viernes, 11 de marzo de 2011

Nunca me Abandones (Never Let Me Go)

Nota: Creo que es un record; este fin de semana se estrenaron en México tres películas cuyas críticas había publicado previamente en Imagen en Negativo. Como de costumbre, vuelvo a postearlas para comodidad de los lectores.

En cierto modo Never Let Me Go es una película de ciencia ficción, pero no del estilo futurista y épico que estamos acostumbrados a ver en el cine, sino del tipo filosófico y cerebral que aprovecha un entorno fantástico para examinar la condición humana desde nuevos puntos de vista. Por eso será mejor verla como un sólido drama que funciona en muchos niveles narrativos, todos ellos válidos y con distintas interpretaciones según la ideología particular del espectador.

Cuando empecé a escuchar buenos comentarios sobre esta cinta traté de mantenerme alejado de "spoilers", pero en vista de que no hay "twists" sorpresivos y sus temas son bastante obvios desde el principio, creo que no hace falta ser tan cuidadoso con la sinopsis. De cualquier modo, quien prefiera verla "en blanco", mejor deje de leer ahora. Never Let Me Go se ubica en un período histórico alterno, en el que ciertos avances médicos realizados a mediados del siglo veinte permitieron extender la vida humana hasta 100 años o más, gracias a "donadores" de órganos que son cuidadosamente criados en escuelas y "comunidades", hasta que se requieren sus servicios. La cinta comienza en 1978, y sigue el incierto romance entre tres de estos donadores: Tommy (Charlie Rowe), y las niñas Kathy (Izzy Meikle-Small) y Ruth (Ella Purnell), quienes compiten pasivamente por el afecto de Tommy. Sus rutinarias vidas en el idílico colegio Halesham están estrictamente vigiladas para mantenerlos alejados del mundo exterior, y condicionarlos para cumplir su destino, aunque quizás la estricta directora Miss Emily (Charlotte Rampling) tenga un plan diferente para la institución. Siete años después, en 1985, los ahora adolescentes Kathy (Carey Mulligan), Tommy (Andrew Garfield) y Ruth (Keira Knightley) salieron de la escuela y viven en "las cabañas", una modesta comunidad integrada por donadores y "cuidadores" que los asisten en sus ocasionales contactos con la sociedad real. Ahí continúa el triángulo amoroso de los jóvenes, aunque también les preocupan los misterios de su procedencia y las curiosas reglas que rigen el sistema de "donaciones". Finalmente, en 1994, los encontramos con mayor madurez emocional y con una idea más clara de los factores que determinaron su relación a lo largo de los años... y de lo que les depara el futuro.

En su más simple nivel, Never Let Me Go es un intenso drama romántico muy bien actuado y dirigido. Claro, tiene algunas propiedades únicas por la situación de los personajes y el cruel universo que los rodea, pero las emociones son honestas y perfectamente expresadas por el trío de actores principales. O, mejor dicho, el sexteto, pues el trabajo de los niños Charlie Rowe, Izzy Meikle-Small y Ella Purnell al principio de la película es tan bueno como el de Andrew Garfield, Carey Mulligan y Keira Knightley. Definitivamente merece aplauso la directora de “casting” Kate Dowd por haber encontrado niños que no solo fueran idénticos a sus versiones adultas, sino además excelentes actores por derecho propio que no le piden nada a sus colegas adultos. La búsqueda debe haber sido una pesadilla, pero el resultado valió la pena. Por su parte Mulligan, Garfield y Knightley llevan la parte más “jugosa” de la historia, enfrentando la difícil labor de "saltar en el tiempo" y mostrarnos a sus personajes en distintas etapas de su vida, sin perder la "textura" de su carácter ni la consistencia de sus respectivos arcos dramáticos. Todos tienen momentos para brillar, y aunque sus personalidades sean necesariamente simples, encuentran maneras de sorprendernos con gestos y reacciones de profunda sensibilidad.

En el aspecto más "sci-fi", Never Let Me Go examina un clásico dilema ético en la medicina moderna. Aunque nunca se menciona la palabra "clonación", es obvio que la trama busca responder la eterna pregunta de ¿qué tan humanos son los clones creados exclusivamente como depósitos de órganos para beneficio de sus "originales"? Afortunadamente el inteligente libreto de Alex Garland (basado en una novela de Kazuo Ishiguro) nunca cae en el burdo espectáculo o simplicidad moral de The Island (o, para el caso, de The Clonus Horror). De hecho, Never Let Me Go está tan libre de "ciencia" como es posible, centrándose en las emociones de los personajes y mostrándonos sus fascinantes puntos de vista, al mismo tiempo como víctimas de una sociedad injusta, y como heroicos mártires cuyo sacrificio salva vidas. Ese parsimonioso examen de sentimientos y personalidades tiende a hacer la película un poco lenta, pero nunca aburrida, pues los brillantes diálogos y excelentes actuaciones impulsan constantemente la historia, sin importar el nivel de análisis que el espectador quiera usar.

Manteniendo ese ambiguo propósito, la trama omite detalles sobre el sistema de "donadores" y la organización que los controla. En cierto modo parece frustrante dejar tantas preguntas sin respuesta pero, como dije antes, la intención del director Mark Romanek (y, supongo, del novelista Ishiguro) no es enfocarse en la tecnología, sino en observar el desarrollo de vidas desechables, limitadas externamente, pero con las mismas mareas internas que conducen al resto de la humanidad. Por otro lado, quizás la película sea simplemente una metáfora de la muerte, o del proceso que se requiere para aceptarla como parte de la vida, y no como una tragedia arbitraria que aniquila nuestros sueños y aspiraciones. Como sea, me pareció una obra excepcional, un poco lenta y fragmentada por su estructura tripartita, pero fascinante y muy satisfactoria. Desafortunadamente ha sido ignorada por el público y la crítica (¿ni una nominación para Óscares, BAFTA o Globos de Oro?), pero confío en que eventualmente encontrará su propio público, pues a fin de cuentas no importa si es drama, ciencia ficción o romance: calidad es calidad, y Never Let Me Go la tiene en todos los aspectos de su producción. Por otro lado lo que no tiene son las explosiones de The Island, así que cada quién decida qué tipo de parábola ética prefiere.
Calificación: 9

11 comentarios:

Koolebra dijo...

Y querido pablo, aún estoy esperando tu crítica de 127 horas, para saber si me van a estafar o no.

Pablo del Moral dijo...

Koolebra: Igualmente sigo esperando su estreno en México. La fecha "tentativa" es el 4 de marzo, pero (como siempre) puede cambiar sin previo aviso. Te aseguro que publicaré la crítica en cuanto la vea. Saludos y gracias!

Anónimo dijo...

Pablo planeas ver No Strings Attached, y cuales son tus expectativas

Anónimo dijo...

Ya viste Super Hagh Me???
Es parodia de super size me, pero ton tematica de marihuana....

Tu blog es genial Pablo :)

Anónimo dijo...

Super High Me....

Unknown dijo...

la viste en dvd o ya salio en cines?

Pablo del Moral dijo...

Anónimo: No está en mi lista de "indispensables", así que dependerá de qué otros estrenos haya ese fin de semana. Sobra decir que mi expectativa es baja, pues parecería que Love and Other Drugs hizo algo parecido, y no me gustó mucho. Saludos!

Anónimo 2: Gracias por tu amable comentario. Sí, vi Super High Me hace tiempo, más que nada porque me gusta el trabajo del comediante Doug Benson. Me pareció interesante, pero no muy graciosa; o tal vez no la vi en el "estado de conciencia" correcto. Saludos!

Mariano: En DVD. Desafortunadamente no ha tenido mucha difusión. Saludos!

Mr Soprano dijo...

Pablo, pues esta, junto a "Black Swan" y "Blue Valentine" se posicionan de momento, como lo mejor que he visto en el año, esta en particular me parecio entrañable como pocas cintas, sus personajes me fascinaron, sobre todo el de Carey Mulligan, es una mujer que tiene algo extraño pero que me fascina, además es una gran actriz, o cuando menos en lo que la he visto ha demostrado genuino talento, ojala Hollywood no la corrompa y termine haciendo burdas comedias románticas, dentro de todo el drama que hay en la historia, también me llamo la atención su estupendo trato de lo sci-fi y demuestra que con muy poco, o en este caso, con solo unos pocos actores y paisajes rurales se puede realizar una cerebral cinta de ciencia ficción, que a la vez es entrañable y romántica en el buen sentido, una verdadera lastima lo que ha pasado desapercibida.

Saludos!! y que estes muy bien!!

Pablo del Moral dijo...

Mr Soprano: Supongo que, irónicamente, mucha gente evitó esta película porque no parece de ciencia ficción, sino uno de tantos dramas románticos adolescentes, insulsos y predecibles. Ni hablar. Coincido con todo lo que dices, y también me preocupa que Carey Mulligan termine como reemplazo de Kate Hudson o Reese Witherspoon en alguna "rom-com" desabrida (sobre todo porque sigo esperando que regrese a Doctor Who ;-) Pero bueno, qué bien que decidiste ver Never Let Me Go, y un abrazo!

Paulino dijo...

En Mérida se estrenó apenas el fin de semana pasado. No sabía que pasó desapercibida por la crítica, lo cual es una pena porque me parece una de las mejores películas que he visto mucho tiempo. Pero bueno, me he encargado de recomendarla fervientemente. Si mis amigos deciden no hacerme caso, tal vez deba cambiar de amigos.

Pablo del Moral dijo...

Paulino: Me alegra que te haya gustado la película. Espero que con el tiempo sea descubierta por gente que la aprecie. En cuanto a tus amigos, no importa que no les guste, pues es más divertida la diversidad de opiniones, ¿no? Al menos eso he escuchado; no tengo muchos amigos ;-) Saludos y feliz fin de semana!