El cine asiático de monstruos gigantes (también conocido como "kaiju") siempre estuvo identificado con Godzilla, Gamera, Mothra y similares criaturas; pero en el año 2006 la película coreana The Host estableció un nuevo estándar de realismo logrado con efectos digitales que dejaban muy atrás la clásica técnica de "hombre con traje de goma" usada en décadas pasadas. Y ahora la cinta Sector 7 (también coreana) retoma el experimento digital comenzado por The Host, con extraordinarios resultados... al menos en el aspecto visual. La trama no pasa de ser una mala copia de Alien, aunque estando en el humor correcto puede ofrecer suficiente ingenio y suspenso para pasar un ameno rato de grotescos monstruos, exagerado melodrama y giros inesperados (bueno, no tan inesperados) que añaden una sensible dimensión ecológica al predecible argumento.
La trama se desarrolla a bordo de una plataforma petrolera ubicada en el "sector 7" del mar territorial coreano (o algo así). La tripulación está muy tensa y surgen frecuentes peleas entre técnicos y científicos, pues llevan más de un año tratando sin éxito de encontrar petróleo. El capitán quiere abandonar el proyecto y evacuar la plataforma, pero la audaz Riple... perdón, Hae-Jun (Ji-won Ha) insiste en seguir perforando para evitar el deshonor de la derrota. El capitán accede a permanecer un poco más de tiempo... y por fin logran encontrar el preciado oro negro... junto con un cardumen de pequeñas criaturas bio-luminiscentes que parecen inofensivas. Tres meses después, la tripulación está de mejor humor y trabajan incansablemente para recuperar el tiempo perdido. Pero cuando algunos técnicos mueren en circunstancias sospechosas, Hae-Jun y los sobrevivientes se dan cuenta de que hay una nueva forma de vida a bordo de la plataforma... algo que también salió del mar, y está cazando sistemáticamente a la tripulación.
Aunque emplea técnicas y elementos narrativos de The Host, creo que sería más apropiado comparar Sector 7 con aquellas cintas de variado presupuesto (y generalmente baja calidad) que infestaron el cine de terror ochentero, imitando la fórmula de Alien, pero sin alcanzar los mismos niveles de desempeño artístico o narrativo (entre mis favoritas: Leviathan, Deep Star Six y Lords of the Deep - pensándolo bien, esta última copiaba The Abyss). Sin embargo, Sector 7 tiene a su favor un libreto marginalmente creativo y salpicado con válidas ideas sobre la responsabilidad de la industria petrolera y los riesgos potenciales de "energías alternativas" que podrían resultar más perjudiciales que benéficas. Claro que estos elementos "socialmente relevantes" no ocupan mucho tiempo en el breve desarrollo de la película, ni nos estorban para apreciar el terror provocado por el monstruo y sus inescrutables ataques (¿podrá ser venganza?)
En ese aspecto Sector 7 sirve perfectamente como horror de modesta ambición y competentes resultados. La criatura es el atractivo principal, y me alegra decir que es excelente. El diseño, la animación, la integración con los elementos filmados... todo muestra valores de producción tan elevados como los que encontraríamos en cualquier "blockbuster" de Hollywood. Lo único que falla ocasionalmente es la composición de actores en escenarios digitales; la plataforma petrolera y el mar son bastante realistas, pero en muchas escenas se notan los efectos del deficiente "green screen" que provoca errores de perspectiva e iluminación inconsistente; como claro ejemplo puedo señalar la carrera de motos (¿carreras de motos sobre una plataforma petrolera? ¡Claro! ¿Por qué no?). Las actuaciones son más difíciles de evaluar, pues ocupan ese bizarro terreno tragi-cómico que a veces encontramos en el cine asiático. Quizás hay elementos culturales que no comprendo por ser "waeguk-saram" (equivalente coreano del "gaijin" japonés), o tal vez el director Ji-hoon Kim quiso balancear el drama con momentos ligeros; cualquiera que sea la razón, los "chistes" se sienten forzados, inoportunos, y nada graciosos.
Pero bueno, como dije antes, el punto de Sector 7 no es ganar premios para sus actores ni hacernos reír, sino emocionarnos con el suspenso de su narrativa, hacernos pensar un poco con los mensajes ecológicos que ofrece, y admirar al monstruo, de quien incluso podemos compadecernos cuando se revela su auténtico origen. Ji-won Ha es una adecuada "Ripley"; la música complementa la acción sin estorbar (y afortunadamente sin usar "K-Pop"); y si bien el "gore" es casi inexistente, podremos consolarnos con algunos sobresaltos bien ganados que no siempre pude predecir. Para bien o para mal Sector 7 no tiene elevadas aspiraciones culturales, pero de cualquier modo puedo recomendarla por su honesto valor como entretenimiento desechable, con un exótico sabor asiático que basta para darle un barniz de novedad a su añejo y reciclado argumento. Y, ¿mencioné que me encantó el monstruo? Productores de The Asylum, por favor tomen nota... es perfectamente posible realizar efectos de primera línea con poco dinero; pero primero necesitan interesarse en lograrlo.
Calificación: 7.5
miércoles, 18 de julio de 2012
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4 comentarios:
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http://dimensionfantastica.blogspot.com.ar/2010/07/leviathan-el-demonio-del-abismo-george.html
Hugo
desde Argentina
Hugo: Gracias por el link; no sé si estoy de acuerdo con los resultados de la evaluación entre Leviathan y Deep Star Six, pero igual me gustó leerla. Saludos y suerte!
Ahhh y una perlita el protagonista de Deep Star Six es el mismo actor que hacia de el camionero BJ!!!
Saludos
Hugo desde Argentina.
Hugo: ...y uno de los papás en "My Two Dads". Por cierto, una vez le di la mano en una convención de Star Trek. Su conexión con esa franquicia es que estelarizó la serie de televisión TekWar, basada en libros escritos (o, mejor dicho, "escritos") por William Shatner. Hasta ahí llega mi trivia sobre Greg Evigan ;-) Saludos!
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