticos (los vampiros, los derechos civiles… ¡Zing!). Peor aún, Abraham Lincoln, Cazador de Vampiros se desarrolla con sorprendente pereza a pesar de su relativamente corta duración y sus frecuentes escenas de acción. En ningún momento sentí la energía de las previas cintas del director, ni la cohesión de una historia bien construida, y mucho menos la emoción que deberían provocar las peleas en cámara lenta y las acrobacias sobrehumanas que por igual realizan los vampiros y el futuro presidente de los Estados Unidos. Estos trucos estilísticos funcionaban en la época de Night Watch, pero ahora, en el 2012, están tan gastados que no bastan para generar interés ni para rescatar un relato pobremente planteado. Quizás solo una escena (la estampida de caballos) llama la atención por su complejidad y dinamismo (por no mencionar su absoluta falta de credibilidad), pero es demasiado corta y establece un nivel visual que la película jamás recupera.

Otro gran problema es que el actor Benjamin Walker (cuyo más notable trabajo previo fue como uno de los soldados intercambiables en Flags of Our Fathers… mal presagio) carece del peso dramático necesario para cargar con un personaje tan icónico, y con una historia tan exuberante. Sí, admito que tiene cierto parecido con el auténtico Abraham Lincoln cuando porta esa clásica barba y el famoso sombrero de "chimenea"; pero su personalidad es tan débil que nunca logré tragar su misión de venganza, su fervor político, y mucho menos su sinceridad cuando declama algunos de los famosos discursos de Lincoln. En otras palabras, no tiene "madera de líder" capaz de mover multitudes y cambiar la historia de un país. Tampoco ayuda que los demás actores muestren más carisma y convicción en sus papeles; ninguno ganará premios de actuación, pero al menos tratan de divertirse con la premisa, y no les preocupa sobre-actuar para "vender" hasta las más absurdas escenas. Mención especial para Mary Elizabeth Winstead en el ingrato papel de Mary Todd, la sufrida esposa de Lincoln; empieza como desechable damisela en peligro, y termina como personaje bien formado y rebosante de humanidad. Ojalá le hubiera contagiado un poco a su "esposo".

A pesar de todas estas quejas, creo que Abraham Lincoln, Cazador de Vampiros puede resultar moderadamente entretenida si el espectador mantiene bajas expectativas, y se conforma con algunos vistosos efectos especiales, trilladas escenas de acción en cámara lenta, y un dudoso contexto histórico que sirva como reemplazo de sustancia narrativa, muy rara vez presente en este género. Pero si tomamos en cuenta el historial del director y el potencial de la premisa, creo que Abraham Lincoln, Cazador de Vampiros resultó ser una gran decepción que pudo llegar más lejos en todos los aspectos (por cierto, a pesar de ser clasificación “R”, tiene muy poca sangre para la cantidad de hachazos que vemos). Podría recomendarla si no hay algo más atractivo en cartelera, aunque también señalaría que podemos encontrar en video obras más emocionantes sobre cazadores de vampiros (por ejemplo Blade) y mejores reinterpretaciones post-modernas de figuras históricas (como Jesus Christ, Vampire Hunter). Y, claro, quienes busquen una biografía “normal” de Lincoln, mejor esperen la próxima película de Steven Spielberg; o, en todo caso, una alternativa con zombies.
Calificación: 6.5

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Fui ciega desde los 8 años
solo fui una ves al cine y no recuerdo que película era
hace 1 mes y medio me hicieron una operación y ahora puedo ver.
Quiero que mi primer experiencia con el cine sea algo especial... que película me recomiendas?

Soy Lourdes dijo...

Soy Lourdes

Hola Anónimo...
No se si leerás este mensaje desde aquí pero yo te recomiendo que veas algo que sea LINDO que tenga mensaje positovo y no contenga violencia. No se en dónde vivas pero en México de la cartelera te recomendaría Valiente, La Era del Hielo o pienso si puedes ver en 3D Nemo.
No veas algo feo y felicidades por tu nueva visión.
Saludos y suerte Lourdes

Pablo del Moral dijo...

Anónimo: Buenas recomendaciones de Lourdes; pero fuera de Brave o Finding Nemo no sé si haya algo en cartelera que considere especial. En todo caso te recomendaría en video las películas 2001: Space Odyssey; The Tree of Life; y Winged Migration. Son un deleite para vista. Aunque, bueno, también dependerá mucho de tus preferencias personales. Muchos saludos y también felicidades!

Luis dijo...

Hola estimado Pablo. Brevemente puedo afirmar que Hollywood está tocando fondo al ver películas como esta, a pesar de su talentoso director. Hace mucho tiempo atrás leí que la figura de A. Lincoln estuvo rodeada de misticismo, desde su tiempo hasta nuestros días. Incluso, teorías alternativas de su asesinato indican que fue muerto debido a temor de posibles poderes sobrenaturales que supuestamente poseía y que le daban éxito en el ámbito político. No sé si esto fue o será cierto, pero pudieron haber sacado una historia menos absurda en lugar de hacer un guión que "hilara" con los acontecimientos históricos.

No me cuadró la mitología de los vampiros que más parecía que se les podía matar como hombres lobo y fue ligeramente descarado que tomaran elementos similares del origen de los vampiros de Dracula 2001 respecto de Judas Iscariote y las monedas de Plata. Estos aspectos quizá no suman ni restan a la película pero es algo que noto y que individualmente no me gustó.

En fin, como fan de películas de vampiros, creo que disfruté marginalmente la película sin dejarme totalmente satisfecho por las razones que argumentas Pablo y también porque ya me hastié de ver a Rufus Sewell como el eterno villano de sin número de películas, a quien ya no tomo en serio. Quizá hubiesen puesto de villano principal a Marton Csokas; creo que le hubiera dado un tinte más sombrío y amenazador.

De la crema solar y el final de la villana...ni hablar!

Ojala que las experiencias venideras, aunque sean ridículas, esperemos que sean más emocionantes y satisfactorias.

Un abrazo Pablo y que estés bien.

Luis

Pablo del Moral dijo...

Luis: Muy interesante idea! También he leido un poco sobre la supuesta "posesión" de Abraham Licoln, pero honestamente no lo recordé al momento de ver la película; sin duda hubiera añadido un nivel adicional a la plana narrativa. Y tienes toda la razón sobre el beneficio que hubiera traído la inversión de actores; soy fan de Marton Csokas desde su época en Xena: Warrior Princess, y sigo esperando su consagración como estrella de acción (esperaré sentado). Pero bueno, Rufus Sewell tiene el monopolio de "villano británico"... al menos eso le da trabajo. Solo queda esperar que futuras cintas de vampiros (como Byzantium o The Last Voyage of Demeter) logren redimir un poco este género, tan maltrecho últimamente. Un abrazo y que tengas una excelente semana!