Kung Fu Panda 2

La primera Kung Fu Panda me pareció una simpática comedia animada que servía como sincero tributo y gentil parodia del cine "kung fu" de los setentas. La trama no era muy original (principiante que vence sus inseguridades para convertirse en maestro), y algunos personajes parecían redundantes, pero a fin de cuentas había bastantes risas en la interacción del protagonista Po y su Maestro Shifu, interpretados por Jack Black y Dustin Hoffman, respectivamente. Además, la animación se salió del aburrido "estándar DreamWorks" para fusionar un estilo pseudo-"anime" 3D con el etéreo arte tradicional asiático, logrando una estética refrescante e innovadora. ¿Será posible que una secuela logre recapturar esa originalidad e ingenio? Los ejecutivos de DreamWorks piensan que sí, y aunque no estoy del todo convencido, creo que Kung Fu Panda 2 resultó ser una experiencia entretenida y aceptable, no tan buena como la original, pero sin llegar a los abismos de mediocridad hiper-comercializada que vimos en otras secuelas del mismo estudio.

La primera película empleó la fórmula de "entrenamiento y superación personal", de modo que ahora Kung Fu Panda 2 debe buscar nuevos clichés en el cine de artes marciales para fundamentar su argumento. Afortunadamente hay muchos de donde elegir, y así tenemos ahora la clásica "búsqueda de las raíces familiares", combinada con "invasión del enemigo sin honor". Al principio de la película nos enteramos de que el reino del pavo real Lord Shen (voz de Gary Oldman) alguna vez vivió en perfecta paz y armonía; pero el descubrimiento del potencial bélico de la pólvora cegó su ambición y se volvieron conquistadores. Ahora, en alianza con la tribu de lobos, Lord Shen amenaza el apacible Valle de Paz, que defiende el Maestro Shifu (voz de Dustin Hoffman) y sus discípulos, incluyendo al panda Po (voz de Jack Black). Pero Po está distraído durante su misión, pues no puede dejar de pensar en el misterio de sus padres originales, antes de que lo adoptara el ganso Mr. Ping (voz de James Hong). ¿Podrán Po y sus aliados derrotar a sus enemigos, y al mismo tiempo investigar sus raíces familiares?

Quisiera decir que Kung Fu Panda 2 es más de lo mismo, pero desafortunadamente no logró preservar el humor ni la graciosa dinámica entre Po y sus condiscípulos. Hay mucha acción y peleas que tratan de ser "cool", pero no me hizo reír una sola vez. Como premio de consolación al menos queda la impresionante animación y diseño artístico, aún más pulido que en la primera película y más rico en colores, formas y atmósferas. En particular me gustaron las múltiples secuencias realizadas en animación tradicional que nos muestran las pesadillas de Po y la historia de Lord Shen, así como los "flashbacks" narrados por una cabra pitonisa con voz de… ¡Michelle Yeoh! (bueno, en la versión original). Y debo aplaudir también los efectos de fuego y partículas durante los ataques de armas explosivas. Consiguieron hacerlos al mismo tiempo temibles y hermosos.

Además de Yeoh, Black y Hoffman, tenemos una larga lista de nombres famosos en papeles secundarios (Angelina Jolie, Gary Oldman, Jackie Chan, Lucy Liu y Jean-Claude Van Damme, entre otros) que nuevamente sentí desaprovechados, no solo porque su participación sea más corta que antes (la de Hoffman es prácticamente un cameo), sino porque carecen de personalidad y pasión. Supongo que es el precio de grabar los diálogos de las celebridades con demasiada anticipación y totalmente fuera de contexto. Pasando a lo bueno, no sé si habrá sido por el aburrimiento que sentí durante la parte media de la película, pero esta vez me fijé más en la banda sonora de Hans Zimmer, y me gustó mucho. La música, al igual que las imágenes, combina refranes asiáticos con elementos modernos para crear un perfecto acompañamiento que no se siente demasiado “pop” ni demasiado arcaico. También aprecié la dinámica dirección de Jennifer Yuh, quien realmente sabe cómo explotar la incorpórea cámara imaginaria para crear secuencias espectaculares y muy elaboradas, sin sacrificar claridad ni perder al espectador entre el torbellino de peleas, efectos y acrobacias.

Entonces, encontré Kung Fu Panda 2 bastante recomendable desde el punto de vista técnico, pero apenas funcional en el narrativo. La historia no es interesante, falta mucho humor, y solo al final se alcanza una fracción de la emotividad y suspenso conseguidos en la primera parte. Como sea, a falta de mejor entretenimiento para niños en este verano boreal, la película cumple parcialmente su propósito sin arruinar el recuerdo de la original... aunque tampoco deja mucha curiosidad por otra secuela (me pregunto si ganará suficiente dinero para ello, o si ya vimos la última aventura del Panda Po). Finalmente, no quiero descartar la posibilidad de que Kung Fu Panda 2 despierte la curiosidad de algunos niños por el auténtico cine de artes marciales, donde podrían descubrir obras legendarias como Wing Chun o Fist of Legend. A pesar de las ventajas que ofrece la animación moderna, creo que nadie ha superado la emoción de ver en “acción viva” a los genuinos maestros del kung fu.

Calificación: 7