Basada en hechos reales (reportados en el libro Moneyball, de Michael Lewis), El Juego de la Fortuna nos muestra los problemas que enfrenta Billy Beane (Brad Pitt), el administrador de los Atléticos de Oakland, para obtener más triunfos y por lo tanto obtener más dinero para contratar mejores jugadores. Sin embargo su "bajo" presupuesto de apenas 40 millones de dólares (¿cómo podrán sobrevivir?) y los anticuados criterios de evaluación de jugadores le impiden cumplir su sueño... hasta que conoce a Peter Brand (Jonah Hill), un tímido pero inteligente analista que diseñó un modelo de contratación basado en estadísticas y desempeño en disciplinas muy específicas. En otras palabras, mientras que los grandes equipos pagan millones por renombrados bateadores y "pitchers", Brand sugiere enfocarse en jugadores "baratos", con habilidades aparentemente prosaicas, pero más importantes para ganar consistentemente los juegos. ¿Se arriesgará Beane a traicionar décadas de tradición para probar este nuevo sistema? Y, más importante... ¿lo aceptarán los miembros del equipo?
Como dije, el tema parece seco, pero el escritor estrella Aaron Sorkin (quien re-escribió un previo libreto de Steve Zaillian) combina expertamente el aspecto intelectual de la historia con las emociones de la clásica fórmula deportiva, donde un "perdedor" está dispuesto a enfrentar obstáculos inimaginables para alcanzar el triunfo... o al menos intentarlo. El hecho de que la trama se desarrolle en salas de juntas, vestidores y oficinas (en vez del diamante de juego) no lo hace menos emocionante, aunque el director Bennett Miller (quien reemplazó a Steven Soderbergh durante la pre-producción) ciertamente sabe cuándo ofrecernos algunos tensos momentos durante partidos decisivos de béisbol. No debería extrañarme esta estrategia, pues si Aaron Sorkin logró que Facebook pareciera interesante, es obvio que su magia narrativa puede hacer entretenida hasta la más aburrida historia. (Nota para Hollywood: cuando llegue el momento de hacer la película sobre el ascenso y caída de Ashton Kutcher, ya saben a quién llamar).
Por otro lado, El Juego de la Fortuna también sufre la característica verborrea de Sorkin, haciéndola excesivamente larga y repetitiva. Esto se nota sobre todo al principio, cuando se establecen los infortunios de Beane, su melancólica vida familiar y sus frustraciones por no haber llegado a ser jugador de las grandes ligas. La historia realmente cobra vida hasta que llega Jonah Hill (casi media hora después del inicio), y entonces su excelente química con Brad Pitt toma el control de la narrativa, acelera el ritmo (sin apresurarse) y nos mantiene entretenidos durante las siguientes dos horas. Pitt mismo nos da una de sus habituales actuaciones sinceras y profundas, evitando sentimentalismo innecesario pero sin acobardarse de expresar emoción cuando hace falta (admito que el final es un poco cursi, pero apropiado). Y aunque tiene un papel secundario, el gran Philip Seymour Hoffman se roba sus escenas como el pragmático entrenador Art Howe, cuyas considerables dudas sobre la nueva metodología chocan con su sentido del deber. En la parte más ligera de la cinta tenemos a la niña Kerris Dorsey como Casey, la hija de Billy, quien logra balancear su "filosofía de bolsillo" con una actitud natural que no la convierte en antipática niña precoz; y el genial Chris Pratt genera bastantes sonrisas con la inseguridad de su personaje, el "Primera Base" (así, con comillas) en el que nadie cree... empezando por él mismo.
Como dije al principio, escribo todo esto con ignorancia total sobre el béisbol; pero lo que sí sé es que el método estadístico (llamado “sabermetrics”) mostrado en la película no ha sido universalmente aceptado por los más tradicionalistas fans del deporte (y no me refiero a los que muestra la cinta, sino a los que protestaron en la vida real), así que si el lector es uno de esos aficionados, El Juego de la Fortuna podría parecer menos simpática. Tampoco estoy seguro sobre la veracidad histórica del libreto, pues a pesar de que los eventos retratados son relativamente recientes (todo esto ocurrió a principios de este siglo), hay algunas inesperadas licencias dramáticas que nunca hubiera sospechado (¿el personaje de Jonah Hill es ficticio? ¡Pero si es una de las partes más importantes de la película!). Entonces, creo que El Juego de la Fortuna no reemplazará a A League of Their Own como mi cinta favorita sobre béisbol (al menos hasta que la haya visto tantas veces como aquella, lo cual dudo que ocurra), pero ciertamente puedo recomendarla como un excelente melodrama deportivo, inteligentemente escrito, bien actuado y con el balance de suspenso y emoción perfecto para dejarnos satisfechos. En resumen: Touchdown! (o como se diga).
Calificación: 9
13 comentarios:
Estimado Pablo: El término "Touchdown" es usado en el fútbol americano, no en el béisbol. Tú debiste haber usado en vez de eso el término "Homerun".
Y por cierto, creo que tus amiguitos cubanos y venezolanos podrían darte unas buenas clases de béisbol.
Lol touchdown jajaja muy bueno!
Este Pablo... no es "Touchdown", es "Goool"
Sabía que ibas a compar Moneyball con A League Of Their Own. Acabo de escuchar el tema de la película cantado por Madonna en FM y pensé de inmediato en A League Of Their Own, qué tiempos!
Buenísima y ligera película (Moneyball). Seguro arrasa en nominaciones al Oscar.
Koolebra: Gracias por la aclaración; creo que mi chiste no funcionó bien ;-) Saludos!
Anónimo: Gracias! Me alegra que se alguien lo haya entendido.
Anónimo 2: Aprecio tu corrección, pero me parece que usaste muy pocas o's; creo que Goooooool debe llevar al menos 7 ;-) Saludos y suerte!
Anónimo 3: Pues sí, la verdad es que cualquier película sobre béisbol será comparada con A League of Their Own (al menos en mi humilde opinión). Y coincido con lo que dices sobre Moneyball y los óscares pues, independientemente de que los merezca, es el tipo de película que parece gustarle a "la Academia". Muchos saludos y gracias!
Beane si llegó a ser jugador de las grandes ligas, en la propia película es justamente un equipo de grandes ligas el que lo contrata de inicio. Su frustación más bien era por que fue un jugador mediocre que nunca destacó como lo prometían esos buscadores de talento, era un jugador de las reservas. El personaje de Jonah Hill no es del todo ficticio, esta basado en Paul DePodesta, el verdadero asistente a quien le cambiaron el nombre, para evitar aquello de las demandas pues no quiso que apareciera su nombre.
Buena crítica, aunque tienes esos dos strikes, lograste conectar de hit.
O bueno, pa que si entiendas: Touch down !!!!!
Abraham: Muchas gracias por esas interesantes aclaraciones. Tendré que adjudicar mis errores a la falta de conocimientos sobre béisbol. Y gracias por calificar la crítica como hit, a pesar de mis strikes ;-) Saludos y suerte!
Muy buena pelicula y quiza lo que mas me gusto es que realmente aqui no hay discursos motivacionales para que el equipo sea ganador o quede campeon de la Serie Mundial. Es mas bien un muy buen drama con el beisbol como telon de fondo.
Anónimo: ¡De acuerdo! Gracias por mencionar otra manera como Moneyball se distingue de los típicos "melodramas deportivos". Saludos y suerte!
Hola Pablo: el otro día vi Any Given Sunday, un drama deportivo que me gustó muchísimo a pesar de mi total indiferencia por el fútbol americano (y de los deportes en general). Ojalá me ocurra lo mismo con Moneyball.
Gracias y saludos.
Anónimo: Pues a mi me ocurrió exactamente lo mismo con Any Given Sunday, así que ojalá Moneyball tenga el mismo efecto, incluso sin conocimientos sobre béisbol. Espero que no te decepcione, y muchos saludos!
Pablo: ¿cuál es tu TOP 5 de películas de la filmografía de Brad Pitt?
Saludos!
Anónimo: Creo que serían: Twelve Monkeys; Fight Club; Kalifornia; The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford; y True Romance. Saludos!
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