El Vengador del Futuro (Total Recall)

Predicción: los "flares" (resplandores ópticos) estilo J.J. Abrams serán para esta década lo que fue la neblina azul para el cine de los ochentas. En su momento parecen "cool", pero envejecerán rápidamente y serán vistos con ridículo cuando pase la moda. Esa fue una de las pocas cosas que me dejó la película El Vengador del Futuro, otro re-make innecesario y tan prematuro que se vuelve imposible verlo sin hacer constantes comparaciones con la inmensamente superior versión original realizada por el visionario Paul Verhoeven. Pero bueno, el director Len Wiseman ha comentado que su re-make sigue con mayor fidelidad la historia original escrita por el genial Philip K. Dick, así que debería haber lugar para ambas versiones, ¿cierto?

La trama de El Vengador del Futuro se desarrolla a fines del siglo veintiuno, cuando grandes áreas de la Tierra se han vuelto inhabitables debido a las guerras químicas que dejaron al planeta dividido en dos facciones: La Federación Británica Unida (o algo así), donde vive la elite dirigida por un carismático líder llamado Cohaagen (Bryan Cranston); y La Colonia, donde vive la población obrera en condiciones deplorables. La única comunicación entre ambas zonas es un elevador subterráneo que atraviesa el centro de la Tierra (?) y es usado por los trabajadores de la Colonia para trasladarse a las fábricas de la Federación, donde construyen los robots militares que mantienen a Cohaagen en el poder. Uno de esos obreros es Douglas Quaid (Colin Farrell), quien apenas gana suficiente dinero para mantener a su esposa Lori (Kate Beckinsale). Como no puede pagar unas vacaciones reales, Quaid decide seguir el consejo de un compañero de trabajo y contrata los servicios de la empresa Rekall, especializada en implantar memorias falsas de eventos que nunca ocurrieron, pero que se sentirán totalmente reales para el cliente. Quaid decide "recordar" las aventuras de un agente secreto, pero durante el procedimiento se revela que él es realmente un agente trabajando en una misión tan secreta que ni él mismo la recuerda. Entonces, para encontrar respuestas, Quaid busca desesperadamente al líder de la resistencia obrera, auxiliado por una mujer llamada Melina (Jessica Biel), quien asegura conocer a Quaid en su identidad "real". Pero desde luego no será tan fácil, pues Cohaagen y sus esbirros saben que su agente está trabajando por cuenta propia, y tratarán de capturarlo (o matarlo) antes de que ponga en peligro el balance político del planeta.

Para empezar, es una falacia que El Vengador del Futuro sea más fiel al cuento corto de Philip K. Dick. El guión de Kurt Wimmer omite toda referencia a Marte, a la invasión extraterrestre y, sobre todo, ignora el socarrón sentido del humor que distinguía a Dick, y que Verhoeven tan bien supo trasladar a su versión. Al mismo tiempo encontré detalles confusos de incierta procedencia, como el nombre de "Quaid". El protagonista del cuento corto se llama Quail, pero se convirtió en "Quaid" cuando lo interpretó Arnold Schwarzenegger; entonces... ¿cual versión exactamente está adaptando Wiseman? Y también podría señalar la incongruente presencia de la famosa prostituta con tres pechos, que no tiene sentido porque esta vez no hay "mutantes". Cierto, son detalles minúsculos que no afectan la narrativa global (ya tiene bastantes problemas por sí misma), pero ilustran la condescendencia del director y su falta de visión para ofrecernos una nueva interpretación de la historia, en vez de limitarse a duplicar escenas, pero con mejores efectos especiales.

Y así llegamos al único punto rescatable de El Vengador del Futuro: los efectos especiales. Legacy Effects, MPC y media docena de estudios adicionales contribuyeron para crear un extraordinario mundo futurista que toma prestados elementos de Blade Runner, Minority Report y I, Robot, pero con un nivel de detalle y realismo pocas veces visto en el cine fantástico. No diré que solo por eso vale la pena ver la película, pero se acerca bastante. Apoyando ese atractivo visual tenemos varias decentes escenas de acción, así como peleas creativamente filmadas por Wiseman con técnicas y escenarios distintos a los que usó en Underworld. Hablando de lo cual, Kate Beckinsale tiene un papel menos memorable que el de Selene en aquella saga, pero se esfuerza en darle convicción a su personaje; y además se ve muy bien cuando camina amenazadoramente entre robots asesinos (perdón... fetiche personal). Menos afortunada es Jessica Biel en un convencional rol femenino con un poco de acción, un poco de romance, y muy poca personalidad. Finalmente, Colin Farrell es un adecuado héroe con aptitud física y razonable carisma. El problema está en el argumento pues, además de copiar demasiadas escenas de la cinta original, no hay mucha emoción en la historia, ni suficiente suspenso o interés en las aventuras de Quaid. Una vez más tenemos la clásica estructura modular de escenas intercambiables que no forman una historia coherente, sino simplemente presentan un desfile de "stunts" y efectos especiales bien hechos pero a fin de cuentas irrelevantes. Supongo que la adición de un flojo sub-texto político pretende darle sustancia a la narrativa; sin embargo la "lucha de clases" ya se convirtió en el cliché de moda (como lo fue hace unos años el terrorismo, y luego los banqueros villanos), así que no puedo tomarlo en serio como ciencia ficción con conciencia social, sino solo como un truco para dar razón moral a las explosiones y destrucción provocados por un protagonista blando y olvidable.

A pesar de todo, creo que hay suficiente "relleno" en El Vengador del Futuro para simular una experiencia entretenida; los efectos digitales, las peleas y el frenético ritmo que mantiene el director contribuyen a la ilusión de drama; el resultado es monótono pero no desagradable; y desde luego es posible que esta nueva versión será más apreciada por audiencias modernas que nunca vieron la original, y por lo tanto no sufrirán un agudo caso de "comparatitis" como el que yo tuve. Entonces puedo recomendarla con muchas reservas, y aceptando que a veces el relleno atractivo basta para pasar un rato entretenido e inofensivo en el cine. Lo malo viene cuando empezamos a especular sobre el potencial que tendría esta historia si hubiera caído en manos de cineastas con ideas frescas y mayor fe en las ideas que en los efectos digitales. Pero bueno, tampoco quiero pedir imposibles. Mejor me voy a implantar memorias de que fui a ver El Vengador del Futuro y me gustó mucho. Y de paso me voy a imaginar más delgado...
Calificación: 7