The Moth Diaries

La directora Mary Harron trabaja con más frecuencia en TV, pero sus eclécticas películas (American Psycho, I Shot Andy Warhol, The Notorious Betty Page) siempre me han parecido interesantes por su enfoque mixto, comercialmente accesible y al mismo tiempo con suficiente visión personal para darles un inusual barniz artístico. Por eso tenía ganas de ver The Moth Diaries, con la cual Harron regresa al género de terror en el que no incursionaba desde la mencionada American Psycho (si es que puede considerarse terror). Y si bien esta nueva película cuenta con abundantes virtudes técnicas y dramáticas, a fin de cuentas su libreto resulta demasiado difuso para satisfacer en el nivel narrativo.

El argumento de The Moth Diaries se ubica en un exclusivo y remoto colegio femenino, donde las estudiantes son principalmente hijas de familias adineradas con algún problema personal. Al principio de la película acompañamos a Rebecca (Sarah Bolger) en su regreso a la institución, donde la espera con gran gusto su mejor amiga Lucie (Sarah Gadon), a quien no ve desde el curso pasado. El padre de Rebecca (un poeta famoso) se suicidó hace un año, y la niña pasó varios meses en compañía de sus familiares mientras se recuperaba de la tragedia. Pero ahora, en compañía de su mejor amiga y con una actitud más positiva, la joven se prepara a continuar sus estudios. Entonces llega la enigmática Emessa (Lily Cole), una muchacha misteriosa y reservada que casi de inmediato empieza a hacer amistad con Lucie. Rebecca se siente un poco celosa por tener que compartir a su mejor amiga, pero trata de congraciarse con la recién llegada; sin embargo hay algo extraño en el comportamiento de Emessa, y cuando Lucie es hospitalizada por causas indeterminadas, Rebecca empieza a sospechar que la nueva "amiga" no es una persona normal, sino algo más siniestro y amenazador...

Hasta después de ver The Moth Diaries supe que está basada en una novela juvenil de Rachel Klein, lo cual la hace prácticamente competencia de la saga Twilight; sin embargo, bajo la firme dirección de Harron, la historia gana inesperada dimensión y profundidad gracias a las excelentes actuaciones del elenco juvenil, y a un libreto que nos mantiene en constante duda sobre la naturaleza de los fenómenos que estamos presenciando. Nunca sabemos exactamente si existe una influencia sobrenatural en el colegio, o si se trata simplemente de los nervios de Rebecca, que combinados con la tragedia de su padre y la angustia de estar perdiendo su mejor amiga, le están provocando una crisis nerviosa que podría justificar sus pesadillas o alucinaciones. Además, los sombríos corredores del edificio y los susurrantes bosques que lo rodean contribuyen a crear una atmósfera melancólica, muy propicia para acentuar el conflicto emocional de la protagonista. Y supongo que no es coincidencia que el apuesto profesor de literatura (interpretado por Scott Speedman) parece enfocarse exclusivamente en libros como Drácula y Carmilla, lo cual excita aún más la desbocada imaginación de la chica.

En el papel principal Sarah Bolger (más conocida por la serie The Tudors) aprovecha al máximo su expresivo rostro para transmitir sin palabras las emociones de Rebecca. Sin necesidad de diálogos excesivos ni forzada "actitud" podemos apreciar la desesperación que siente por no poder ayudar a su amiga, y porque (obviamente) nadie cree sus sospechas de eventos paranormales, incluso cuando hay varias muertes de estudiantes y profesoras en circunstancias misteriosas. Sarah Gadon también merece mención por su vulnerable interpretación de Lucie (tampoco es coincidencia ese nombre, pues el personaje atraviesa una situación similar a la de Lucy Westenra, en la novela Drácula). Su voluble actitud y bruscos cambios de humor podrían ser simples caprichos adolescentes, o confusión por sentir atracción hacia otra chica... o podrían ser manifestaciones de que está siendo controlada por una criatura sobrehumana con funestas intenciones. Lo cual nos lleva a Lily Cole; por lo general no trago a las "modelos convertidas en actrices", pero Cole es de las pocas que genuinamente merecen el título, como ha demostrado en otras cintas y ahora confirma con su ambigua y amenazadora interpretación de Emessa. Y, claro, también le ayuda su exótico rostro de belleza semi-alienígena.

Encontré fascinante el misterio central de la película... pero Harron lo arrastra por más tiempo del necesario, de modo que la intriga se convierte en monotonía después de una hora de vagas pistas y ambiguas situaciones que podrían o no estar en la imaginación de la protagonista. Desafortunadamente esto continúa hasta el desenlace mismo de la película, donde por fin debería resolverse la incógnita de un modo u otro; pero en vez de ello la trama concluye de manera apresurada y conveniente, con una simplicidad que parece incompatible con el resto de la historia. Entonces, fue su onírica atmósfera e incierta narrativa lo que me atrajo durante la primera mitad de The Moth Diaries; pero la ausencia de una resolución fuerte y concreta desinflaron mi entusiasmo, y si bien podría recomendarla para fans del horror "gótico" (al estilo del viejo Hammer Films), probablemente los decepcionará en el aspecto narrativo. De cualquier modo sigo a bordo como fan de Mary Harron; la pericia técnica y visual de la cinta habla por sí misma, y seguiré esperando su esporádico trabajo, quizás con expectativas más bajas, pero con interés en la visión de esta directora. Solo espero que no siga a su colega Mary Lambert y termine haciendo películas de cocodrilos gigantes para el SyFy Channel...
Calificación: 7