Nota: Por favor no confundir
Suck con la atroz
Vampires Suck. Aunque también incluye romance y vampiros,
Suck destaca por su ingenioso libreto, no muy original en su estructura, pero lleno de simpáticos detalles que la elevan por encima de la simple "fiebre vampírica" contemporánea. La trama sigue a una banda de rock semi-amateur con el irónico nombre de "The Winners" en su patética gira por Canadá y los Estados Unidos, donde solo encuentran audiencias apáticas y nulo respeto de otros músicos. Pero cuando un vampiro muerde a Jennifer (Jessica Paré), la bajista del grupo, las cosas empiezan a cambiar, y cada vez más gente asiste a sus presentaciones... pero no por la música, sino por la misteriosa atracción que Jessica ejerce sobre ellos. Desafortunadamente la joven necesita comer, y está dejando un rastro de cadáveres en las ciudades que visitan... lo cual ha despertado las sospechas de Eddie Van Helsing (Malcolm McDowell), un tenaz cazador de vampiros que lleva varias décadas obsesionado por vengar la muerte de su novia. ¿Podrá sobrevivir Jennifer al implacable cazador? Y, ¿podrá sobrevivir el grupo esta nueva faceta de su carrera?
El humor de
Suck no es precisamente sofisticado, pero no niego que me hizo reír con sus simpáticos diálogos y su sensibilidad "geek". Obviamente el director y guionista (¡y actor principal!) Rob Stefaniuk tiene genuino afecto por el terror y por el rock, pues así como incorpora traviesas referencias a los clásicos de vampiros (en particular me gustó la versión franco-canadiense de Renfield), también se burla a más y mejor de la industria musical (ya de por sí vampírica por derecho propio) y su obsesión con sacrificar toda integridad a cambio del éxito. Y, claro, no pueden ignorarse los ocasionales cameos de músicos famosos, incluyendo a
Alice Cooper,
Alex Lifeson,
Moby,
Iggy Pop, y
Henry Rollins como un hilarante locutor de radio (¿por qué no actúa más seguido?). Irónicamente, la música de la película no resulta muy buena o interesante; simple rock genérico que cumple su función de hacernos creer que The Winners es un grupo con mediano talento... pero no lo suficiente para buscar sus canciones en iTunes. Como sea,
Suck no es un musical sino una comedia de horror con más momentos buenos que malos, sólidas actuaciones y suficientes risas para balancear los momentos “terroríficos“. Me hubiera gustado que fuera más violenta o sangrienta, y que tuviera mejor música; pero aún así puedo recomendarla porque al menos trató de hacer algo diferente con vampiros, y porque me gustó ver a Jessica Paré en un papel con más dignidad que su gratuito cameo en
Hot Tub Time Machine.
Calificación: 7
The Dark Lurking Sabía de antemano que
The Dark Lurking no sería exactamente una gran película, pero tenía curiosidad por verla debido a que me recordó todos aquellos
refritos de
Alien que vi en Beta y VHS durante los ochentas y noventas. Además, por tratarse de una producción australiana podría sorprenderme con un carácter distinto al del típico cine B norteamericano. La realidad, sin embargo, fue mucho peor de lo que esperaba... y al mismo tiempo mejor. No quiero decir que
The Dark Lurking sea una película "tan mala que es buena", pero quizás podría aceptar "tan mala que me mantuvo interesado en su constante ineptitud". El argumento es apropiadamente ambicioso: en un remoto planeta hay una base científica subterránea donde se realizan enigmáticos "experimentos metafísicos"; desde luego algo sale mal y la tripulación empiezan a convertirse en criaturas mutantes que atacan salvajemente a los aterrados sobrevivientes. Entonces un grupo de aguerridos mercenarios y científicos deberán ascender lentamente hasta la superficie del planeta, donde tal vez podrán encontrar una nave funcional que los ayude a escapar. Pero no será tan fácil pues, además de los monstruos, tendrán que combatir traiciones, paranoia y conflictos internos.
Uf... ¿por dónde empezar? Creo que lo peor de
The Dark Lurking son las actuaciones. No estoy seguro, pero parece que todas las voces están dobladas en post-producción (¿tal vez los acentos australianos eran demasiado densos?). Como sea, los constantes gritos, órdenes y peleas de los personajes se sienten increíblemente falsos, haciendo imposible que nos "metamos" a la historia o que tomemos en serio el peligro que corren los personajes. Y si añadimos a eso los insulsos diálogos repletos de clichés ("Si no te callas, la siguiente bala va a tu cabeza"), podemos suponer que ni un elenco de talentosos actores hubiera sacado a flote esta indescriptible bazofia. Al menos el director Gregory Connors sabe que el único modo de mantener despierto al espectador es con sangre y violencia, y de eso hay bastante. La cinta tarda demasiado en revelar el origen de las criaturas, pero no hace falta saber su procedencia para apreciar el "gore", tripas y "headshots" que literalmente empapan los escenarios durante gran parte del tiempo. Ese entusiasmo por los efectos tradicionales me pareció uno de los escasos aciertos de
The Dark Lurking, pues la distingue de tantas otras "creature features" saturadas de baratos efectos digitales. Otra cosa que me gustó fue la revelación del origen de los monstruos. Como dije, llega demasiado tarde y no se explora lo suficiente, así que queda como mera curiosidad en vez de convertirse en el impulso narrativo de la película. No,
The Dark Lurking no merece recomendación, excepto para estudiosos del más torpe cine B que acepten hora y media de ineptitud a cambio de unas cuantas buenas escenas y muchas risas accidentales por cortesía del espantoso elenco. Habiendo dicho eso, admito que esta cinta me pareció mejor que aquellos refritos de Alien de los ochentas, pues no se siente como el mercenario proyecto de un cineasta amateur, sino como la labor de amor de un auténtico fan. El entusiasmo sin duda cuenta.
Calificación: 6 (punto extra por el hiper-violento final)
Titanic 2 Generalmente evito los "mockbusters" del estudio
The Asylum pero, por favor... ¿
Titanic II? El puro título es un reto para quienes nos preciamos (avergonzamos) de disfrutar todo tipo de detritus fílmico, y aunque en este caso no sea exactamente una película de terror, les aseguro que
Titanic II provoca abundantes escalofríos y violentas reacciones viscerales. La trama sigue el espectacular viaje inaugural del trasatlántico Titanic II, aún más grande, lujosos y decadente que el original. A bordo, por supuesto, encontramos una colección de pintorescos personajes enfrascados en sus "interesantes" dramas particulares, desde la tímida enfermera Amy Maine (Marie Westbrook) hasta el arrogante Hayden Walsh (Shane Van Dyke), diseñador del buque e idiota profesional. Pero cuando un glaciar amenaza con arruinar la travesía, solo el sagaz dueto del Prof. Maine (Bruce Davison) y la Dra. Kim Patterson (
Brooke Burns) podrá evitar la muerte de miles de pasajeros... incluso si para hacerlo deben pedirle ayuda a Megashark.
Estoy bromeando. Ojalá aparecieran
Megashark o Giant Octopus en
Titanic II, pues quizás así la historia sería un poco más ágil e interesante. Desafortunadamente el director, escritor y actor Shane Van Dyke insiste en tomar demasiado en serio su película, dedicando mucho tiempo al tedioso melodrama que se desarrolla entre los pasajeros del barco, y luego al confuso accidente que amenaza con hundirlo (¿spoilers?), con repetitivas escenas de pasajeros corriendo aterrorizados y marinos con rostro preocupado viendo la pantalla verde y tratando de imaginar lo que los “expertos“ en efectos especiales añadirán en post-producción. Y mejor ni hablemos de los científicos, guardias costeros y personal de rescate que trata de coordinar esfuerzos para evitar la catástrofe marítima más grande desde el original Titanic. Aún no entiendo cómo un avión puede estrellarse en pleno vuelo contra una ola. Pero bueno... a fin de cuentas podemos confiar en que la mediocre producción nos mantendrá entretenidos con malos efectos especiales, ridículos escenarios y actuaciones tan solemnes y entusiastas que casi lograron conmoverme. No porque fueran buenas, sino porque es raro encontrar tal convicción en actores de películas B; no tengo muchos halagos para el director/escritor/actor/genio Shane Van Dyke, pero debo admitir que logró inspirar a su elenco más allá de lo que garantizaría su dirección o su libreto. Entonces,
Titanic II puede funcionar como un mal chiste a costa de la super-exitosa cinta de
James Cameron; o puede tomarse como un genuino esfuerzo de The Asylum por dar el primer paso hacia la legitimidad narrativa. Como sea, me decepcionó por no ser tan monumentalmente mala como yo esperaba (lo cual no significa que sea buena), y por no aceptar el humor inherente en su premisa... y en su mera existencia. Lo mejor que puedo decir sobre
Titanic II es que me hizo reconsiderar ver otra de las nuevas épicas marítimas de The Asylum:
Moby Dick. Al menos ahí sí podré ver un monstruo gigante.
Calificación: 5