Centurion

Me gusta mucho la película Doomsday, de Neil Marshall (se que somos pocos), pero admito que cuando la vi por primera vez pasé casi una hora moviendo la cabeza con incredulidad, pues no alcanzaba a comprender que el director de las excelentes cintas Dog Soldiers y The Descent hubiera encontrado aceptable un libreto repleto de clichés e inexplicables cambios de tono, que parecía escrito por un pre-adolescente obsesionado con el cine de acción de los ochentas. Después de un rato entendí que eso fue exactamente lo que Neil Marshall quiso hacer: un homenaje al cine ochentero... algo así como su Grindhouse personal para rendir tributo a Mad Max, Escape From New York, Aliens, Excalibur, y similares obras que eventualmente lo inspiraron a realizar películas de gran vigor y carácter. Y con esa exacta descripción encontramos ahora Centurion, un sincero tributo al cine de “capa y espadas”, aunque con un libreto mucho más maduro y centrado, que ocupa un punto medio entre la estilizada violencia de 300 y el drama teatral de la serie televisiva Rome.

El argumento de Centurion (escrito por el mismo Marshall) propone una teoría sobre la desaparición de la legendaria "Novena Legión", que durante el siglo I y II contribuyó a la expansión del imperio romano por toda Europa. Cuando los romanos ocuparon la isla de Britania encontraron a los Pictos, una feroz tribu celta que rechazó a los invasores, y durante más de veinte años usó tácticas guerrilleras para impedir la conquista de su territorio. Al principio de la película el Gobernador Julius Agricola (Paul Freeman) exige eliminar a la tribu por cualquier medio necesario, y así es como el valiente General Titus Flavius (Dominic West) emprende la marcha al norte de Britania (hoy Escocia) con la Novena Legión, pues solo los mejores guerreros del Imperio podrán vencer a ese tenaz enemigo. Pero una traicionera emboscada destruye la legión, y solo un puñado de hombres sobreviven la masacre. Entonces, bajo las órdenes del astuto centurión Quintus Dias (Michael Fassbender), el pequeño grupo tratará de cubrir cientos de kilómetros de agrestes bosques y montañas para regresar a territorio romano, bajo la amenaza constante del clima, lobos... y una implacable guerrera picta llamada Etain (Olga Kurylenko), que tiene una cuenta pendiente con Roma.

Como podemos esperar en una película de Neil Marshall, la acción es brutal y sangrienta, pues aunque no haya batallas a gran escala (como vimos en Kingdom of Heaven, King Arthur y Robin Hood), podremos ver abundantes peleas cuerpo a cuerpo en las que se blanden espadas, lanzas, hachas y hasta rocas; sobra decir que Marshall no teme mostrarnos las cruentas consecuencias de esos combates, ya sea con sangre digital o con efectos prácticos de excelente manufactura. Sin embargo, Centurion no es exclusivamente un desfile de "gore" y violencia; está sustentada por una historia accesible, un poco simple pero con los giros y sorpresas necesarios para atraparnos en las aventuras de los soldados y preocuparnos por su exitoso regreso a territorio amigo. Además, el período histórico le da un "sabor" distinto a la trama, pues le permite lucir espectaculares escenarios naturales (nada de “green screen” en estas impresionantes tomas), minuciosos detalles de vestuario y diseño, y la preparación física y mental que necesitaban los soldados para sobrevivir una guerra sin pistolas, tanques o soporte aéreo.

Hablando de historia, vale la pena señalar que Centurion no pretende ser una disertación académica sobre la desaparición de la Novena Legión (si es que realmente ocurrió tal cosa). En el material extra del DVD el director enfatiza que su libreto es un trabajo de ficción inspirado en crónicas romanas para crear una trama emocionante y entretenida, nada más. Igualmente se notan obvias libertades con los personajes para cubrir los habituales clichés del cine bélico, desde el cocinero asustado hasta el veterano a punto de retiro que quiere comprar una granja (no me pregunten si sobrevive). Michael Fassbender tiene un buen desempeño en el papel principal, y aunque lo considero un excelente actor, no estoy seguro de que tenga el carisma necesario para cargar con la película entera. Afortunadamente tiene amplio respaldo en sus co-estrellas David Morrisey, Liam Cunningham, Ulrich Thomsen, Noel Clark y Dominic West, cuyos nombres seguramente reconocerán los aficionados al cine y televisión británica.

Pero sin duda es Olga Kurylenko quien se roba la película en el papel de la cazadora Etain. Su muda interpretación es simplemente hipnótica, y aunque su gama de emociones sea reducida, las proyecta con tal intensidad que es imposible ignorarla cuando está en la pantalla. La guapa Imogen Poots tiene el más tradicional papel de caritativa "bruja" que auxilia a los soldados romanos y, de paso, planta la semilla de un romance con potencial para secuela. Su presencia (y lo que implica) se siente fuera de lugar en una película tan compacta y eficiente, pero no impide darle una sólida recomendación a Centurion, a pesar de su simpleza y ocasionales inconsistencias narrativas. Dentro de la filmografía de Neil Marshall la pondría más o menos al mismo nivel de Dog Soldiers (ahora que lo pienso, su argumento es muy parecido pero con hombres lobo en vez de guerreros celtas); y como simple cine heroico creo que podrá satisfacer a los fans de Gladiator, Troy y Alexander, pues aunque sea de envergadura menos épica, Centurion consigue una mezcla de historia, drama y acción que no requiere mucho artificio para entretenernos. Y, claro, incluso podría redimir a Marshall por el "tropiezo" de Doomsday. Veremos si sigue haciendo homenajes en su próxima película, o si se atreve a realizar algo más innovador y personal (siempre y cuando no sea un romance).

Calificación: 8