Una fórmula popular en las comedias juveniles de los ochentas (y de cualquier década, para el caso) fue la del clásico "perdedor" que trata de enamorar a la chica perfecta e inalcanzable por medio de diversos trucos. Ni en Tus Sueños es una curiosa transmutación de esa premisa, lo cual podría ofrecer un poco de originalidad y nuevas oportunidades de humor. Sin embargo la inversión de roles es un simple truco para distraernos de los arcaicos clichés que fundamentan su argumento, sazonado con la "moderna" adición de chistes escatológicos de dudosa gracia. Entonces, como casi siempre sucede, corre por cuenta de los actores echar mano de su encanto y talento natural para rescatar la película y producir carcajadas. A juzgar por las risas que escuché en el cine, algunas personas piensen que con eso basta… pero no me cuento entre ellos.
Veamos por qué. El mencionado "perdedor" es Kirk (Jay Baruchel), guardia de seguridad en un aeropuerto que pasa sus días en compañía de sus patanes amigos, lamentándose de su mala suerte con las mujeres. Sin embargo su vida cambia cuando conoce accidentalmente a la atractiva Molly (Alice Eve) y, contra toda expectativa, la guapa muchacha empieza a enamorarse del flaco y tímido joven, cosa que no creen ni sus amigos, ni sus familiares... ni Kirk mismo. De cualquier manera la relación parece prosperar, hasta que Kirk empieza a cuestionar por qué una mujer de sorprendente belleza accede a salir con un alfeñique como él. Estas dudas, desde luego, producen fricciones en el noviazgo, y quizás termine destruyéndolo a menos que el inseguro joven encuentre su auto-estima y acepte que el amor no se basa en apariencias, sino en compatibilidad, tolerancia y comprensión. O en las febriles fantasías del guionista.
En fin, aceptemos por el momento esa fantasía machista, pues es el menor de los problemas que tiene Ni en Tus Sueños. Para empezar no me pareció muy graciosa, pues por muchas groserías y vulgaridades que digan o hagan los personajes (en particular los típicos "mejores amigos" del protagonista), no hay ingenio real en sus comentarios. Peor aún, hay demasiadas escenas de arbitrario "humor" que surgen cada vez que el director siente que la trama está perdiendo impulso o energía. Entre ellas puedo mencionar las frecuentes discusiones que vienen de la nada y no conducen a algo concreto, excepto a decir cosas como "go shit in your hands" y "snatch parade". No me molesta la vulgaridad por sí misma; solo me decepciona que se use como reemplazo del humor por escritores sin chispa o creatividad. Y, por cierto, hay indudable humor en la música de Hall & Oates; pero una genuina parodia requiere saber usarla correctamente.
Sin embargo, como dije al principio, lo que funciona razonablemente bien es el romance entre la pareja de Kirk y Molly, gracias al trabajo de Jay Baruchel y Alice Eve. Claro que no ganarán premios por sus actuaciones; Baruchel hace exactamente lo mismo que hizo en Knocked Up, Fanboys y hasta How to Train Your Dragon, pero tiene bien dominado el papel de "perdedor adorable", y por lo tanto complementa a la perfección la imperfecta historia. Por su parte, Alice Eve es atractiva, cálida y graciosa en el mismo estilo de Reese Witherspoon o Alicia Silverstone, lo cual ayuda a hacerla un poco más accesible (o increíble, usted decida). Y también me hicieron reír las hábiles comediantes que rellenan el resto del elenco, desde Debra Jo Rupp hasta Lindsay Sloane, sin olvidar a la audaz Jessica St. Clair y la candorosa Krysten Ritter. Nadie destaca en particular, pero forman un ensamble de aceptable simpatía y compatibilidad. Para bien o para mal, es lo más que podemos esperar de esta película.
Quizás el argumento de Ni en Tus Sueños hubiera funcionado mejor hace veinte años, cuando aún parecía novedoso el "geek cool" que impusieron las películas The Breakfast Club, Revenge of the Nerds y Sixteen Candles. Hoy es simplemente otra comedia juvenil que reemplaza humor por vulgaridad y emociones por artificios dramáticos de rancia manufactura. Para variar, solo me hicieron sonreír los fugaces momentos donde brilla el carácter de los personajes, y no las forzadas escenas de golpes en los testículos y semen en los pantalones. Creo que se han realizado mejores películas de este sub-género en años recientes, y no encuentro muchas razones para dedicarle dos horas de la vida a Ni en Tus Sueños pues, al igual que su protagonista, trata de aparentar lo que no es para congraciarse con sus espectadores. Y eso nunca funciona, ni en el romance hollywoodense ni en el gusto del público.
Calificación: 5
viernes, 7 de mayo de 2010
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