La trama nos ofrece una mirada detrás de las cámaras del noticiero matutino Daybreak, en último lugar de ratings por sus bajos estándares periodísticos e indisciplinados conductores. Pero cuando la inteligente (y un poco atolondrada) Becky Fuller (Rachel McAdams) es contratada como productora ejecutiva, las cosas empiezan a cambiar… aunque quizás sea demasiado tarde para evitar la cancelación del programa. De cualquier modo Becky no se da por vencida, y su primera drástica decisión es despedir al pervertido co-presentador masculino, para reemplazarlo por Mike Pomeroy (Harrison Ford), un veterano del medio cuya legendaria carrera le ha creado una amarga opinión sobre los noticieros actuales. ¿Podrá la joven y entusiasta productora rescatar el programa, cambiar la actitud del irascible Pomeroy y, si tiene tiempo, encontrar un poco de romance con su apuesto colega Adam Bennett (Patrick Wilson)?
Un momento... ¿una abrumada y atractiva mujer que es altamente eficiente en su trabajo pero torpe en situaciones sociales, luchando cada día por controlar el caos de una producción televisiva y peleando constantemente con sus estrellas, mientras trata de balancear su vida personal y profesional? Esta es mi teoría: algún guionista súper creativo de Hollywood (específicamente Aline Brosh McKenna) vio varios episodios de la serie 30 Rock (o, para el caso, The Mary Tyler Moore Show); le gustó la dinámica entre los personajes y pensó: "Esto podría funcionar como película con algunos actores famosos y altos valores de producción; ¿Me pregunto si algún productor tragará mi novedosa idea?" El problema es que McKenna no tiene el talento de Tina Fey y su equipo de escritores, así que Un Despertar Glorioso termina siendo una pálida e imperfecta copia con humor demasiado obvio, cansadas rutinas de telenovela y personajes desperdiciados por el insulso libreto. Y, por favor, no hablemos del horrible final, que resuelve todo arbitrariamente e intenta conmovernos con algunos típicos "grandes gestos" realizados por personajes que dejaron de interesarnos hace una hora.
Al principio sugerí que Un Despertar Glorioso no es totalmente mala, y la razón está en el elenco, cuyo valiente esfuerzo rescata parcialmente la tediosa experiencia. Rachel McAdams es una buena actriz con la virtud de encajar con naturalidad en papeles de "mujer normal" (lo cual no podemos decir de algunas más glamorosas estrellas) y le sobra talento para cubrir los requerimientos del personaje; desafortunadamente el guión no la respalda con buen material cómico, y mucho menos romántico. Hablando de lo cual, Patrick Wilson pasa casi desapercibido como el galán en turno, absolutamente prescindible pero adecuado para satisfacer a los espectadores que no puedan aceptar una mujer soltera feliz y exitosa (estoy seguro de que los hay). Por su parte, Harrison Ford no queda tan mal como yo esperaba; claro que no redime su reciente carrera, pero al menos parece divertirse en un papel que quizás no se aleja mucho de su personalidad real. Redondeando el elenco tenemos a la siempre entusiasta Diane Keaton como la co-presentadora del noticiero; a John Pankow mostrando adecuada exasperación como el sufrido director del programa; y a Jeff Goldblum como el presidente de la cadena televisiva. De hecho, creo que Goldblum fue lo que más me gustó de la película (lo cual no es decir mucho), pues me hizo recordar que puede ser un excelente actor cuando no lo encasillan en su habitual rol de bufón nervioso.
Sobra decir que hubiera preferido ver tres o cuatro episodios de 30 Rock en vez de perder el tiempo con Un Despertar Glorioso. Pero, si no queda otra alternativa, la película puede ofrecer un par de sonrisas y algunas acertadas (aunque nada originales) observaciones sobre la industria de las noticias, y la falacia de confiar en ella para mantenernos "informados". Lástima que la trama no se atreva a llegar más lejos en ese aspecto; quizás si el director Roger Michell y el productor J.J. Abrams hubieran escuchado su propia moraleja ("cerebro + diversión = éxito") Un Despertar Glorioso se hubiera acercado un poco más a los mencionados clásicos de la "sátira noticiosa". Sin embargo su pobre ambición y baja energía garantizan que será olvidada de inmediato. Como diría Liz Lemon: Shut it down.
Calificación: 5
2 comentarios:
Pablo entre Morning Glory, No Strings Attached y Love and Other Drugs, cual fue la que menos te disgustó?
Anónimo: Uy, la pones difícil. Supongo que Morning Glory fue la menos dolorosa, pues al menos usa bien a sus actores. Gracias y saludos!
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