El Rescate (Machine Gun Preacher)

El título original de El Rescate (Machine Gun Preacher) evoca imágenes del género de explotación, y nos recuerda obras como Hobo With a Shotgun, Switchblade Sisters o Machete; pero la realidad es muy distinta, pues se trata de un relato intenso y conmovedor sobre los esfuerzos humanitarios de un individuo que cambió radicalmente su vida para ayudar a sus semejantes. Sin embargo, en manos del director Marc Forster, la película termina siendo menos que la suma de sus partes, debido a un libreto de dudosa estructura y a un actor principal que quizás se hubiera aprovechado mejor si la cinta fuera una simple historia de acción y violencia.

El predicador del título es Sam Childers (Gerard Butler), pero no empieza como tal. Por el contrario, al principio de la película lo encontramos como un violento e insensible "biker" sumido en una vida criminal que lo lleva a cumplir una condena en presidio. Cuando es liberado, Sam descubre que su esposa Lynn (Michelle Monaghan) encontró refugio en la religión cristiana, y decide seguir su ejemplo, al principio de manera renuente, pero desarrollando eventualmente tal devoción que siente la necesidad de redimirse por todos sus crímenes pasados. Para ello se traslada a Uganda como voluntario, y por ciertas circunstancias termina en Sudán, donde presencia las atrocidades de la guerra civil, quedando tan impresionado que dedica todos sus esfuerzos en la construcción de un orfanato, para evitar que los niños locales sean reclutados como soldados de ejército “liberador“. Sin embargo la situación es tan volátil que Sam se ve obligado a echar mano de su viejo talento para la violencia, lo cual obviamente va en contra de su nueva religión. ¿Será posible conciliar su fe cristiana con los horrores que lo rodean?

No quiero hacer comparaciones inapropiadas, pero en cierto modo El Rescate parece un inestable híbrido de Hotel Rwanda y John Rambo. La trama cubre terreno similar al de ambas películas, pues además de los clichés de cinta de acción, hay un componente más serio que trata de revelar las atrocidades de una guerra sin sentido al mismo tiempo que denuncia la apatía de la comunidad internacional, que prefiere no intervenir porque no hay beneficio tangible en la resolución del conflicto. Y si a eso añadimos el tema religioso, tenemos como resultado una película que trata de ser demasiadas cosas al mismo tiempo, perdiendo enfoque y ocasionando conflictos en su narrativa que nos distraen del punto principal, o incluso sacrifican el tema humanitario para centrarse en la redención del protagonista. Habiendo dicho eso, es difícil cuestionar el manejo de una historia basada en hechos reales; y también sabemos que la receta de "redención personal" está entre las favoritas de Hollywood, así que entiendo su uso como "gancho" para hacer más accesible este relato repleto de duras verdades y crueles eventos. Sin embargo siento que debieron balancearse mejor sus divergentes aspectos, para que se complementaran en vez de estorbarse.

Al menos debo admitir que Gerard Butler fue el actor apropiado para llevar esta historia a la pantalla. No lo digo porque sea buen actor (definitivamente no lo es), pero alcanza el grado justo de exageración y petulancia para hacer creíble la evolución del protagonista, con lo cual es más fácil tragar su conversión "deus ex machina" (literalmente). Por su parte, Michelle Monaghan ofrece una actuación genuinamente apasionada y convincente como tolerante esposa que comprende la motivación de su esposo, aunque a veces resienta su ausencia; y junto con el genial Michael Shannon (como mejor amigo de Sam y ocasional "comic relief"), casi nos hace olvidar los exabruptos emocionales de Butler. Finalmente, Marc Forster conserva un fragmento de su visión artística, y tiene mucho cuidado con los aspectos técnicos de la película, mostrándonos las atrocidades en toda su crudeza, sin tratar de suavizarlas para hacer una película más comercial.

Entonces, tengo opiniones conflictivas sobre El Rescate. Por un lado aprecio su mensaje, y creo que merece respeto cualquier película que intente crear conciencia sobre el problema de los "niños soldados", así como el genocidio en países comúnmente ignorados por los medios de comunicación. Pero como película me pareció mal estructurada, bastante manipuladora y demasiado larga. De hecho, durante los créditos finales vemos una entrevista con el auténtico Sam Childers, y me hizo pensar que hubiera sido más efectivo ver un documental sobre este individuo y su misión, en vez de aguantar una versión pobremente dramatizada, cuyas buenas intenciones y ocasionales momentos de álgida emoción no compensan sus tropiezos narrativos ni la irregular actuación del protagonista. A fin de cuentas puedo recomendarla por lo que quiso decir, pero no por el modo como lo dijo. Inapropiado o no, preferiría haber visto de nuevo John Rambo... y me hubiera sobrado tiempo para hacerlo.
Calificación: 7